La mandataria surcoreana, líder de los conservadores y halcones de su país, se reunió el lunes con altos jerarcas militares y con su ministro de Defensa.
“Creo que debemos realizar una represalia enérgica e inmediata, sin ninguna otra consideración política si (Corea del Norte) protagoniza cualquier provocación contra nuestro pueblo”, dijo Park, que asumió sus funciones en febrero.
Su ministro de Defensa, Kim Kwan-jin, precisó que Corea del Sur llevará a cabo, en caso de necesidad, ataques preventivos contra las instalaciones nucleares y militares norcoreanas.
“Nosotros (...) realizaríamos rápidamente lo que se llama una ’disuasión activa’ para neutralizar las amenazas nucleares y balísticas del Norte”, advirtió.
Por su lado, Estados Unidos reiteró que tomaba en serio el discurso bélico de Pyongyang aunque recordó que sus amenazas no son algo nuevo.
“Pese a la retórica dura que oímos por parte de Pyongyang, no vemos cambios en las posiciones militares de Corea del Norte, como movilizaciones de gran escala ni el posicionamiento de fuerzas”, informó el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
“No hemos visto actos que respalden esa retórica (...) dejaré que los expertos evalúen lo que significa esta falta de vínculo entre retórica y acciones, dijo Carney.
Un nuevo contencioso tiene lugar actualmente en la Península Coreana desde diciembre pasado, cuando el Norte llevó a cabo un lanzamiento exitoso de un cohete considerado por Estados Unidos y Corea del Sur como un tiro de ensayo de un misil balístico.
Luego, Pyongyang llevó a cabo su tercer ensayo nuclear, desencadenando la adopción a principios de marzo de nuevas sanciones de las Naciones Unidas.
La escalada no ha cesado desde entonces.
Corea del Norte anunció este mes que suspendía el armisticio y los otros tratados bilaterales de paz firmados con Seúl para protestar contra las maniobras militares conjuntas de Corea del Sur y Estados Unidos.
El régimen comunista mostró su enfado porque bombarderos estadounidenses B-52 y B-2 surcaran el cielo surcoreano durante la realización de vuelos de entrenamiento, y amenazó con atacar las islas estadounidenses de Guam y de Hawai, en el océano Pacífico.
El sábado, Pyongyang afirmó que se encontraba “en estado de guerra” con Corea del Sur. Las dos Coreas están técnicamente en guerra debido a que la Guerra de Corea de 1950-53 terminó con un armisticio, y no con un tratado de paz.
Este lunes, un portavoz de las fuerzas estadounidenses indicó a la AFP que aviones caza furtivos F-22 Raptor habían llegado la víspera a Corea del Sur para participar en los ejercicios “Foal Eagle”, que durarán hasta el 30 de abril.
Aviones furtivos fueron movilizados en el marco de las maniobras que los dos ejércitos realizan, pero el contexto actual es especialmente delicado con una escalada verbal entre Pyongyang, por un lado, y Seúl y Washington, por el otro, que los especialistas consideran inquietante.
Además, Estados Unidos desplazó cerca de las costas de Corea del Norte un destructor capaz de interceptar misiles, dijo este lunes una fuente del Pentágono.
El “USS Fitzgerald”, que participó en unos ejercicios con Corea del Sur, fue trasladado al suroeste de la península coreana en lugar de retornar a su puerto de origen, en Japón, dijo un alto funcionario militar que requirió anonimato.
Este despliegue es una “iniciativa prudente” para ofrecer mayores “opciones de defensa antimisiles si fuera necesario”, agregó la fuente.
Desde hace décadas, la península coreana vive regularmente bruscos incrementos de la tensión entre ambos países que terminan por remitir. Por el momento, los expertos descartan tanto un repentino apaciguamiento de la tensión como una guerra abierta que perdería el Norte.
Por otro lado, en Corea del Norte, la Asamblea Suprema del Pueblo, cámara donde el partido único toma sus decisiones, se reunión este lunes en Pyongyang para investir a Pak Pong-Ju como primer ministro, según la agencia oficial KCNA.
Pak, experto económico de 74 años, juró su cargo durante la sesión anual del Parlamento, y reemplaza a Choe Yonq Rim.
Pak ya ocupó el cargo de primer ministro entre 2003 y 2007, cuando intentó tímidas reformas tratando de otorgar mayor autonomía a las empresas estatales y reducir el control estatal en el racionamiento de alimentos y otros bienes de primera necesidad.
Al parecer, tras una fuerte reacción del Partido del Trabajo (comunista) y del ejército, Pak fue suspendido en sus funciones en junio de 2006 y destituido al año siguiente.
El parlamento adoptó asimismo una ordenanza especial que formaliza la situación de Corea del Norte como país con armas nucleares, “para su autodefensa”.
Este documento sobre la “consolidación de la posición de Estado que dispone de armas nucleares para la autodefensa” fue adoptado por unanimidad, así como dos leyes sobre el desarrollo en el ámbito espacial y sobre la puesta en marcha de una oficina estatal encargada de este desarrollo, según la KCNA.