En los últimos ataques murieron dos civiles y cinco agentes de policía resultaron heridos de levedad. La hipótesis policial, resultado de pruebas técnicas, testimonios e imágenes de grabaciones en vídeo, apuntan a que se trata del mismo sujeto y a que actuó solo, aunque se mantiene el amplio despliegue policial en varios puntos de la ciudad.
“Hay varias cosas que apuntan a que así sucedió y nada indica todavía que haya tenido colaboradores, aunque es algo que debemos investigar más en detalle”, dijo el inspector Jørgen Skov en una rueda de prensa celebrada hoy. Las autoridades se han mantenido precavidas a la hora de fijar los motivos del supuesto autor de los ataques, aunque los escenarios escogidos y la presencia en el centro cultural del artista sueco Lars Vilks, amenazado por grupos islamistas desde hace años, apuntan a un origen fundamentalista.
“No conocemos las motivaciones de los actos del supuesto autor, pero sabemos que hay fuerzas que le desean el mal a países como Dinamarca. Quieren subyugar nuestra libertad de expresión”, dijo hoy la primera ministra, Helle Thorning-Schmidt. La mandataria socialdemócrata ha recalcado no obstante que no hay ninguna “lucha” entre el islam y Occidente o entre musulmanes y cristianos, sino entre unos valores “que se basan en la libertad individual y una oscura ideología”.
Tampoco se han revelado detalles sobre la identidad del sospechoso, del que habían sido difundidas varias imágenes captadas por cámaras de seguridad y una descripción que apuntaba a un hombre de entre 25 y 30 años y de “rasgos árabes”. La Policía ha informado de que hacia las 22.00 horas GMT de ayer localizó el lugar donde el individuo bajó del taxi que había tomado tras abandonar el coche en el que había huido a unos tres kilómetros del lugar del primer tiroteo.
Las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona permitieron averiguar que el hombre estuvo en un piso del barrio multicultural de Nørrebro, al norte de la ciudad, durante unos veinte minutos después del tiroteo antes de salir de nuevo. El lugar permaneció bajo vigilancia policial hasta que hacia las 3.50 GMT de hoy regresó al lugar el sospechoso, abatido tras responder con disparos a la llamada al alto de los agentes.
Durante el primer ataque murió un individuo de 55 años, cuya identidad aún no sido revelada por las autoridades, pero que según varios medios digitales y la televisión pública “DR”, es el cineasta, productor y fotógrafo danés Finn Nørgaard. Nørgaard, que también era productor y fotógrafo, había realizado varios documentales sobre temas diversos como música, la vida de los presos en un penal del estado danés y un grupo de jóvenes inmigrantes en Dinamarca.
En el ataque a la sinagoga falleció Dan Uzan, un miembro destacado de la comunidad judía de Copenhague de 37 años y que hacía guardia en el exterior del lugar mientras se celebraba una confirmación a la que asistían unas ochenta personas, según ha revelado la Sociedad Judía de Dinamarca. La sinagoga contaba con protección policial después del primer tiroteo contra el centro cultural “Krudttønden”, de ahí que dos agentes resultaran heridos de bala cuando se produjo el ataque.
La primera ministra danesa se acercó hoy hasta la sinagoga para mostrar su apoyo a la comunidad judía danesa y señaló que hará “todo lo que está en nuestro poder” para protegerla contra nuevos hipotéticos ataques.