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“¡Esto es increíble! ¡Mucho respeto por estos jóvenes músicos! Ojalá nuestro tour incluyera a Paraguay… Me hubiera gustado visitar la orquesta”, escribió Jason Yang, el talentoso violinista que acompaña a, nada menos que, la reina del pop en su tour mundial MDNA.
El documental, titulado “Landfill Harmonic” (“La armonía del vertedero”), retrata la creativa formación de la Orquesta de Instrumentos Reciclados, formada hace seis bajo la dirección de Favio Hernán Chávez, como parte del proyecto Sonidos de la Tierra.
“Mi violín está hecho de un tenedor”, dice uno de los jóvenes músicos. “Mi saxofón está hecho de mango de cuchara y botones”, refiere otro niño; mientras que otro integrante señala que su contrabajo está hecho de un tambor de productos químicos. Esa es la original dimensión a la que lleva el material audiovisual dirigido por el estadounidense Graham Townsley, quien tiene una larga trayectoria como guionista, productor y director de cine y televisión.
“Siempre supe del poder de la música como elemento de transformación social”, señala en una secuencia el maestro Luis Szarán, fundador y director de Sonidos de la Tierra.
Favio Hernán Chávez, director de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cauteura, manifiesta –por su parte– que propuso al maestro Szarán llevar la iniciativa a Cateura. “La cantidad de niños excedía la posibilidad de dar instrumento a todos, y fue acercándose gente interesada en el programa de construcción de instrumentos. Buscando qué construir se nos ocurrió hacer algo con la basura”, expresa.
El documental –que tiene unos 11 minutos y 45 segundos de duración– lleva más de 55.690 vistas en YouTube y genera impacto a diario alrededor del mundo, a través de las distintas redes sociales.
Los músicos de la orquesta y los trabajadores de Cateura, así, se convierten en modelos universales de que la basura puede convertirse en un objeto útil, incluso capaz de producir música y de cambiar las vidas de los habitantes de ese humilde lugar.
Es por eso que Chávez, director de la orquesta, no se equivoca cuando habla de la conexión que genera la música. “Uno siente la conexión (…) Creemos que los dos mundos no son irreconciliables. Somos parte de un solo mundo: la música es ese puente”.