En la entrevista, que se publicará completa mañana pero de la que el medio adelanta extractos hoy, Bolsonaro declaró su apoyo a Israel en foros internacionales y aseguró que su promesa de mudar la embajada -siguiendo los pasos de EE.UU. y Guatemala- no era solo un golpe de efecto electoral.
“Israel es un Estado soberano. Si ustedes deciden cuál es su capital, nosotros les seguiremos. Cuándo me preguntaron durante la campaña si trasladaría la embajada si fuera elegido presidente, contesté sí”, manifestó en la entrevista telefónica con el diario.
El mandatario, que asumirá su cargo el 1 de enero que viene, contó que estuvo en Israel hace dos años y que pretende volver al país, y añadió que “ama a la gente de Israel y al Estado de Israel”.
“Puedo asegurarles que incentivaré una relación cercana y cooperación muy productiva entre ambas partes comenzando en 2019”, prometió.
Durante su campaña electoral, Bolsonaro también cuestionó la legitimidad de la legación diplomática palestina en Brasilia. Ésta, afirmó, fue construida demasiado cerca del palacio presidencial, motivo por el que habrá que moverla, dijo, y agregó que “Palestina primero tiene que ser un país para tener derecho a una embajada”.
En lo concerniente al apoyo de su futuro Gobierno a Israel en foros internacionales como las Naciones Unidas, el político brasileño señaló: “Pueden contar con nuestro voto en la ONU. Sé que el voto es muchas veces simbólico, pero ayuda a definir la postura que un país desea adoptar”.
Tras su reciente victoria electoral, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, felicitó a Bolsonaro por teléfono el pasado lunes y lo invitó a visitar Israel.
“Confío en que su elección llevará a una gran amistad entre los dos pueblos y al fortalecimiento de los lazos entre Brasil e Israel”, dijo el jefe de Gobierno israelí a Bolsonaro.
El líder del Partido Social Liberal (PSL), de 63 años, ganó las elecciones del pasado domingo, 28 de octubre, con un 55% de los votos, frente al 45% que obtuvo el progresista Fernando Haddad, candidato del Partido de los Trabajadores (PT).
El ultraderechista, que fue considerado durante la campaña electoral como el Donald Trump brasileño debido a su confesa admiración por el presidente estadounidense, sucederá en el cargo a Michel Temer.