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Con relación al título de la obra, preguntamos al poeta Douglas Diegues sobre la singular escritura de "kosmofonía", y el respondió:
"Es como huir de la grafía oficial, para llegar a los orígenes, a una etimología greco-guaranítica. En definitiva, un nombre que resuma el buen ordenamiento humanizado de los sonidos a través de las expresiones y de la cultura musical mbya. Partimos de que el mismo título del libro es una licencia poética".
Diegues, conocido como poeta en "portuñol", siguió refiriendo sobre su labor: "Yo actúo en el libro como compilador y el trabajo de Guillermo es como el centro irradiador que da forma a este libro. En síntesis, se puede decir que es un libro que trata de la música y de la palabra mbya. El objetivo es presentar a este pueblo no más como pobrecitos pordioseros y haraganes, sino que como verdaderos artistas de vanguardia primitiva que tiene mucho que enseñar a la cultura civilizada".
La intención del libro, explicaron, es que sea un punto de encuentro de textos de varios participantes, como por ejemplo de Douglas, en "portuñol salvaje", texto del poeta Manoel de Barros, de Massimo Canevacci, antropólogo italiano "que ahora está bailando los sonidos mbya" en Roma. También el texto de Sergio Medeiros, de la Universidad Federal de Santa Catarina, y de chamanes mbya, como el Karai Mirí y el Karai Kuaray, además de los textos de la investigadora paraguaya residente en Francia, Magalí Sequera y el etnomusicólogo francés Ludovic Pin.
En cuanto al material discográfico, Sequera dice: "El CD que acompaña el libro es una compilación de trabajos de investigación de campo y concluye un periodo de colecta y registro de aspectos del universo musical mbya. Por un lado, el entorno natural sonoro y, por otro, el impacto e interacción con el mundo de sonidos mbya, propiamente dicho, a través de músicas, danzas, plegarias, cantos infantiles, canto de niños, responsos, ceremonias rituales de muerte, técnicas vocales chamánicas y también técnicas instrumentales, e instrumentos de origen europeos como el ravel, la vihuela del renacimiento español, viola, adoptados por los mbya".
"El CD es una reedición, cuya primera publicación fue realizada por el Museo del Barro en 1996. Esta es la primera edición brasileña del libro-CD, que sale por un sello que acaba de ser creado en Brasil, para publicación exclusiva de textos literarios amerindios", agregó Diegues.
Guillermo Sequera explicando su trabajo dijo: "Las investigaciones y colectas fueron realizados en varios departamentos de la región oriental, incluidos estudios hechos con un grupo de familias migrantes mbya en la isla Filomena Grande del Uruguay. También hay varios departamentos de la región oriental, como Caaguazú, Canindeyú, Caazapá, Itapúa, San Pedro, y las grabaciones fueron realizados in situ, con el apoyo y complicidad de los mbya de ese entonces, entre 1985 y 1990".
En cuanto a los medios económicos y el equipo técnico empleado en dicho trabajo, expresó: "Estos trabajos no tuvieron ningún apoyo financiero; siempre contamos con la tecnología de punta para la época, con grabadoras en estéreo, y donde las casas de ceremonia y el bosque se transformaban en estudios de grabación. Ninguna de estas grabaciones fueron hechas en el lugar y en el momento de realización de rituales y de interpretación musical. Utilizaron bastones rítmicos femeninos fabricados con tacuaras denominados takuapu, o el caso original de los tubitos desechables convertidos en flautas, llamados mimbypu, como también el caso de las claves llamadas popyguai y realizadas con maderas de resonancia como el kurupikay".
Finalmente, Sequera dijo que "en el texto donde se trata específicamente a la música, hay una clasificación organológica, es decir instrumental, de la utilización de la práctica socializada de los instrumentos tradicionales y los adoptados".