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Parece una coincidencia que una película sobre Jack Ryan se haya estrenado después de solo tres meses de la muerte de su creador, el escritor Tom Clancy (1947 – 1 de octubre de 2013). Para aquellos que no lo conocen, el personaje de Ryan tiene su matriz en los libros de espías de Clancy, y nace en La caza del octubre rojo (1984), que se hizo película seis años después, con Alec Baldwin interpretando a Ryan, pero sobre los actores le dedicaremos un párrafo más adelante.
El personaje tiene un renacer en esta nueva entrega dirigida por sir Kenneth Branagh, quien poco antes estuvo al frente de la primera entrega de Thor y en 2008 fue actor en la serie de televisión Wallander, basada en el personaje de Henning Mankell.
La historia de Ryan (interpretado ahora por Chris Pine) vuelve a empezar y se desprende de los libros de Clancy. El siempre analista de la CIA es reclutado por Thomas Harper (Kevin Costner) porque se lesionó la espalda en 2003, durante la guerra de Afganistán. Durante su rehabilitación conoce a la Dra. Catherine Muller (Keira Knightley), la que a la postre vendría a ser, en los libros, la Sra. Ryan.
La trama tiene como base –suponemos que como Clancy lo hubiese querido– una pelea, una suerte de lucha económica –con Rusia (en los libros, el escritor basa casi todas las historias de Ryan durante la Guerra Fría). El maquillaje moderno que se le da a Ryan en la película es atrayente. El rival es Víktor Cherevin (Kenneth Branagh), un rencoroso (y poderoso) nacionalista ruso que quiere ver hundirse a los Estados Unidos.
Anteriormente, además del mencionado Baldwin, Jack Ryan fue interpretado por Harrison Ford (Juego de patriotas, Peligro inminente) y Ben Affleck (La suma de todos los miedos). La actuación de Baldwin y Ford no tienen comparación, pues son muchísimo mejores que las de Affleck y Pine.
Dejando la reestructuración del personaje de lado por un momento, es conveniente analizar el surgimiento de lo que será esta franquicia del personaje y su renacimiento en la pantalla grande. Jack Ryan abandona sus orígenes y se convierte en un elemento de entretenimiento de thrillers, que, por qué no decirlo, viene bien para la industria del cine un poco adormecida en cuanto a acción se refiere. Se compara al Batman Inicia, de Christopher Nolan, a la nueva serie de películas de Superman, y hasta a las películas de James Bond, que de libros pasaron a tener sus guiones propios.
La película es buena y muy entretenida. No es, cierto, una obra a premiar ni mucho menos una obra de arte. Las actuaciones son, en líneas generales, también buenas.
Tal vez quienes hayamos visto las películas anteriores sentimos nostalgia de las historias de guerra fría, o mismo de las historias originales de Ryan. Pero hay que reconocer que el excelente director y actor Branagh se arriesga con una apuesta al personaje en una película donde todo aparenta quedar para otras varias secuelas del analista de inteligencia de los Estados Unidos.
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CÓDIGO SOMBRA: JACK RYAN (Jack Ryan: Shadow Recruit)
Dirigida por Kenneth Branagh
Escrita por David Koepp y Adam Cozad (basada en personajes de Tom Clancy)
Producida por Lorenzo di Bonaventura, David Barron, Mace Neufeld y Mark Vahradian
Edición por Martin Walsh
Dirección de fotografía por Haris Zambarloukos
Banda sonora compuesta por Patrick Doyle
Elenco: Chris Pine, Keira Knightley, Kenneth Branagh, Kevin Costner, Nonso Anozie, Colm Feore, Lenn Kudrjawizki, Alec Utgoff, Peter Andersson y Elena Velikanova