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Pocos manejan el timing de la comedia como él. Solo con algunos elementos, es capaz de recrear un monólogo y unir las piezas que necesita para hacer reír.
Esta vez, el mexicano Adal Ramones regresó al país soltero –estado que reiteró cada vez que podía– y aprovechó su condición para hablar de la mujer… o, mejor dicho, de su ex (como también aclaró). “Hoy estoy contra la mujer que se quedó con la mitad de lo que he ganado”, arremetió.
La estructura de su espectáculo incluyó la era de redes sociales y selfies, con frases como: “Las redes sociales han sacado a todas las prostitutas que llevaban dentro” o “¡¿Qué necesidad hay de poner una sopa paraguaya en Facebook?!”.
Las diferencias generacionales ocuparon su lugar, así como inevitables comentarios sobre el Mundial Brasil 2014. “¿Cuándo juega Paraguay en el Mundial? Oh, sorry… No fueron, ¿verdad?”, mencionó, ante ciertos abucheos que se hicieron sentir. “Eso es para los jugadores de la selección, ¿no?”, respondió.
Como en 2012, no faltaron los guiños locales: desde menciones a Gaby del Campo, Kike Casanova y el reality Baila Conmigo Paraguay, el comediante recordó las picantes frases de su presentación anterior. “¿Qué dije que no fuera verdad?! Ojo, tal vez no todas las que salen ahí (Baila Conmigo) son putas… tal vez son putas poquito”, bromeó. “Tiene que venir un puto idiota para decirlo”, reafirmó.
El conductor del recordado ciclo de Televisa Otro Rollo tampoco olvidó al diputado Carlos Portillo, el legislador paraguayo que se ganó el irrespeto de la población tras presumir de títulos universitarios no válidos.
“Tuvimos a alguien así en México. Pero hay que ser tan pendejo para pensar que no lo podemos investigar… ‘Estudió’ siete carreras, ¡pero no acabó una el hijo de puta!”, se burló, mientras las alrededor de 2.000 personas estallaron de risa.
Más celebradas aún fueron las improvisaciones que realizó a partir de las personas que se levantaban para salir de la sala. Con mujeres solas, parejas mixtas o de hombres, Adal los integró al espectáculo, con intervenciones ocurrentes. “¿Es tu novia? Está buena…”, provocó a uno de ellos.
A dos horas de su inicio, Ramones agradeció al público y confesó que pisar un escenario como ese era un sueño que llevaba de niño. “A mí me tocó descubrir a Dios. Ojalá ustedes también”, reflexionó, mientras sus seguidores lo aplaudían de pie.