Cargando...
Esto me va a enseñar a sentirme optimista por las cosas.
La tecnología de presentar el cine en “3D” - que en realidad es un término mal aplicado -, con una sensación de profundidad en la pantalla, es una que se ha usado más fecuentemente como un simple modo de cobrar entradas más caras y hacer las imágenes más oscuras y difíciles de ver, y personalmente es algo que trato de evitar siempre que pueda. Sin embargo, han habido ejemplos de filmes que usan bien el 3D, como forma de aumentar el impacto de sus momentos más espectaculares, y lo interesante es que tuvimos tres de esas películas – Everest, En la cuerda floja y Misión rescate, en menor medida – estrenadas de forma sucesiva. Repentinamente, la idea de ver películas en 3D era minúsculamente más atractiva; quizá Hollywood está aprendiendo.
Actividad Paranormal: La Dimensión Desconocida me devolvió a la realidad, demostrando lo mal que la tecnología puede ser usada si la gente a cargo no sabe lo que está haciendo y aparentemente ni siquiera entiende la esencia de su propia saga de películas.
El argumento de la película es no es nada nuevo: familia se muda a casa, padre descubre cámara de vídeo y cintas VHS que expanden – un poco – los orígenes de la saga previamente vistos en Actividad Paranormal 3, cosas raras comienzan a pasar.
Actividad Paranormal comenzó como una película de presupuesto microscópico que, como El Proyecto Blair Witch una década antes, disfrazaba astutamente sus limitaciones bajo la pretensión de ser filmaciones reales; siempre estamos viendo la acción desde el punto de vista de alguna cámara en manos de uno de los protagonistas. Mantener la “autenticidad” es clave para este tipo de filmes, convencer al espectador de que está viendo personas reales experimentando sucesos reales, a pesar de que obviamente todos sabemos que no es así. Y hay que decir que Actividad Paranormal por lo general siempre mantuvo esa sensación de “autenticidad” bastante bien, usando el recurso de ser una serie de “películas caseras” de terror no solo para justificar limitaciones, sino también para crear algunos momentos de terror bastante efectivos y memorables por su ingenio y sencillez.
Entonces, ¿por qué una saga como Actividad Paranormal, que depende tanto de la autenticidad y de la tensión que esta trae, apela a algo tan obviamente artificial como el 3D? No tiene el más mínimo sentido y no encaja. ¿Se supone que la cámara que los protagonistas encontraron filma imágenes en 3D? Si es así la película nunca nos lo dice, y hace añicos cualquier tipo de sensación de estar viendo algo real.
Y lo intenté. Intenté tomar a la película en serio, y sentir el miedo que se suponía tenía que estar sintiendo, pero era imposible mientras el director Gregory Plotkin no paraba de hacer que las cosas – generalmente una mancha humanoide de tinta generada por computadora, la forma que el espíritu al acecho adopta en esta película – vuelen hacia la pantalla. En el momento en que una mano demoníaca atraviesa el pecho de alguien y se sacude por un instante hacia la cámara, decidí darme por vencido. Era algo que parecía sacado de una mala película animada de 2009, o de alguna de esas películas “de terror” que en realidad son desenfadadas pseudo-parodias como las dos últimas Piraña, una ruta que probablemente no le vendría mal a esta saga, pero que nunca se acercó a tocar salvo por selectos momentos durante Los Marcados.
Pero digamos que el 3D no fuera un factor. Después de todo, hay algunas pocas funciones sin el formato estereoscópico disponibles. ¿Quizá la película sea un poco mejor sin esa distracción? Puede ser, aunque dudo que lo sea en gran medida, porque incluso en la forma en que trata de asustar Actividad Paranormal cambió para peor. Si en las películas anteriores los directores se tomaban una gran cantidad de tiempo acumulando tensión con largos silencios opresivos y sustos en falso – y por momentos se pasaban -, La Dimensión Fantasma apenas deja que entremos en esa mentalidad de tensión paranoica. Si las películas anteriores sabían que estábamos esperando un susto y alargaban la espera para que se haga más angustiosa, La Dimensión Fantasma parece decir “los sustos vienen, yo lo sé, ustedes lo saben, acabemos con esto de una vez”.
La Dimensión Fantasma parece una película de Actividad Paranormal para los que creen que Actividad Paranormal es demasiado lenta, lo que no deja de ser una queja ocasionalmente válida – aunque personalmente el ritmo descuidado y desnivelado de las películas nunca me molestó, ya que eso también le brindaba a todo una cualidad de realismo - pero los “sustos” de la película consisten casi exclusivamente en ruidos fuertes y cosas volando hacia la cámara, momentos que apelan más a una reacción física, de reflejo, que a generar pánico y tensión de verdad.
Para ser una película de terror, Actividad Paranormal: La Dimensión Fantasma simplemente no asusta. Como alguien que disfrutó la mayoría de las películas anteriores de la saga, no puedo recomendarla.
-------------------------------------------------------------------
ACTIVIDAD PARANORMAL: LA DIMENSIÓN FANTASMA (Paranormal Activity: The Ghost Dimension)
Dirigida por Gregory Plotkin
Escrita por Jason Pagan, Andrew Deutschman, Adam Robitel y Gavin Heffernan
Producida por Oren Peli y Jason Blum
Edición por Michel Aller
Dirección de fotografía por John Rutland
Elenco: Chris J. Murray, Brit Shaw, Ivy George, Dan Gill, Olivia Taylor Dudley, Chloe Csengery, Jessica Tyler Brown, Michael Krawic y Hallie Foote