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Por simple lógica Avengers: Era de Ultron no debería funcionar. Los Vengadores fue un logro masivo, una comunión casi milagrosa del talento de un director y guionista, la visión unificadora de un productor, el gran trabajo de un elenco de actores perfectamente seleccionado; Joss Whedon tuvo la tarea de hacer malabares con personajes y tramas provenientes de cinco películas previas, y de alguna forma se las arregló para mantener un equilibrio con tantos protagonistas, balanceando gigantescas dosis de espectáculo con momentos exploración de sus personajes de forma que los hacía aún más fascinantes y entrañables.
En aquella ocasión Whedon lo logró, pero parecía un esfuerzo titánico y no careció de imperfecciones. La lógica dicta que intentar hacer Los Vengadores de nuevo pero más grande, con más personajes, más secuencias de acción y más sub-tramas, relaciones y conexiones a casi todo lo que vino antes, debería hacer que el filme colapse bajo su propio peso, que Whedon no pueda con tantas cosas y el acto de malabarismo acabe en desastre.
Y sin embargo lo logró. Whedon lo hizo de nuevo. Avengers: Era de Ultron es el filme más grande de la historia del género de los filmes de superhéroes en tamaño y cantidad de su espectáculo, pero al mismo tiempo se mantiene disciplinadamente sometido al firme guión de su director, que entiende que todas esas batallas masivas son más efectivas si en medio de ellas tenemos a personajes complejos que entendemos, por quienes tememos y a quienes genuinamente queremos ver triunfar.
El filme comienza con una gran secuencia de acción en Europa la que los Vengadores atacan un complejo de Hydra, la fuerza que había corrompido a S.H.I.E.L.D. desde dentro. Whedon emula una de las mejores escenas de Los Vengadores siguiendo a sus héroes en una espectacular toma larga mientras zigzagean entre árboles y arrasan con secuaces anónimos en busca del cetro de Loki, que cayó en manos estos villanos.
Pero Tony Stark (Robert Downey Jr.) encuentra algo más que el cetro de Loki en la base: halla una forma de proteger a la Tierra de forma definitiva, una “armadura para el mundo” que lo proteja de algo como la invasión extraterrestre que los Vengadores milagrosamente detuvieron años atrás. Usando sus hallazgos, Stark crea a Ultron (James Spader), una inteligencia artificial de enorme complejidad que planea poner a cargo de sus “legiones de hierro”, robots que creó como una fuerza mundial de protección.
Sin embargo, cual Skynet con carisma, Ultron no tarda en probar ser demasiado inteligente y peligroso, decidiendo que la humanidad debe evolucionar, y que la evolución llega por medio de la extinción.
Esta definitivamente es una película de tono más oscuro que su predecesora, la versión Marvel de El Imperio Contraataca; introduciendo a los gemelos Pietro (Aaron Taylor-Johnson) y Wanda Maximoff (Elizabeth Olsen), Whedon hace de la venganza una parte importante de la trama (los gemelos guardan rencor a Stark porque armas fabricadas por él mataron a sus padres), y con los poderes psíquicos de Wanda el director se permite explorar el interior de las cabezas de sus personajes, y mostrarnos la oscuridad dentro de ellos, el miedo de Viuda Negra (Scarlett Johansson) ante su pasado, el terror que tiene Tony a fallar como protector, la pena del Capitán América (Chris Evans) por la vida que nunca pudo tener. Pero incluso cuando simplemente está filmando a dos actores conversando, haciendo dramáticas declaraciones o payaseando con el martillo de Thor (Chris Hemsworth) - porque el humor prevalece a pesar del tono oscuro - , Whedon no pierde oportunidad alguna de añadir una pizca más de profundidad a sus personajes.
