La CIDH, organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA), instó al Estado paraguayo a proteger a la niña, cuyo embarazo de cinco meses y de alto riesgo por su corta edad podría vulnerar su derecho a la vida y a su integridad personal, física y psicológica.
La Comisión, con sede en Washington, pone de relieve un informe de una junta médica, compuesta por doctores, psiquiatras y psicólogos de distintas especialidades, que el 12 de mayo de este año destacó que la niña, que mide 1,39 metros, pesa 34 kilos y padece de desnutrición y anemia, tiene cuatro veces más posibilidades de morir por el embarazo que una mujer adulta.
Este informe subraya que, en caso de continuar con la gestación, la niña tendría 1,6 veces más riesgo de sufrir hemorragia post parto, 4 veces más de riesgo de infección endometrial, 1,4 veces más riesgo de padecer anemia y 1,6 veces más de sufrir eclampsia, infecciones sistemáticas y riesgos en su futuro reproductivo.
El informe habría recomendado que “se interrumpa el embarazo y que se evite la revictimización de la niña”.
Por eso, la Comisión cree que se cumplen los requisitos de gravedad, urgencia e irreparabilidad necesarios para solicitar al Ejecutivo paraguayo que proteja la vida de la menor, garantizándole acceso a un tratamiento médico adecuado para su situación y permitiéndole decidir en este aspecto.
Además, el organismo internacional exige a Paraguay que adopte todas las medidas necesarias para que la menor cuente con todos los apoyos técnicos y familiares necesarios para proteger sus derechos.
Para atender a estas reclamaciones, la CIDH fijó un plazo de 72 horas, tras el que Paraguay debe de haber presentado un informe detallando las acciones tomadas para responder a las medidas de protección.
Con estas acciones, la CIDH responde a la solicitud presentada el 20 de enero de 2014 por el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM) y otra organización defensora de los derechos de las mujeres, Equality Now.
Ambas asociaciones sostienen que el Estado de Paraguay no ha aplicado todas las medidas necesarias pues, según detallan, en agosto de 2014 la justicia del país rechazó investigar una denuncia por abusos que había interpuesto en enero de ese año la madre ante la Fiscalía de Penal Nº5.
Según las organizaciones denunciantes, el sistema de salud público paraguayo tardó en averiguar la causa de los dolores continuados y vómitos de la pequeña.
En abril de 2015, tres meses después de las primeras molestias, el Hospital Materno Infantil Santísima Trinidad, comunicó a la madre de la niña que su hija cursaba un embarazo de alto riesgo por su corta edad y el desarrollo incompleto de su útero, según los denunciantes.
Fue en ese centro médico de la capital del país donde la niña confesó a una psicóloga y una trabajadora social que la pareja de su madre había abusado de ella sexualmente, según las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres.
Tras recibir las denuncias, la CIDH solicitó información adicional a los demandantes y al Estado, que el pasado 27 de mayo aseguró que la niña está siendo evaluada constantemente en el Hospital Materno Infantil Reina Sofía, donde recibe tratamiento psicológico especializado de la Cruz Roja paraguaya.
Este caso ha levantado polémica entre asociaciones contrarias al aborto, como la española “ Hazte Oír ” , que respalda una recogida de firmas emprendida en la plataforma CitizenGO para impedir que la menor ponga fin a su embarazo.