El hospital de niños Garraham de la capital argentina iniciará la prueba que comprenderá a unos cien pacientes de hasta 15 años. Los pacientes recibirán aceite de cannabis y su evolución será seguida durante dos años con el objetivo de alcanzar conclusiones para que el Estado lo incluya oficialmente como terapia.
“Tenemos expectativa médica y científica, creemos que podemos ayudar a los pacientes”, dijo el investigador jefe Roberto Carballo al diario Clarín.
El aceite que se utilizará en el ensayo del Garraham será importado de Canadá. Se espera que los primeros resultados del ensayo estén listos en seis meses.
Argentina legalizó el uso del cannabis con fines medicinales en marzo de 2017. La norma garantiza el acceso gratuito al aceite de cáñamo y demás derivados de la planta a los pacientes incorporados a un programa nacional para el estudio y la investigación del uso del cannabis.
Aunque la ley impulsó la producción pública del cannabis, hasta ahora no se ha iniciado y los pacientes con indicación médica deben inscribirse en un registro oficial para su importación.
Tampoco está permitido el autocultivo como reclaman varias organizaciones civiles que nuclean a pacientes. Además de la epilepsia, el aceite de cannabis es utilizado como terapia paliativa para el dolor en personas con cáncer, fibromialgia y para aliviar los efectos del Parkinson.
Uruguay se convirtió en 2013 en el primer país en aprobar una ley que permite el cultivo de marihuana para autoconsumo en el hogar, la formación de clubes de cultivadores para plantar en forma cooperativa y la compra en farmacias. Desde entonces varios países latinoamericanos han avanzado en legislaciones similares.