Y allí, al final, yace el secreto de por qué las masivas escenas de acción que generalmente siguen a esos momentos funcionan tan bien, por qué las secuencias de destrucción masiva y combates gigantescos acarrean un peso infinitamente superior a secuencias similares de filmes como la saga Transformers: los personajes en el centro de esas peleas son tan cuidados por el guión que en ningún momento el público piensa en ellos como actores disfrazados o efectos especiales, que es lo que en realidad son, sino que los ve como seres creíbles con miedo, duda, valentía, sentido del humor, ingenio; así, las batallas no son simples despliegues de efectos, son acontecimientos con consecuencias.
Eso tiene la ventaja adicional de que el filme no se vuelve aburrido en las escenas en las que nadie está siendo lanzado a través de edificios y nada está explotando. Además, Whedon juega de forma interesante con la forma en que se relacionan los Vengadores; de alguna forma, tiene perfecto sentido que se desarrolle un romance entre Natasha Romanoff y Bruce Banner, una mujer que lucha contra un pasado en que fue un monstruo figurativo y un hombre que vive al borde de transformarse en uno literal.
Pero esas escenas en las que sí hay derrumbes de edificios, explosiones y gente volando son masivas. Como puro espectáculo, Avengers: Age of Ultron es probablemente lo más impresionante que ha salido jamás del género de los superhéroes en el cine. ¿Esa pelea entre Iron Man y Hulk que se anticipa en los tráilers? Es mucho más impresionante que lo que los avances hacen creer, e incluso esa escena palidece al lado de la prolongada batalla final del filme.
A estas alturas decir que Downey Jr., Evans, Ruffalo, Hemsworth, Johansson y compañía hacen un gran trabajo ya sería entrar en redundancias. Ninguna sorpresa allí. La gran sorpresa que trae el filme es Ultron, interpretado con fría amenaza robótica y chispazos de humanidad por James Spader; la principal flaqueza de las películas de Marvel Studios han sido sus planos y olvidables villanos, con la excepción obvia del excelente Loki de Tom Hiddleston, así que es un bienvenido cambio tener otro villano auténticamente memorable en el Universo Marvel.
Taylor-Johnson y Olsen hacen un buen trabajo como los Maximoff, aunque por momentos son las inevitables víctimas del precario juego de malabares de Whedon y se quedan algo cortos de profundidad; además, el Pietro de Marvel no tiene un momento triunfal comparable con el que gozó la versión del mismo personaje que vimos el año pasado en X-Men: Días del Futuro Pasado. Hay una adición más de importancia al elenco que viene al final y que no voy a revelar, pero que trae consigo grandes momentos propios.
Aunque no castiga a quienes no siguieron religiosamente todas las películas anteriores, el filme premia a los fans asiduos con una gran cantidad de referencias a lo ocurrido antes y el regreso de algunos secundarios favoritos, y ofrece varios guiños a los filmes que aún están por venir; no crean por un segundo que esa breve aparición de Andy Serkis hacia la mitad del filme va a ser lo último que vamos a ver de él en este universo.
Con Avengers: Era de Ultron, Marvel mantiene por un filme más la racha cinematográfica más impresionante desde Pixar, con otro ejemplo de que el entretenimiento también es arte. Efusivamente recomendada.
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AVENGERS: ERA DE ULTRON (Avengers: Age of Ultron)
Dirigida por Joss Whedon
Escrita por Joss Whedon
Producida por Kevin Feige
Edición por Jeffrey Ford y Lisa Lassek
Dirección de fotografía por Ben Davis
Banda sonora compuesta por Brian Tyler y Danny Elfman
Elenco: Robert Downey Jr., Chris Evans, Chris Hemsworth, Mark Ruffalo, Scarlett Johansson, Jeremy Renner, James Spader, Elizabeth Olsen, Aaron Taylor-Johnson, Samuel L. Jackson, Paul Bettany, Cobie Smulders, Claudia Kim, Andy Serkis, Don Cheadle, Anthony Mackie, Stellan Skarsgård, Thomas Kretschmann y Hayley Atwell