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El músico fue perseguido, detenido y torturado varias veces durante la época de la dictadura stronista y apoyó decididamente la lucha de los trabajadores. Los restos del conocido artista, quien también era profesional médico, están siendo velados en el Parque Internacional y serán llevados este martes hasta su morada final, en el cementerio Don Bosco, en un horario a confirmar. Según sus allegados, había superado con éxito al cáncer, pero este fin de semana sufrió un infarto por el que acabó siendo sometido a una cirugía, que no soportó.
Víctor “Pato” Brítez había nacido en Asunción, el 23 de marzo de 1946. Estudió piano, teoría y solfeo, además de guitarra. Compositor, guitarrista y vocalista de mucho talento, formó parte del Coro del Ateneo Paraguayo y fue director del grupo vocal Voces Para un Continente y Arquitectura 67, ganando, por ejemplo, el Primer Premio en el Festival de Coros de Viña del Mar, Chile, en 1967.
Establecido en Ciudad del Este, “Pato” Brítez creó el destacado grupo folclórico Tetagua, que tiene más de 30 años de vida artística con varios premios nacionales e internacionales en su haber, además de ser miembro del directorio del grupo Manduará en los 80, creador de la Sociedad Cultural Ñemity, entre otras actividades vinculadas al arte.
Como parte del nuevo cancionero popular, Víctor “Pato” Brítez fue perseguido permanentemente durante la dictadura de Alfredo Stroessner, siendo preso y torturado en varias oportunidades. Con todo, siguió componiendo, cantando y militando. Fue integrante del Partido de los Trabajadores y acudió hasta los últimos meses a todas las movilizaciones realizadas por mejores condiciones laborales, sin importar cuál fuera el sector, tanto como miembro del Sindicato de Trabajadores de la Salud como de manera independiente.