El también expresidente George W. Bush le describió como un “hombre de gran carácter y el mejor padre que un hijo o hija podría pedir”, al anunciar su fallecimiento.
La muerte de Bush padre ocurre solo meses después del fallecimiento en abril de su esposa Barbara Bush, una primera dama muy querida en Estados Unidos y su “más amada mujer en el mundo", con quien estuvo casado por 73 años.
El presidente estadounidense número 41 fue héroe de guerra condecorado y director de la CIA, pero sufrió la ignominia de ser un mandatario de un sólo periodo pues perdió la reelección en 1992 ante Bill Clinton. Si bien ocho años más tarde su dinastía política iba a llegar de nuevo a la Casa Blanca, aunque con un líder de personalidad muy diferente.
Será recordado como un pragmático de la política exterior que navegó en medio de la caída turbulenta de la Unión Soviética en 1989 y que reunió una coalición sin precedentes para derrotar al difunto dictador iraquí Saddam Hussein dos años más tarde.
Fue partidario de la estabilidad y el consenso internacional, en claro contraste con su provocativo colega republicano que ahora ocupa la Casa Blanca, Donald Trump, por quien Bush no votó en 2016.
Al conocer el fallecimiento, Trump destacó el “liderazgo inquebrantable” de Bush, de quien dijo que dio su vida en servicio de la nación. Bush padre presidió Estados Unidos durante un período de malestar económico y enfureció a sus compañeros republicanos durante una batalla por el presupuesto con los rivales demócratas al romper una famosa promesa: “Lean mis labios: no más impuestos”.
Para el momento de su muerte era el presidente estadounidense en haber vivido más tiempo, aunque Jimmy Carter nació solo unos meses después que él y podría rápidamente superarle.