La jefa de la diplomacia venezolana, Delcy Rodríguez, llegó al Palacio San Martín de Buenos Aires, entre algunos empujones de policías antimotines y la prensa, junto con su par boliviano David Choquehuanca.
Ya dentro de la sede de la cancillería, Rodríguez se fotografió con Choquehuanca y tuiteó que esperaban a sus pares de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, a quienes atribuyó una “confabulación” contra su país.
“A pesar de que estos presidentes (del bloque) insisten en que Venezuela no participe. Bueno, nos meteremos por la ventana, porque vinimos aquí a defender los derechos de Venezuela y a defender y hacer valer también los derechos del Mercosur”, dijo en la puerta de sede de la cancillería argentina.
El ministro de Relaciones Exteriores paraguayo, Eladio Loizaga, había ratificado en Asunción que Rodríguez “no está invitada” a la reunión del miércoles. “El Gobierno venezolano no está invitado”, subrayó.
La canciller argentina, Susana Malcorra, anfitriona del encuentro, anunció que Buenos Aires asumirá la presidencia pro témpore del Mercosur el 1 de enero, tras una gestión colegiada de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay durante el segundo semestre de 2016 que correspondía a Venezuela.
Caracas no pudo asumir la función tras ser suspendida por sus socios, que la acusaron de incumplir con los parámetros técnicos y políticos del bloque.
El gobierno de Nicolás Maduro rechazó la suspensión, la que calificó de “golpe de estado”, en tanto afirmó que de todos modos ejercía la presidencia rotativa del bloque.
“Seguimos ejerciendo la presidencia pro tempore del Mercosur, hasta que se den las condiciones para el traspaso”, recalcó Rodríguez el miércoles.
Rodríguez disertará luego en el Instituto Patria, la fundación creada por la expresidenta Cristina Kirchner (2007-2015) -que sostuvo una estrecha relación con el chavismo en Venezuela- para mantener su militancia política e ideológica tras dejar el poder hace un año.
El Mercosur dio un viraje ideológico de 180 grados. Las tensiones entre el gobierno de Maduro y sus socios aumentaron con la llegada al poder de gobiernos liberales de Mauricio Macri en Argentina y de Michel Temer en Brasil, quien asumió la presidencia tras la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff.
El presidente venezolano acusa en particular a Argentina, Brasil y Paraguay de conformar una “alianza” para destruir la “revolución bolivariana” fundada por el fallecido Hugo Chávez (1999-2013).
Los tres países han denunciado violaciones de derechos humanos por parte del gobierno de Maduro, como el encarcelamiento de opositores, lo que a su juicio le impide ser parte del Mercosur.
Piden que Venezuela cumpla “lo antes posible” los compromisos del Mercosur, tanto en las disposiciones comerciales como en política, para reincorporarse al bloque al que ingresó en 2012.
“Cuando haya una adecuación de normas legales internas, leyes, reglamentos, que pongan a Venezuela en pie de igualdad con el resto, pasará de nuevo a ser un miembro de pleno derecho” , había declarado Malcorra en Brasilia.
En tanto, el gobierno uruguayo de Tabaré Vázquez mantiene una posición menos enconada hacia Caracas, y el martes reafirmó su apoyo a la continuidad de Venezuela en el bloque con voz pero sin voto, tras una conversación el lunes con Maduro.
En la reunión extraordinaria entre Malcorra, Loizaga y sus pares de Brasil, José Serra, y de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, se abordará la situación con Venezuela así como impulsar las negociaciones de un acuerdo comercial con la Unión Europea, informaron fuentes diplomáticas.
Malcorra dijo que la prioridad de la presidencia argentina del bloque será avanzar en la negociación de un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, pero sin Venezuela. Caracas “siempre fue ajena a esas negociaciones” , fundamentó la canciller.
La creación de la unión aduanera del Mercosur a comienzos de la década de los años 90 produjo un formidable impulso a las economías de los cuatro países fundadores.
El comercio se multiplicó. Argentina y Brasil pasaron a ser los mayores socios con suculentos negocios bilaterales. Pero las crisis internas en ambas naciones hicieron entrar al grupo en la zona gris en la que se encuentra.