Ambulancias, camiones de bomberos y policía invadieron las calles del barrio de París donde tuvo lugar el atentado más mortífero de las últimas décadas en la capital francesa. Los bomberos atienden a varias personas conmocionadas, mientras se llevan a otra, aparentemente inconsciente, en una camilla. Un periodista que trabaja en un local ubicado frente al de Charlie Hebdo, habla de “cuerpos en el suelo, charcos de sangre, heridos muy graves” .
Hacia las 11H30 de París (7:30 hora paraguaya), hombres armados con kalashnikovs irrumpieron en la sede del semanario satírico Charlie Hebdo en una calle del distrito XI de París. “Estaba en el edificio en (...) el corredor. Entró gente buscando Charlie Hebdo. Luego dispararon para impresionarnos”, dijo a la AFP una empleada de correos, quien logró huir. En la oficina del semanario, se registran por lo menos 12 muertos, en el atentado más mortífero de las últimas décadas en Francia.
Al oír disparos y policías que acudían, Regina, quien estaba en una sala de espera de un centro de oftalmología, a unos cien metros del lugar de los hechos, cuenta haber “pensado enseguida que era un atentado” y haber tenido la impresión de estar en una “serie” televisiva. “Vi a dos hombres salir del edificio, disparar, subir a un Citroen 3 negro e irse hacia el bulevar Richard-Lenoir”, relata tranquilamente un testigo que vive cerca de la sede del semanario satírico y pide permanecer en el anonimato.
En un video filmado en el bulevar, a decenas de metros de la sede de Charlie Hebdo, los dos hombres con fusiles automáticos salen de su vehículo, matan de un balazo en la cabeza disparado a quemarropa a un policía, gritan “¡Vengamos al profeta Mahoma!” y se dan a la fuga en coche.
“Estaban encapuchados, con armas kalashnikov o fusiles M16”, describe el vecino, a quien los asaltantes parecieron “serios” . Tanto es así que pensó que “eran fuerzas especiales persiguiendo traficantes de droga”. “Parecía que estuvieron filmando una película”, agrega. “Iba a clase, salí del metro y oí disparos (...) tal vez hayan sido tres” , dice Lilya Mohdeb, una estudiante de 24 años. “Hubo gente que me dijo: 'están disparando, ¡agáchese!’”, añade la joven, quien, “sin pensar” , entró “inmediatamente en el metro” . Conmocionada, “demoré una hora antes de volver” a la calle, explica.
Bocar Diallo, quien trabaja en un taller mecánico cercano, dice haber “visto policías disparando, durante por lo menos tres o cuatro minutos”. “Quisimos salir, pero oímos ráfagas y los policías nos dijeron que nos quedáramos adentro”, explica, después de que un policía herido se refugiara en su taller mecánico. Decenas de personas pasan cerca del perímetro de seguridad, hablando por sus teléfonos celulares. “Es una locura, en pleno centro de París”, dice una de ellas.