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Desde el punto de vista de un ejecutivo de Universal Pictures, una película dedicada totalmente a los Minions, los torpes pero adorables seres amarillos que se robaron las dos taquilleras películas animadas Mi Villano Favorito, tiene perfecto sentido; esas cosas están en todos lados, son increíblemente populares y una película centrada en ellos tiene el éxito taquillero asegurado.
Pero desde un punto de vista narrativo, era difícil no tener dudas desde el anuncio del filme: tomar a personajes secundarios populares y convertirlos en protagonistas es algo que no siempre da buenos resultados (levanten las manos los que recuerden que Joey de Friends tuvo su propia serie) precisamente porque ciertas cosas son mejores en dosis no muy grandes, ciertos personajes funcionan mejor cuando están en un rol de apoyo. El humor de los Minions que funcionó tan bien dosificado cuidadosamente a lo largo de dos películas podía gastarse rápidamente si era el foco de una película en vez de solo un condimento...
O también podía funcionar perfectamente. ¿Por qué no? Cosas más extrañas pasaron, y Mi Villano Favorito 2 fue un filme enormemente divertido; con la misma gente detrás de aquél filme a cargo de Minions, había motivos para tener esperanza.
Lastimosamente, los miedos iniciales acabaron siendo totalmente fundamentados: los Minions sencillamente no son tan efectivos como protagonistas, y acabamos recibiendo una película que no carece de momentos divertidos, pero cuyas risas son mucho menos frecuentes y mucho menos potentes que las generadas por sus antecesoras.
Para aquellos curiosos sobre el origen de los Minions, el filme los explica (más o menos) con un interesante y divertido prólogo, desde su génesis como criaturas unicelulares – en una secuencia interesantemente animada de forma similar a los recientes videojuegos de Rayman – hasta su llegada a la superficie, donde se pasaron la mayor parte de la Historia sirviendo muy torpemente a algunos de los villanos más malévolos de todos los tiempos.
Sin embargo, tras un fracaso particularmente devastador, los Minions se exilian al norte del planeta. Tras mucho tiempo sin un amo al que servir, sufren de un fatal aburrimiento, así que tres de ellos – Kevin, Stuart y Bob – deciden partir en busca de algún supervillano, eventualmente llegando a una convención de genios malignos en Estados Unidos donde logran ponerse al servicio de la afamada villana Scarlett Overkill.
Para un filme que depende tanto del humor visual y enérgico – algo inevitable si tus protagonistas hablan en un idioma inventado - , Minions es inesperadamente lento, principalmente en su primera parte. La porción del filme entre el prólogo sobre los villanos históricos y el encuentro del trío protagonista con Scarlett es, a falta de un calificativo más elegante, aburrido. Está compuesto básicamente de “gags” visuales poco inspirados y tibios intentos de darles personalidades definidas a los tres Minions expedicionarios, algo que la película deja totalmente de lado - sabiamente, quizás - más adelante.
Las cosas mejoran un poco una vez que Scarlett y su esposo Herb aparecen para contrarrestar un poco el monopolio de tiempo en pantalla de los Minions, pero aunque hay momentos divertidos diseminados por el filme – una familia que ayuda a los Minions a llegar a Florida protagoniza un gran momento - , la cantidad de estos momentos que pueden generar carcajadas estridentes se pueden contar con los dedos de una mano; lejos está la energía maniática y contagiosa de Mi Villano Favorito 2, ausentes los momentos memorablemente hilarantes como la gloriosa introducción de El Macho.
Cabe mencionar aparte un elemento que generalmente pasa desapercibido en los filmes animados que llegan a esta parte del mundo: el trabajo de doblaje. Teniendo en cuenta que no hay funciones en las salas paraguayas que presenten el filme en su versión original en inglés, todos los que vayan a ver el filme lo harán en su versión latina, que tiene la particularidad de poner como las voces de Scarlett y Herb a los cantantes Thalía y Ricky Martin, reemplazando a Sandra Bullock y Jon Hamm, respectivamente. Aunque se nota que no son actores de doblaje, ambos artistas ponen el suficiente entusiasmo en su trabajo – particularmente Thalía – para hacer que sus versiones de los villanos sean divertidas.
Aunque ocasionalmente divertida, probablemente lo suficiente para satisfacer a los fanáticos del ejército de secuaces de Gru, Minions es demasiado ordinaria en su humor y escasa en su energía para ser considerada más que entretenimiento pasable, pero desechable.
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MINIONS
Dirigida por Pierre Coffin y Kyle Balda
Escrita por Brian Lynch
Producida por Janet Healy y Christopher Meledandri
Edición por Claire Dodgson
Banda sonora compuesta por Heitor Pereira
Elenco: Pierre Coffin, Sandra Bullock, Jon Hamm, Michael Keaton, Allison Janney, Steve Coogan, Jennifer Saunders, Geoffrey Rush, Katy Mixon y Michael Beattie