BRASILIA. Bolsonaro, que venció en las elecciones presidenciales de octubre pasado, aseguró que el aplazamiento de una visita del canciller Aloysio Nunes a Egipto se debió a problemas de agenda y no a represalias de El Cairo por sus anuncios relacionados con el traslado de la embajada de su país en Israel.
Y agregó que esa mudanza “no es una cuestión de honor” para Brasil. “Hasta donde sé, el aplazamiento de la visita de Nunes fue un problema de agenda. Sería prematuro que un país tome represalias en función de algo que aún no está decidido”, declaró.
“Para nosotros, esa decisión no es una cuestión de honra. Aunque quien decide dónde queda la capital de Israel es el pueblo, el Estado de Israel”, prosiguió.
Bolsonaro, que asumirá el cargo el 1 de enero, aún no anunció quién será su ministro de Relaciones Exteriores.
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Pero en línea con Estados Unidos, el excapitán del Ejército afirmó durante la campaña que pretende trasladar la embajada brasileña a Jerusalén, ciudad santa para cristianos, judíos y musulmanes que hasta hoy es objeto de una sensible disputa.
Y ya como presidente electo, el jueves pasado, reiteró su intención.
“Como fue afirmado durante la campaña, pretendemos transferir la embajada de Brasil de Tel Aviv a Jerusalén. Israel es un Estado soberano y nosotros lo respetamos”, tuiteó el ultraconservador.
Especialistas consideran que se trata de una movida arriesgada, a contracorriente de la tradición diplomática brasileña de los últimos 50 años, que podría perjudicar además las relaciones comerciales con los países árabes.
Según datos del Ministerio de Industria y Comercio Exterior, los países que componen la Cámara Árabe de Comercio compran 19% del volumen de carne bovina que exporta Brasil. De enero a septiembre, fueron 229.000 toneladas.
El embajador palestino en Brasil dijo el lunes que espera que la promesa de Bolsonaro sea solo “un anuncio de campaña” y aseguró que trabajará para evitarlo.
El Estado hebreo considera toda la ciudad de Jerusalén como su capital, en tanto que los palestinos aspiran a que Jerusalén Este se convierta en la capital de su futuro Estado.
Para la comunidad internacional, el estatuto de la Ciudad Santa tiene que negociarse entre las dos partes, y las embajadas no tienen que instalarse allí hasta que no se haya alcanzado un acuerdo.
Israel ocupa militarmente desde 1967 Cisjordania, territorio palestino, al igual que Jerusalén Este, la parte palestina de la Ciudad Santa, que anexó. Esta anexión nunca ha sido reconocida por la comunidad internacional.
Brasil reconoció a Palestina como Estado en 2010, bajo la presidencia del socialista Lula da Silva.
Pero ya en 1975, durante la dictadura militar, había reconoció a la OLP como movimiento de liberación nacional, según el ministerio brasileño de Relaciones Exteriores.
En 1993, autorizó la apertura de una Delegación Especial palestina en Brasilia y en 1998 equiparó su estatuto al de una embajada.