Tras haber realizado su primer vuelo en enero de 2016, la cuarta generación de 737 destinada a vuelos cortos y de medio alcance empezó a ser entregada hace dos años.
A fines de enero, 350 unidades del nuevo birreactor de pasillo único habían sido entregadas a sus compradores, sobre un total de 5.011 pedidos registrados por Boeing, según el sitio del constructor.
En 2019, Boeing aspira a aumentar el ritmo de producción del 737 para pasar de 52 a 57 ejemplares por mes.
Tras el accidente de un primer 737 MAX de la compañía Lion Air en Indonesia, el 29 de octubre de 2018, la comunidad aeronáutica se interrogó sobre la falta información de las compañías y de los pilotos sobre su nuevo sistema de aviso de entrada en pérdida de sustentación.
También se plantearon interrogantes sobre un posible fallo de las sondas que captan la velocidad, así como sobre la duración de la formación de pilotos para habituarse al nuevo sistema, considerada corta.
El programa 737 MAX tiene cuatro variantes, en función del número de asientos disponibles: MAX 7 (172 asientos), MAX 8 (210), MAX 200 (220) y MAX 9 (230), según el sitio del constructor.
El precio de cada unidad oscila entre 99,7 y 129 millones de dólares. Su alcance es de 6.610 a 7.130 km, según Boeing.
Tanto en el caso del accidente de Ethiopian Airlines como en el de Lion Air se trató de un 737 MAX 8. Si se incluye a todas las generaciones, el Boeing 737, cuyo primer vuelo data de 1967, ha generado unos 10.000 ejemplares.
Se trata de una cifra récord para un aparato destinado a vuelos comerciales.