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El informe, elaborado por el Fondo de Población de la ONU (UNFPA) y por la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) , precisa que alrededor del 70% de las personas con discapacidad "están desempleadas o excluidas de la fuerza laboral" en la región.
La posibilidad de acceso a los servicios de educación también se reducen significativamente para las personas discapacitadas, especialmente a medida que aumenta la edad.
El informe precisa que solo el 30,1% de los jóvenes discapacitados están escolarizados en México, mientras que en Brasil, concurren a la escuela 88,6% de los niños discapacitados de 7 a 14 años, pero entre los no discapacitados el porcentaje se incrementa a más del 94%.
En Uruguay, la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad de 2004 registró una brecha semejante pues el 81% de los adolescentes discapacitados de 6 a 18 años asistía a la escuela, contra el 90,6% de los niños y jóvenes sin ese percance.
"Estas diferencias hablan del embate al derecho a la educación con igualdad de oportunidades y sin discriminación" señaló el informe.
También existe una prevalencia según el género, con 15,3% de mujeres discapacitadas contra 13,7% de los hombres en Brasil y del 14,9 contra 10,9% en Chile, por ejemplo. La imposibilidad de acceder a la escolaridad condiciona el ingreso futuro al mercado laboral, cuando en el mundo existen 386 millones de personas con discapacidad en edad de trabajar, "pero el gran porcentaje de este grupo de población está desempleado", advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT) .
La encuesta de la ONU detalló que "las personas con discapacidad tienen más probabilidades de estar desempleadas, y generalmente gana menos" y en consecuencia "son más vulnerables a la pobreza".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó este año que en el mundo habitan cerca de 785 millones de personas (15,6%) de 15 y más años que viven con una discapacidad.
La Encuesta Mundial de Salud de la OMS indicó que las tasas de empleo son menores entre los varones y mujeres discapacitados (53% y 20%, respectivamente) que entre los varones y mujeres no discapacitados (65% y 30%, respectivamente). Un estudio reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) comprobó que, en 27 países, "las personas con discapacidad en edad de trabajar, en comparación con sus homólogas no discapacitadas, experimentaban desventajas significativas en el mercado laboral y tenían peores oportunidades de empleo".
Los datos existentes sobre la discapacidad y el mercado laboral también son diversos en América Latina "pero aportan fundamentos a este panorama de desigualdad", subrayó el informe de Naciones Unidas.
En Argentina, el 30,3% de los jefes de hogar discapacitados se encontraba ocupado y el 63,1% inactivo y en Chile solo el 29,2% de la población discapacitada tenía un trabajo remunerado.
En Brasil, del total de las personas discapacitadas en condiciones de trabajar solo estaba empleada el 38,6%, mientras que en Uruguay la tasa de actividad de la población discapacitada era del 19,6%, en México del 25% y en Chile del 29,2%.
"Hay una estrecha relación entre discapacidad y pobreza, que se afectan mutuamente", sintetizó el informe, sobre la dificultad de encontrar un empleo remunerado.
El informe de la ONU y CEPAL precisó que la situación de las personas con discapacidad está completada en las Constituciones de Cuba y Paraguay desde 1992, en Guatemala y Perú desde el año siguiente y en Argentina desde 1994. Posteriormente lo hizo El Salvador desde 1996, mientras que Nicaragua lo incluyó en su Carta Magna en 1995, Uruguay en 1997, Venezuela en 1999 y luego Panamá (2004) y Colombia y Honduras (2005) .
Ecuador se sumó en 2008, Bolivia, México y Brasil en 2009, mientras que República Dominicana lo hizo el año pasado.
La posibilidad de acceso a los servicios de educación también se reducen significativamente para las personas discapacitadas, especialmente a medida que aumenta la edad.
El informe precisa que solo el 30,1% de los jóvenes discapacitados están escolarizados en México, mientras que en Brasil, concurren a la escuela 88,6% de los niños discapacitados de 7 a 14 años, pero entre los no discapacitados el porcentaje se incrementa a más del 94%.
En Uruguay, la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad de 2004 registró una brecha semejante pues el 81% de los adolescentes discapacitados de 6 a 18 años asistía a la escuela, contra el 90,6% de los niños y jóvenes sin ese percance.
"Estas diferencias hablan del embate al derecho a la educación con igualdad de oportunidades y sin discriminación" señaló el informe.
También existe una prevalencia según el género, con 15,3% de mujeres discapacitadas contra 13,7% de los hombres en Brasil y del 14,9 contra 10,9% en Chile, por ejemplo. La imposibilidad de acceder a la escolaridad condiciona el ingreso futuro al mercado laboral, cuando en el mundo existen 386 millones de personas con discapacidad en edad de trabajar, "pero el gran porcentaje de este grupo de población está desempleado", advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT) .
La encuesta de la ONU detalló que "las personas con discapacidad tienen más probabilidades de estar desempleadas, y generalmente gana menos" y en consecuencia "son más vulnerables a la pobreza".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó este año que en el mundo habitan cerca de 785 millones de personas (15,6%) de 15 y más años que viven con una discapacidad.
La Encuesta Mundial de Salud de la OMS indicó que las tasas de empleo son menores entre los varones y mujeres discapacitados (53% y 20%, respectivamente) que entre los varones y mujeres no discapacitados (65% y 30%, respectivamente). Un estudio reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) comprobó que, en 27 países, "las personas con discapacidad en edad de trabajar, en comparación con sus homólogas no discapacitadas, experimentaban desventajas significativas en el mercado laboral y tenían peores oportunidades de empleo".
Los datos existentes sobre la discapacidad y el mercado laboral también son diversos en América Latina "pero aportan fundamentos a este panorama de desigualdad", subrayó el informe de Naciones Unidas.
En Argentina, el 30,3% de los jefes de hogar discapacitados se encontraba ocupado y el 63,1% inactivo y en Chile solo el 29,2% de la población discapacitada tenía un trabajo remunerado.
En Brasil, del total de las personas discapacitadas en condiciones de trabajar solo estaba empleada el 38,6%, mientras que en Uruguay la tasa de actividad de la población discapacitada era del 19,6%, en México del 25% y en Chile del 29,2%.
"Hay una estrecha relación entre discapacidad y pobreza, que se afectan mutuamente", sintetizó el informe, sobre la dificultad de encontrar un empleo remunerado.
El informe de la ONU y CEPAL precisó que la situación de las personas con discapacidad está completada en las Constituciones de Cuba y Paraguay desde 1992, en Guatemala y Perú desde el año siguiente y en Argentina desde 1994. Posteriormente lo hizo El Salvador desde 1996, mientras que Nicaragua lo incluyó en su Carta Magna en 1995, Uruguay en 1997, Venezuela en 1999 y luego Panamá (2004) y Colombia y Honduras (2005) .
Ecuador se sumó en 2008, Bolivia, México y Brasil en 2009, mientras que República Dominicana lo hizo el año pasado.