El país asiático avisó de los preparativos a tres agencias de Naciones Unidas, entre ellas la Organización Marítima Internacional (OMI), que reveló el anuncio.
Pyongyang insiste en que se trata de un programa espacial de carácter exclusivamente científico, pero la comunidad internacional considera que los lanzamientos son pruebas encubiertas de misiles balísticos.
Este anuncio tiene lugar en momentos en que Naciones Unidas prepara una resolución para endurecer las sanciones contra Corea del Norte tras el anuncio de que había efectuado el 6 de enero pasado su cuarto test de una bomba nuclear.
Un lanzamiento de este tipo tendría “consecuencias reales” y sería “un argumento más fuerte en favor de una acción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, declaró a los periodistas el secretario de Estado estadounidense adjunto para Asia, Danny Russel, señalando que eso se podría traducir en “duras sanciones suplementarias”.
“Corea del Norte desafía al Consejo de Seguridad de la ONU, desafía a su vecino chino, desafía a la comunidad internacional, en detrimento de la paz y de la seguridad internacionales, de la paz y la seguridad regionales”, fustigó Russel.
El gobierno japonés reaccionó también con dureza. “Si Corea del Norte se obstina en efectuar este lanzamiento, sería una violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y una seria provocación”, dijo el miércoles el primer ministro Shinzo Abe ante el parlamento.
El ministerio nipón de Defensa emitió después una orden para destruir el misil “si se confirma que caerá sobre territorio japonés”.
Poco antes, el gobierno de Corea del Sur en una declaración oficial había urgido a Corea del Norte a renunciar al proyecto argumentando que “todo lanzamiento utilizando tecnología balística es una violación de las resoluciones de la ONU”.
Según la información proporcionada por el régimen norcoreano, el lanzamiento tendrá lugar en la mañana, en una horquilla entre las 07:00 a 12:00 locales (22H30-03H30 GMT) .
Las fechas escogidas sugieren que el lanzamiento coincidirá con el 16 de febrero, el cumpleaños del exlíder Kim Jong-Il, padre del actual jefe de Estado, Kim Jong-Un.
Las especulaciones en la comunidad internacional sobre este lanzamiento fueron creciendo en las últimas semanas, a causa de las imágenes satelitales que muestran un incremento de la actividad en la estación de lanzamiento de Sohae.
Desde principios de 2013, Corea del Norte ha aumentado las capacidades de la base de Sohae, que ahora puede lanzar cohetes a una mayor distancia y con cargas más pesadas.
Pero la mayoría de expertos cree que Pyongyang está lejos aún de alcanzar la capacidad de mandar misiles balísticos intercontinentales.
“Corea del Norte está aún lejos de poder atacar territorio estadounidense”, explicó Siegfried Hecker, uno de los principales expertos occidentales sobre el programa nuclear norcoreano.
“Sólo ha realizado un lanzamiento espacial con éxito. Necesita mucho más, pero ha hecho un gran esfuerzo en esa dirección”, indicó.
El plan de vuelo entregado a la ONU es similar al que fue utilizado en otro lanzamiento en 2012, lo que sugiere que volverá a utilizar el mismo tipo de cohete.
El cohete Unha-3 fue puesto en órbita con éxito en 2012, pero los expertos siguen dudando seriamente que Corea del Norte tenga la capacidad técnica de desarrollar un misil y una cabeza nuclear que pueda resistir el calor del regreso a la atmósfera.
El secretario de Estado de EEUU, John Kerry, viajó a Pekín la semana última para intentar convencer a China de que ejerza más presión sobre su aliado norcoreano y acepte más sanciones contra éste en la ONU.