Cargando...
Las baladas de la cantante italiana Laura Pausini y el furioso rock del músico argentino Fito Páez marcaron la segunda noche de la 55ª edición del Festival Internacional de Viña del Mar.
El clásico ‘Monstruo’, como es conocido tradicionalmente el exigente público de la Quinta Vergara, mostró su cara más sensible en la noche del lunes. No pudo ser menos, ante el carisma y encanto de la cantante italiana Pausini y la fusión de rock y poesía del compositor rosarino.
La apertura estuvo a cargo de Pausini, quien hizo un repaso por su trayectoria de más de 20 años, con baladas que dejaron su impronta en la música melódica iberoamericana.
Con canciones como Entre tú y mil mares y Bienvenido, la intérprete saludó al público del Festival, entre los idiomas español e italiano, 17 años después de su última presentación en ese escenario. “¡Mucho tiempo ha pasado! Gracias a todos por estar aquí”, expresó.
Desde entonces, una serie de emociones sobrevolaron durante el show, a partir de Primavera anticipada y En cambio no, canción que –según ella misma explicó– la escribió para su abuela, a quien la vio fallecer en el mismo hospital donde su abuela la vio nacer. “No se olviden jamás de expresar a las personas que aman todo lo que sienten, antes de que sea demasiado tarde”, apuntó.
La cantante no escatimó en halagos para el público de la Quinta Vergara. “Viña es un lugar donde la música nace, y ahora me doy cuenta de lo importante que es”, aseguró.
El ritmo volvió a tomar protagonismo con Volveré junto a ti, tema que hizo mover al ‘Monstruo’, y los gritos se hicieron sentir con Víveme, tema que grabó recientemente con el español Alejandro Sanz.
Fue momento para que los presentadores Rafael Araneda y Carolina de Moras aparecieran en el escenario para hacer oír la voz del público, que le entregó una Antorcha de Plata y otra de Oro.
Los coros volvieron a estallar con el hit Quiero decirte que te amo, oportunidad en la que la artista volvió a mostrar su manejo absoluto del escenario, y las palmas se hicieron sentir a la par de Amistad.
Con un cambio de vestuario, llegó el momento de Escucha atento y Emergencia de amor, este último con un pulso más rockero, entre efectos de humo y fuego. El público acompañó Como si no nos hubiéramos amado y se sacudió al ritmo de la dulzura de Gente.
El repaso por los grandes hits de su carrera tuvo lugar con Inolvidable, aquel éxito radial de 1996, un instante de emoción para la artista y sus fans.
Los animadores del festival volvieron a aparecer sobre el escenario, esta vez para hacer entrega de una Gaviota de Plata, primero, y otra de Oro, después. La seguidilla de éxitos prosiguió con Amores extraños y una alegre versión salsa de Se fue.
Un retrato diseñado por el artista chileno Israel Villablanca, admirador de la cantante que se encontraba en medio del público, se ganó protagonismo en primer plano. La cantante lo subió al escenario y halagó su dibujo. “Debo encontrar a un doctor que me haga la nariz así… ¡tiene la nariz más linda que la mía!”, bromeó.
Dedicada al artista campesino, Pausini entonó su primer gran hit, el recordado tema La soledad. La versión fue acompañada por una orquesta filarmónica chilena, con prolijos arreglos de cuerda. Después de mencionar a su diseñador Giorgio Armani, la cantante agradeció a “la gente que cree que el amor no es una palabra antigua, sino moderna”.
“¡Hagan el amor esta noche!”, pidió la cantante, antes de entonar una versión a capella de Gracias a la vida, el tema de Violeta Parra.
Con un público que conocía a la perfección su lenguaje y que se enamoró de su carisma, Laura Pausini abandonó el escenario, para dar lugar al humorista argentino Jorge Alis, quien se llevó todos los premios del público, en el intermedio del show musical.
Si hay algún representante de una parte de lo mejor del rock argentino, ese es Fito Páez, artista que pisó una vez más el escenario de la Quinta Vergara como acostumbra hacerlo: a puro éxito.
Con El amor después del amor como puntapié, el artista rosarino apareció vestido de un traje color rosa y demostró sus condiciones de impecable frontman.
Acompañado por una banda potente, donde sobresalen el tecladista Juan Absatz y el guitarrista y director musical Diego Olivero, el músico de rock satisfizo con grandes canciones de su repertorio.
A partir de 11 y 6, pasando por una agitada versión de El chico de la tapa, un medley con Llueve sobre mojado –tema que escribiera junto al cantautor español Joaquín Sabina– y su más reciente corte con base electrónica, Yo te amo – dedicado “a quienes no pueden conectarse con su deseo íntimo”–, el rockstar supo generar donde debía.
El tiempo pareció volverse atrás, para interpretar Circo beat, con un Fito a pura energía y que decidió jugar con el público en un coro de voces. Margarita, el tema que le escribió a su hija, enterneció al ‘Monstruo’, para regresar a otro clásico: Te vi.
Los presentadores Araneda y De Moras volvieron a aparecer en el escenario, esta vez para hacer oír el pedido del público: una Antorcha de Plata y otra de Oro.
El rock más puro y duro volvió a hacer de las suyas con la enérgica Naturaleza sangre, antes de que el argentino reflexione sobre las palabras. “Las palabras, artefactos peligrosos. Son tramposas, peligrosas, pero a la vez nos ayudan aparar el carro”. Fue la presentación que hizo a Al lado del camino, otro éxito de su repertorio.
Polaroid de locura ordinaria fue dedicada a “la chica más loca de Viña” y para Ciudad de pobres corazones hizo mención de ciudades emblemáticas del mundo y la región. El coro masivo siguió con A rodar mi vida, oportunidad en la que decidió quitarse el saco para buscar “el calor”.
Los conductores volvieron a aparecer, mientras –a los gritos– el público volvía a hacer sus pedidos. Esta vez, una Gaviota de Plata y otra de Oro, después.
Emocionado, Páez aseguró que se llevaría los premios “muy dentro del corazón. Estas cosas se llevan al corazón y no se olvidan nunca. Lo digo de verdad, no para la televisión”, aclaró.
La Quinta Vergara volvió a encenderse con Dar es dar y otro hit del rockero argentino: Mariposa technicolor, canción que puso broche de oro a una noche en la que el público de Viña supo emocionarse… y bailar en descontrol.
El Festival Internacional de Viña del Mar proseguirá este martes con la presentación de la cantante mexicana Ana Gabriel, el humorista chileno Rudy Rey y el cantautor español Raphael.