Capitanich rompió las páginas en las que Clarín informaba, el domingo, de la supuesta existencia de un borrador de la denuncia del fiscal Alberto Nisman en el que solicitaba la detención de Cristina Fernández por presunto encubrimiento de acusados iraníes del atentado contra la mutua judía AMIA.
Según Clarín, el borrador de la denuncia, con numerosas líneas tachadas, habría sido encontrado en el cubo de la basura de la casa del fiscal tras su muerte, de un disparo en la cabeza, el pasado 18 de enero, e incorporado al expediente de la causa.
La información de Clarín fue desmentida horas después por el juez del caso, Ariel Lijo, quien aclaró que las tachaduras fueron realizadas por el propio juzgado y que en la denuncia de Nisman no consta “ninguna petición sustancial respecto de los presuntos imputados”.
Tras romper el periódico, el jefe de Gabinete denunció que existe “una confrontación política urdida desde los medios opositores ” y advirtió que en 2015 “esto va a ser así, va a ser una dinámica muy activa en este año electoral”.
Alberto Nisman murió en circunstancias aún sin esclarecer la víspera de comparecer en el Congreso para detallar su denuncia contra la presidenta argentina y varios de sus colaboradores.
Según sostenía Nisman, la denuncia se basa en evidencias reunidas mediante escuchas telefónicas sobre las maniobras del Gobierno argentino para “librar de toda sospecha a los imputados iraníes” y “fabricar la inocencia de Irán” en el atentado contra la AMIA en 1994, que causó 85 muertos.