La manifestación partió hacia las 15.30 horas (20.30 GMT) desde el Campo de Marte, para seguir un recorrido por el centro histórico de Lima que terminará en una concentración en el Paseo de los Héroes Navales, frente a la sede del Poder Judicial.
En otras ciudades del país, cientos de integrantes de colectivos civiles y sociales también marcharon por las calles principales portando pancartas y lanzando lemas en defensa de las mujeres y para exigir a las autoridades castigos más drásticos para los atacantes.
En Lima, participan miles de hombres y mujeres de todas las edades, así como miembros de organizaciones civiles y sociales, organismos del Gobierno y representantes de partidos políticos. La marcha fue convocada durante las últimas semanas mediante las redes sociales, después de que los medios se hicieran amplio eco de sentencias judiciales consideradas benévolas contra los atacantes de mujeres.
El presidente Kuczynski se unió a la convocatoria al publicar un mensaje en su cuenta en la red social Facebook, que acompañó con una foto en la que apareció junto a su esposa, la norteamericana Nancy Lange, y su hija menor, Susan, y el cartel que identifica a “Ni una menos”. “Sin respeto no hay sociedad que funcione. Rechazamos cualquier acto de desigualdad y violencia de género”, señaló Kuczynski
Tras confirmar, posteriormente, desde la ciudad de Huánuco, que iba a participar en la marcha junto con su esposa, Kuczynski llegó por la tarde y acompañó a los manifestantes durante media hora. En la manifestación también participó la segunda vicepresidenta peruana, Mercedes Aráoz, quien ha sido una de las autoridades más activas en la promoción de la marcha.
“Toda mi comprensión y mi apoyo a esta marcha”, declaró Aráoz antes de decir que en Perú “no permitimos ni queremos una víctima más de la violencia”. Aráoz confesó que ella también fue una víctima de violencia psicológica y no denunció a su agresor, por lo que pidió a las mujeres maltratadas que no callen y busquen ayuda.
El viernes, el ministro del Interior, Carlos Basombrío, afirmó que el tema fue discutido en el Consejo de Ministros “y la actitud general del Gobierno es de simpatía e identificación con los objetivos de la marcha”. La ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Romero, consideró, por su parte, que la marcha es el inicio de un camino para desterrar la violencia hacia la mujer.
La Policía Nacional del Perú (PNP) dispuso la movilización de unos 2.500 agentes para garantizar la seguridad durante la multitudinaria marcha.