Fue la mayor manifestación contra el ultraderechista Bolsonaro desde que asumió su mandato.
En declaraciones que concedió a periodistas brasileños en la ciudad estadounidense de Dallas, en donde inició una visita de dos días, el jefe de Estado aseguró que los estudiantes que tomaron las calles este miércoles en todo Brasil son “idiotas útiles” e “imbéciles” al servicio de “una minoría de aprovechados que componen el núcleo de las universidades públicas”.
Según el líder ultraderechista, los “militantes” que participaron en las protestas fueron usados como “masa de maniobra” por funcionarios de las universidades cuyos intereses fueron contrariados.
“Es natural (que protesten), pero la mayoría es militante que no tiene nada en la cabeza, que no sabe responder cuánto es '7x8' ni sabe la fórmula (química) del agua. No saben sobre nada. Son unos idiotas útiles, unos imbéciles, que son usados como masa de maniobra por una minoría aprovechada que compone el núcleo de muchas universidades federales de Brasil”, dijo.
Las manifestaciones, que reunieron hasta 250.000 personas en ciudades como Belo Horizonte, fueron convocadas por las redes sociales en protesta contra el anuncio del Gobierno de que recortará el 24,8 % de los recursos públicos destinados a financiar gastos no obligatorios de los presupuestos de las universidades públicas.
Estos gastos están destinados a financiar el pago de cuentas de servicios públicos y la compra de material básico.
El Gobierno aclaró que los recursos públicos destinados a financiar los gastos obligatorios de las universidades, que corresponden al 86,2 % del total y se refieren a salarios para los profesores e inversiones, no serán reducidos, por lo que el recorte tan sólo afecta el 3 % del presupuesto para el sector.
Bolsonaro afirmó que el Gobierno fue obligado a promover ese recorte debido a que la situación de las cuentas públicas es crítica y la recaudación prevista para este año será muy inferior a la inicialmente calculada.
“En realidad no hay recorte. Lo que pasa es que asumimos un Brasil destruido económicamente, con baja recaudación, lo que afecta las proyecciones de quienes hicieron el presupuesto el año pasado. Si no hacemos esa reducción de recursos, simplemente violaremos la ley de responsabilidad fiscal”, afirmó.
Agregó que los recortes afectan varios sectores y no sólo la educación pero que son necesarios para evitar un agravamiento del ya elevado déficit en las cuentas públicas.
“Me gustaría que nada fuese reducido, en especial para la educación, aunque la educación en Brasil deja mucho a desear. Las calificaciones de las pruebas de evaluación que se hacen cada tres años siguen cuesta abajo. De los jóvenes con hasta 15 años, en el noveno año de escuela, un 70 % no sabe una simple regla de tres”, alegó.
Según Bolsonaro, el alto número de desempleados, que hasta el mes pasado era de cerca de 14 millones de personas, obedece a la baja cualificación de los trabajadores, lo que atribuyó a los trece años en que Brasil fue gobernado por el izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).