Calle 13: energía y protesta social

Con su habitual mezcla de mensajes de contenido social con rimas ingeniosas y ritmos bailables, Calle 13 trajo un repertorio renovado a su público paraguayo.

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A solo pocos días de lanzar su nuevo disco, Multi-Viral, el popular y musicalmente ecléctico grupo puertorriqueño Calle 13 se presentó en la noche del sábado y madrugada de este domingo en el Estadio “Alfonso Colmán” del Club Sport Colombia, en un show en el que ofreció sus grandes éxitos y un buen número de canciones de su nuevo material, todo dando como resultado un show vibrante.

La noche en Fernando de la Mora comenzó con las presentaciones de los grupos locales Villagrán Bolaños y Bohemia Urbana, que precedieron con altura al dúo argentino Illya Kuryaki and the Valderramas, compuesto por Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur, recientemente reunidos luego de una pausa de varios años en las actividades del conjunto.

Los argentinos hicieron gala de una variedad en sus sonidos, como acostumbran hacerlo. Fueron del hip hop rico en arreglos electrónicos de Chaco a uno más clásico y noventoso de Ula Ula, al funk psicodélico de Jaguar house o al más tradicionalmente bailable y muy celebrado Yacaré, sin olvidar al infaltable Abarajáme, un clásico del grupo con el que cerraron su presentación.

Durante la espera comenzaron los cánticos, la impaciencia. “¿Qué pasó en Curuguaty?” era una de las consignas de la noche junto con otras como el más común “Olé, olé, olé”.

La música se hizo esperar cerca de media hora, hasta que cuando eran puntualmente las 23:00 la pantalla gigante del escenario se encendió para una cuenta hacia adelante, desde el uno hasta, lógicamente, el trece.

Con Fiesta de locos como declaración de intenciones, René Pérez (“Residente”), Eduardo Cabra (“Visitante”) e Ileana Cabra (“PG-13”) salieron al escenario a unirse a sus músicos y poner a la concurrencia a bailar y corear como solo los fans devotos pueden hacerlo.

El compromiso social era claro desde la misma camiseta de Pérez, que llevaba estampada la frase: “Calle 13 pregunta: ¿qué pasó en Curuguaty?”).

El baile de los pobres, como no podía ser de otra forma, obligó al público a seguir danzando, y luego el sonido cambió por uno más minimalista, aunque más intenso e impactante, con uno de los temas nuevos del grupo: El aguante.

Metiendo la mano de nuevo en el baúl de los recuerdos, “Residente” y compañía continuaron el espectáculo con Nadie como tú –grabado originalmente junto a la banda mexicana Café Tacuba–, haciendo gala de ese dominio de la palabra, esa maestría de sinónimos, adjetivos, sustantivos y verbos que hace a la música de Calle 13 tan vigorizante.

Un masivo acompañamiento tuvo la Cumbia de los aburridos, tras la cual “Residente” prometía un pronto regreso de la banda a Paraguay para un nuevo show. El acompañamiento multimedia fue constante, esta vez exhibiendo en la pantalla una radio gigante. El ritmo se tornó más relajado con La vuelta al mundo, dándole un poco más de protagonismo a la efectiva voz de “PG-13”. Con la canción, Pérez instó al público a hacer “lo que les guste”.

Un rap más puro y duro se apoderó de la noche en Digo lo que pienso, seguido de ese himno del inmigrante en que se convirtió Pa'l norte. Entonces vino el tema que da nombre al nuevo disco, Multi-Viral, con audio de Julian Assange, fundador de Wikileaks y con quien “Residente” escribió la canción. A modo de presentación, el vocalista arremetió contra la prensa, como acostumbra hacerlo a través en sus canciones. “Tengo ganas de no dar más entrevistas”, aseguró el cantante.

Un ritmo ominoso acompañó a La bala, mencionando la violencia en Puerto Rico, Venezuela y el resto del mundo; y la intensidad se mantuvo con El hormiguero, para luego volver a hacer estallar en danza a la audiencia en el “hit” pasado Tango del pecado.


Otro cambio radical en ritmo siguió con la soñadora Ojos color sol, aquella bella canción que “Residente” escribió con el legendario trovador cubano Silvio Rodríguez; luego vino la muy coreada y celebrada La perla, para luego volver a pisar el acelerador con otro de esos temas infaltables en un concierto de Calle 13, la explosión de rap con fondo de rock Calma pueblo.

Acto seguido “Residente” hizo una pausa en la música para hacer salir al escenario a Leonardo González, un indígena de la comunidad Sawhoyamaxa, que lleva años exigiendo a las autoridades paraguayas la restitución de tierras ancestrales en el Chaco, hasta ahora sin éxito, una causa por la que René Pérez se había pronunciado más temprano el sábado. González regaló al puertorriqueño una camiseta blanca, que el cantante se la puso.

Otro himno de la carrera de la banda, Latinoamérica, dio continuidad al show, que entró en su “encore” final con un proverbial regreso al año 2005, año en que la banda daba su salto a la fama internacional con aquel pegajoso reggaetón llamado Atrévete-te.

Siguieron Muerte en Hawai y otro estreno, Respira el momento, antes de que la movida Vamo' a portarnos mal cierre el recital.

“¡Gracias, Paraguay!”, fueron las últimas palabras que pusieron broche final al show, antes de que los músicos salieran del escenario. Mientras cierta parte del público esperaba un regreso o una despedida de parte de la agrupación, lo cierto es que la banda no volvió a salir.

Con su intensa energía, frases vertiginosas, ritmos estridentes, bailes, saltos y denuncias sociales, Calle 13 cumplió con un público que disfruta de su propuesta.

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