El jueves poco antes de mediodía, en un pequeño pero legendario teatro de Bogotá, el presidente Juan Manuel Santos y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño ("Timochenko") rubricarán el nuevo pacto, renegociado para incluir propuestas de la oposición tras su victoria en las urnas.
El protagonismo pasará luego al Congreso, que deberá aprobarlo y será clave en su implementación.
El anuncio el martes por el gobierno y las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC, marxistas) de que la refrendación quedaba en manos del Congreso, donde el oficialismo tiene mayoría, dejó sectores insatisfechos, en particular, al partido Centro Democrático, del expresidente y actual senador Álvaro Uribe.
Esa formación política aseguró este miércoles en un comunicado que se da un “golpe a la democracia al negar” la refrendación popular.
“Esta decisión desconoce el triunfo del ’No’” en el plebiscito del 2 de octubre, dijo el partido.
El uribismo insiste en introducir más cambios al pacto, además de los ya operados, como el inventario de bienes que las FARC deberán entregar para reparar víctimas o el reporte detallado sobre su participación en el narcotráfico.
Centro Democrático, que anunció próximas acciones de calle, sigue rechazando que guerrilleros culpables de delitos atroces puedan presentarse a cargos de elección antes de cumplir sus penas.
Sobre la validación, el analista Ariel Ávila explicó a AFP que “el gobierno tiene discrecionalidad” y “no es obligatorio para un proceso de paz la refrendación popular” .
Además, “en las elecciones del año 2014 el Congreso tuvo una votación de unos 16 millones (...) mucho más que lo que tuvo el plebiscito, que fueron 13 millones (...), y los congresistas son los representantes de los colombianos” , dijo este experto de la Fundación Paz y Reconciliación.
La decisión de refrendar lo pactado en el Congreso obtuvo también el apoyo de la Iglesia católica. “La aceptamos como la medida que escogió el presidente (...) los colombianos queremos la paz y el camino es este: un acuerdo de paz” , dijo el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Luis Augusto Castro, en rueda de prensa.
Sin embargo, según una encuesta de Datexco divulgada este miércoles por la emisora La W, 58% de los consultados opina que gobierno y FARC deberían hacer más modificaciones basadas en sugerencias de la oposición.
“Pasan por encima de nosotros, como si nuestra opinión no valiera” , dijo a AFP Angie Suárez, asesora comercial de 21 años, a quien le “parece tenaz” (grave) que el acuerdo sea ahora refrendado por el Parlamento.
En cambio, Manuel Durán, vendedor ambulante de 40 años, cree “mejor que lo haga el Congreso”, porque una nueva consulta popular “divide al país” .
El ministro de Interior, Juan Fernando Cristo, dijo a Blu Radio que hubieran “preferido que los sectores del ’No’ acogieran buena parte del acuerdo” , aunque manteniendo “su reserva frente a unos puntos” .
“No se pudo, lamentablemente, pero no nos podemos quedar sentados esperando a que siga diluyéndose esa posibilidad de paz y que siga en riesgo ese cese bilateral al fuego” , vigente desde fines de agosto y que se decidió mantener tras el plebiscito, dijo.
Gobierno y FARC han tildado de “frágil” el cese bilateral mientras no entre en vigencia todo el acuerdo, especialmente tras conocerse la semana pasada la muerte de dos guerrilleros en supuestos combates con el Ejército y el reciente asesinato de varios líderes sociales.
Para preservar la paz, el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, dijo a Caracol Radio que el Congreso está dispuesto a “trabajar todos los días” primero en la refrendación del acuerdo y luego en la aprobación de las leyes necesarias para ponerlo en marcha.
Así, detalló que este mismo jueves será llevado el texto al Congreso, donde el martes comenzará su discusión en ambas cámaras.
“Esperamos que entre uno y dos días pueda ser un tiempo suficiente para (...) un debate tranquilo, abierto, con televisión, de cara al país, donde no solo van a participar congresistas” sino también víctimas y políticos con posiciones contrarias, explicó.
Inmediatamente tras la refrendación, el Congreso recibirá en los primeros días de diciembre un paquete de leyes que servirán para implementar lo acordado y que, según Lizcano, tienen previsto evacuar en ocho meses, durante los cuales el Parlamento será clave para acabar con un conflicto armado de más de medio siglo.