Cajas de exportación

Cuando en el 2006 estaban en la cúspide de la ficción televisiva, los realizadores Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori decidieron dejar todo lo que la tevé les ofrecía para ir tras su sueño: hacer cine paraguayo de tipo exportación.

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Desde agosto de 2012 hasta hoy la pareja profesional ha vivido en la cresta de la ola, siendo los primeros en llevar una película a estreno comercial en Europa y Estados Unidos. Hoy, en medio de la adrenalina que viven ya están trabajando en el próximo proyecto.

Ciertamente el cine en el paraguay tiene un poco más de un siglo, las primeras producciones eran paraguayas por el simple hecho de ser escenarios naturales de algunas filmaciones. La mayoría de los realizadores de entonces provenían de Argentina y Brasil. Los primeros chispazos fílmicos propiamente nacionales surgieron en la última década del siglo pasado. El advenimiento de la democracia encendió un gran movimiento cultural que necesariamente llegó a la pantalla grande paraguaya hace tan solo 25 años. En los últimos tiempos, a saber, fue el documental Hamaca Paraguaya, sobre una pareja de ancianos que espera con resignación el retorno de su hijo de la guerra, fue la que dio el puntapié inicial a la seguidilla de éxitos paraguayos a nivel internacional.

Pero fue entre los años 2012 y 2013 en que se produjo un fenómeno nunca antes vivido por el cine paraguayo con el estreno nacional y luego internacional de la multipremiada película paraguaya “7 cajas”, de los realizadores Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori.

La película está ambientada en el año 2005 y se desarrolla en el populoso Mercado 4 de Asunción, capital de Paraguay. Su protagonista Víctor (Celso Franco) es un carretillero de 17 años que trabaja en el mercado y un día recibe la propuesta de transportar siete cajas cuyo contenido desconoce, como parte de pago recibe la mitad de un billete de US$ 100 y la otra se la darán al terminar el encargo; las instrucciones las va recibiendo vía teléfono celular. Cruzar el mercado parecería una tarea fácil pero Víctor se encuentra con una serie de situaciones como el robo de una de las cajas, la pérdida del teléfono celular y una redada policial. Sin saberlo el carretillero se ve envuelto en un crimen del que es cómplice y no sabe qué hacer ya que le hicieron jurar que jamás abriría las cajas para saber su contenido.

La historia parece sencilla pero el arte radica en cómo está contada y los elementos cinematográficos que se conjugan en ella fueron los aditamentos que llevaron por primera vez a un film paraguayo a participar en 90 festivales y ganar 28 premios, uno de los principales el del Festival de San Sebastián en la categoría “Nuevos Directores”.

Con un presupuesto de unos US$ 650 mil, la película ha recaudado US$ 1.000.000 cifra récord para la cinematografía paraguaya. Ahora enfrenta un nuevo desafío, su estreno en los cines de Estados Unidos.

Ante toda esta avalancha de datos, premios y emociones, el estudio Maneglia Schembori trabaja en su segundo proyecto con el firme propósito de olvidarse de su primera vez y todo lo que ha significado para tener un nuevo comienzo, “desde cero”.

“Lo que estamos viviendo con 7 cajas generó muchos replanteamientos de vida. Soñamos siempre con hacer ficción y ahora estamos en una transición de buscar el vehículo y la forma de trabajo que nos permita avanzar con el siguiente guión”, dice Tana Schambori.

¿Qué pasó con 7 Cajas, qué la hizo diferente de otras producciones cinematográficas paraguayas para llegar adonde llegó?

Es una suma de cosas positivas, empezando por el guión, sus personajes que son adorables y entrañables. A mí siempre me preguntan cuál fue el secreto. Siempre entendí ese éxito en nuestro país porque en el cine nos vimos reflejados y nos identificamos con nuestra realidad.

¿Y en el exterior?

Siempre ganamos el premio del público y creo que tiene que ver con que a nivel universal la gente se identifica con nuestros personajes y eso es maravilloso. Ahora incluso se está mostrando en algunas aerolíneas.

Además de disfrutar todo esto, en concreto, ¿qué pasos están dando a nivel profesional?

Ahora estamos siguiendo con lo que nosotros amamos. La productora (Maneglia-Schembori) donde trabajamos vive de hacer cortos comerciales y documentales. Eso te saca tiempo y energía. Para que uno pueda enfocarse debe volcar todo su tiempo solo en lo que será la siguiente producción cinematográfica y ese es el desafío.

¿Cómo harán para superarse a sí mismos, a 7 cajas?

Nos olvidaremos de esa producción y pensaremos que el paso siguiente jamás será 7 cajas… eso no volvera´a ocurrir, sobre todo para nosotros porque esta producción tuvo la magia de “lo primero” y lo segundo será diferente. Si le cargamos demasiadas expectativas puede ser una frustración muy grande. Lo importante es ser fieles a lo que amamos y esa fidelidad es un poco lo que nos ha generado todo este éxito con nuestra primera producción.

La primera

Los primeros esbozos de la producción se dieron en el año 2007, en paralelo a otros trabajos comerciales que realizaba la dupla Maneglia Schembori para mantener viva la productora de audiovisuales. A ese obstáculo se sumó el robo del primer guión y viendo que el proyecto se frustraba un día, en un encuentro que mantuvieron con el productor de Michael Mann, Pieter Jam Brugge, les aconsejó que debían elegir un solo camino.

¿Cómo fue ese encuentro?

Jam vio la sinopsis y nos dijo hacia adonde debíamos enfocar la película. La producción fílmica es un mounstro que cada día te va exigiendo nuevas cosas. Nos apartaos de la tele, fue una decisión muy fuerte. Y a partir del 2009, aunque no le dedicábamos full time, le prestamos mucha más atención a nuestra película.

Convengamos que 7 Cajas es un pequeño paso para el cine internacional pero representa uno grandísimo para Paraguay, cuál es la materia pendiente para llegar a un nivel óptimo.

Nosotros recibimos mucha ayuda porque nos animamos a golpear puertas. Pero como gremio nos falta estar más unidos y organizados. Al tener organización proyectaremos una imagen más seria. A partir de 7 cajas hay una conciencia real de que el cine es la mejor embajada que un país puede tener. Porque lleva nombre, cultura, costumbres todo lo que te puedas imaginar a una cantidad inimaginable de personas en todo el mundo.

¿Qué expectativas genera el hecho de ser la primera película paraguaya en ser exhibida comercialmente en los teatros de cine de Estados Unidos?

Y es grande, el simple hecho de estar y que el público sea el que elija verte o no es un gran compromiso y un gran paso. No es que antes no se hayan visto películas paraguayas en cines internacionales. Este contexto es distinto porque nos vamos a un plano comercial, no de cine de autor ni comerciales sino una producción cinematográfica de ficción.

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