Además, señaló que una cincuentena de heridos en el ataque se hallan “en estado crítico, entre la vida y la muerte”, tras visitar a víctimas en uno de los hospitales de esa ciudad mediterránea. “Un total de 84 personas han muerto y hay una cincuentena en estado crítico, entre la vida y la muerte”, dijo el presidente francés.
Añadió que entre las víctimas hay “muchos extranjeros de muchos continentes y muchos niños, niños pequeños, que fueron a asistir a unos fuegos artificiales en familia, para disfrutar y compartir su felicidad (...) y que han sido golpeados hasta la muerte para simplemente satisfacer la crueldad de un individuo o tal vez de un grupo”.
Hollande recordó que muchos de los heridos soportarán traumatismos el resto de sus vidas, incluso quienes no resultaron físicamente afectados. “Francia, toda entera, debe compartir esta emoción, esta solidaridad con las víctimas, con sus allegados, con sus familias”, expresó el mandatario en su alocución, flanqueado a ambos lados por el primer ministro, Manuel Valls, y la ministra de Sanidad, Marisol Touraine.