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Cuesta entender por qué una agrupación como Jarabe de Palo haya tardado tanto en debutar en un escenario local. Es lo que el mismo vocalista y guitarrista Pau Donés interrogó, con ironías, a lo largo de la noche en el recital de la madrugada del viernes en el Casco Antiguo de Asunción.
Un concierto en el que la intimidad y los sentimientos que propone su música fueron las estrellas de la noche. Quizás por eso no importó demasiado la falta de un público masivo. El espíritu de sus canciones se defendía por sí mismo, durante el repaso de clásicos y novedades.
El grupo abrió con Ilusinaciones, tema de su más reciente álbum, Somos (2014), para seguir con estrenos: Tú mandas y Hoy no estoy, una canción bellamente oscura.
“Hemos venido a seducirles y a pasarla bien”, aseguró Donés, antes de hacer Vecina, tema que grabaron junto a otro español, Leiva, en su nuevo material.
De pronto, los hits empezaron a llegar. Fue así como sonó Depende, que hizo cantar y bailar a todos los fans, en el festival Pilsen ReciclArte que antes abrieron Bohemia urbana y Kitapena.
El ritmo novedoso volvía con ¿Adónde vas?, siempre con los prolijos arreglos de la banda también integrada por Carmen Niño, Alex Tenas, Jordi Busquets y Riki Frouchtman.
Otro hit de la banda, Dos días en la vida, emocionó al público –con arreglos de tango incluidos–, al igual que con El lado oscuro y Bala perdida, poderosa canción con una lírica intensa.
Un momento de intimidad tuvo lugar cuando Donés se sentó con la guitarra para ofrecer una bella versión de Déjame vivir, primero, y Te miro y tiemblo después.
El amor mantenía su protagonismo con una versión de Je l'aime a mourir, del francés Francis Cabrel, que el vocalista dedicó a su compañero Alejandro Sanz, con quien grabó la versión.
Las mujeres paraguayas tuvieron dedicatoria en Cómo quieres ser mi amiga, y el público acompañó en voces durante otro esperado hit: Bonito.
Con un aire funky y rapeado incluido, el grupo presentó Somos, frenético tema que da nombre al nuevo álbum.
El público celebró el éxito La flaca, luego de que el cantante haya contado que la escribió para una modelo que conoció en Cuba durante la grabación de un video. “Le dije: ‘No me voy de la isla sin acostarme con usted’”, relató el autor.
Al grito de “¡Rohayhu, Paraguay!”, los españoles amagaban una salida, que tuvo en su regreso una versión acústica de Hoy no soy yo, la intensa Me gusta como eres y Grita, ya en plan despedida.
Mientras la madrugada del sábado seguía su rumbo, Jarabe de Palo se despedía de Asunción con sonrisa en los labios y, tal vez, solo una pequeña muestra de la riqueza musical de una banda que supo encontrar un sonido versátil, sensible, tan escaso de hallar en estos tiempos.