Cargando...
Pocos artistas latinos logran domar a las masas de las múltiples latitudes de nuestro continente. No es muy difícil concluir que es el caso de Romeo Santos, nacido en una familia humilde del Bronx, condado de Nueva York, Estados Unidos.
Las referencias son más que elocuentes: el jueves pasado logró hechizar al público de Viña del Mar, para cuya presentación agotó entradas en apenas 48 horas. Anteriormente, se había presentado con éxito en México, El Calafate y, la noche de este sábado, convocó a unas 50.000 almas en el Estadio Monumental de River Plate. La cifra cobra mayor realce al mencionar que la producción del concierto tuvo que agregar una fecha más (fijada para este domingo 1 de marzo), de nuevo, con importante convocatoria.
Si bien la propuesta del conocido como "Rey de la Bachata" sigue la línea de varias figuras latinas que hicieron carrera alrededor de ese género, Santos supo encontrarle una veta más diversa -puede fusionar ritmos tangueros con la bachata y el reguetón-, además de dosificar su show de dos horas y media con intermedios de diálogos e interacción constantes, que lo convierten en todo un 'showman'.
Enérgico, intencionalmente erótico y por momentos exótico, así se muestra Romeo Santos, artista que a sí mismo se denomina el "king" de su género. Y así lo disfrutaba su público en el estadio de River, cuando adolescentes y señoras dejaban sus penurias de lado para moverse y seducir a su ritmo.
Desde el inicio del repertorio, con "Inocente", pasando por el éxito que grabó junto a Enrique Iglesias, "Loco", hasta el corte de su más reciente material, "Cancioncitas de amor", y la provocativa "Noche de sexo", nada le daba respiro a un público que -como él lo sabe- suspira por él. Pero tampoco quedaron detrás recuerdos de Aventura, su anterior agrupación, como los éxitos "Obsesión" y "Un beso". La constante seducción a sus fans seguía con temas como "La diabla", "Infieles", así como una reversión del hit de Pimpinela "Olvídame y pega la vuelta", aunque a cargo de su pareja de coristas.
La interacción con sus incondicionales se trasladó a distintos momentos de la noche, como cuando subió a una chica en "Fui a Jamaica", a un chico que lo acompañó en voces -aunque nunca pudo afinar- y, finalmente, el acercamiento en una cama montada, en la última propuesta de la noche: "Propuesta indecente".
Mientras las miles de personas abandonaban el estadio -que, minutos antes, estaba repleto- un importante operativo de seguridad se encargaba de controlar los últimos barullos de la madrugada bachatera. Barullos que, este jueves 5 de marzo, se oirán en el Jockey Club de Asunción, en un regreso esperado por un público que solo piensa bailar... y divertirse.