“El domingo pasado estaba en Brasil. La santa misa y las Jornadas Mundiales llegaban a su fin. No lo olvidemos jamás: los jóvenes no siguen al papa, siguen a Jesucristo”, dijo el papa ante miles de personas durante la plegaria del Angelus en la plaza San Pedro.
“El papa guía y acompaña a los jóvenes en el camino de la fe y la esperanza”, añadió, asegurando que los “jóvenes son particularmente sensibles a la ausencia de valores que los rodea” .
Francisco improvisó después unas palabras, que no figuraban en su discurso oficial, para agradecer “al generoso pueblo” brasileño por la acogida que le brindaron durante la semana que pasó en Rio de Janeiro.
Hace una semana, el papa Francisco celebró el cierre de las JMJ de Rio frente a una impresionante multitud en la playa de Copacabana. El portavoz del Vaticano había indicado que más de 3 millones de fieles, peregrinos de las JMJ o habitantes de Rio, asistieron a aquella misa.
Durante el primer viaje al extranjero del Sumo Pontífice, el papa de 76 años multiplicó los encuentros con los jóvenes pero también con los habitantes de las favelas brasileñas, así como con ex drogadictos o detenidos.
A su regreso al Vaticano, el papa argentino aseguró que su “alegría es mucho más grande que el cansancio” acumulado tras el periplo de una semana.