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El cantante de orígenes latinos, en todo momento se conectó de una manera especial con el público y aprovechó la pausa que siguió al tema para hablar de nuevo a la audiencia. "Yo soy como ustedes, mi sangre es latina", dijo el rapero. "Yo represento a ustedes ( ) Gracias a Dios estamos aquí. Es la primera vez aquí, pero no la última. ¡Qué bonito es este país! Gracias por la porra, por el amor. El amor está aquí esta noche, en Paraguay", añadió, con visible emoción, como contestando la pregunta que hace el título de la canción que acababan de cantar.
El Jockey Club se transformó en un mar de luces cuando Will.i.am pidió al público que levante sus celulares encendidos. Nuevamente, la interacción con el público era absoluta y feliz.
Le llegó el turno a apl.de.ap de lucirse solo, y el cantante interpretó la canción con fuerte carga social, "We can be anything", no sin antes aventurarse con el guaraní con un "Mba'eichapa, Paraguay", revelando además una camiseta de la selección paraguaya de fútbol bajo su chaqueta. Tras esta canción, el escenario se oscureció y los artistas desaparecieron.
Tras unos breves momentos, un mensaje apareció en la pantalla gigante: "Hagan ruido". El público, obediente, comenzó a gritar y aplaudir, mientras la pantalla pedía más ruido primero a los de la izquierda, luego a los de la derecha y finalmente a todos juntos, preguntando al público luego "¿Quieren más?", y pidiendo que se hagan sentir aún con más fuerza.
El lugar se convirtió en un total desenfreno, donde nada importaba más que cantar y bailar. Mientras, el escenario se llenaba de una estética colorida, donde predominaban los rosas, celestes y un humo inquietante.
Taboo se sumó a negar la separación del grupo, asegurando al público que se trataban de "puros chismes" sobre su "familia". Esta familia interpretó luego la canción "This is the best one yet", tras la cual Will.i.am comentó que estuvo yendo al gimnasio y haciendo ejercicio. "¡Quítate la camisa!", le exigió Fergie, a lo que el hombre obedeció, revelando también una camiseta albirroja con su nombre en el dorsal, como la que exhibía apl.de.ap y las que el pasado 26 de octubre usaron los miembros de Aerosmith.
La emoción llegó al punto de éxtasis con la canción que pondría punto final al concierto: el infaltable megaéxito de 2009 "I Gotta Feeling", que reinó por meses en las discotecas y puso a saltar y bailar como locas a las decenas de miles de personas que se hallaban en el hipódromo de Asunción. Los artistas invitaron al escenario a algunos fans de distintos países como Argentina, Brasil y Chile que estaban detrás del escenario, y el evento se vio como lo que verdaderamente era: una auténtica fiesta internacional en suelo paraguayo. Un micrófono comenzó a pasar de mano en mano entre el público, para que la voz de los fans sonara también en el recinto.
Antes de retirarse, los Black Eyed Peas se deshicieron en agradecimientos a sus bailarines, sus músicos y demás personal involucrado en la producción del show. Fergie incluso dio al tecladista, al flautista, al guitarrista y al baterista un espacio de tiempo para que cada uno se luciera con su respectivo instrumento.
Tras la despedida final "¡Un abrazo! ¡Gracias, Paraguay!", las luces se apagaron. El show había concluido y el público comenzó a retirarse bajo un cielo cubierto con fuegos artificiales, aunque tardíos.
Cuatro grandes músicos, cuatro verdaderos íconos de la música internacional, pero más que nada cuatro amigos de la vida entregaron al país una noche sin límites, donde el mejor hip hop, rap, pop, dance y electrónica supieron fusionarse para alegría de los paraguayos durante las considerables dos horas con quince minutos.
En la noche del martes 15 y madrugada del miércoles 16 de noviembre, los Black Eyed Peas animaron una fiesta inolvidable en Paraguay.