Se trataría del primer test realizado por el régimen de Pyongyang con un arma termonuclear, cuya detonación es mucho más poderosa que la de los dispositivos atómicos convencionales que ha utilizado Corea del Norte en sus tres pruebas anteriores de 2006, 2009 y 2013.
“Ahora somos un estado nuclear que también posee la bomba de hidrógeno”, dijo un locutor en un espacio informativo especial de unos cinco minutos de duración emitido por la televisión estatal KCTV a las 12.00 hora local (03.30 GMT).
Corea del Norte también anunció en su agencia estatal de noticias KCNA que el líder ordenó el pasado 15 de diciembre llevar a cabo esta primera prueba con una bomba de hidrógeno.
Previamente, centros sismológicos de Corea del Sur, EE.UU., China y Japón habían detectado un terremoto con una magnitud de entre 4,2 y 5,1 grados en la escala abierta de Richter en el noreste del país, cerca de la base de pruebas nucleares de Punggye-ri donde tuvieron lugar los anteriores test nucleares.
La detonación de hoy llega menos de un mes después de que el régimen de Kim Jong-un mencionara por primera vez que poseía la bomba de hidrógeno, una afirmación que no había podido ser verificada por la comunidad internacional.
El Gobierno de Corea del Sur, por su parte, ha convocado reuniones de emergencia de diferentes departamentos para analizar datos que puedan arrojar luz sobre el suceso y tratar de verificar si el ensayo corresponde o no a un explosivo termonuclear.
La bomba H puede multiplicar por millares la potencia de un artefacto nuclear común como los lanzados sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en 1945, por lo que en caso de poseerla Corea del Norte plantearía un importante reto a la comunidad internacional en materia de seguridad.
En respuesta a las tres pruebas realizadas con anterioridad, el Consejo de Seguridad de la ONU ya impuso fuertes sanciones a Corea del Norte que limitan de forma estricta sus transacciones internacionales y agudizan el aislamiento económico del país.