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Madrugada del domingo. Las 60.000 personas, ya muy lejos del Jockey Club Paraguayo. Axl Rose, con sus amigos músicos, disfrutando del camarín.
"Estaba feliz. Se quedó toda la madrugada tocando el piano con sus músicos. Le gustó mucho la energía de la gente, le encantó el armado de los camarines. Se sorprendió que pudimos armar exactamente lo que él pidió, y ahí se quedó toda la madrugada", expresó a ABC Digital parte de su mismo equipo.
Además de haber pedido "buen papel higiénico", la producción local le construyó especialmente el baño que pidió para sus camarines. Axl destacó el armado final: "¡Es genial!", habría dicho.
LA ALEGRÍA DE AXL
El rockstar quedó fascinado con el público local. Recién a las 6:00 del domingo se retiró del Jockey, para instalarse en el hotel Sheraton de Asunción.
En el noveno piso le esperaba su Suite Presidencial, rigurosamente custodiada por dos guardias de seguridad.
Tras su llegada al hotel, ocurrió lo que nadie supuso: alrededor de las 7:30, Rose bajó hasta el bar ubicado en el lobby del Sheraton y visiblemente contento se acercó a saludar a los presentes.
"Se acercó a cada mesa, y hasta ofreció quitarse fotos", sostuvo un testigo.
Un grupo de fanáticos de la agrupación que llegó desde Brasil para el concierto, charlaba tranquilamente sobre la noche de rock. No es difícil imaginar la sorpresa que cubrió sus rostros, al descubrir que el mismísimo Axl Rose, como un mortal más, estaba a pocos pasos de ellos.
HISTORIAS DE RON
Mientras compartía momentos con los huéspedes y funcionarios del hotel, Rose hizo un solo pedido: "¿Tienen Ron Café?". Lastimosamente, el hotel no pudo concederle el pedido.
Uno de los testigos del momento de nombre "Chume" Gutiérrez, se percató del pedido del músico y fue hasta el local del cual es propietario para traerle, de regalo, el ron que tanto deseaba.
Axl agradeció, y entonces se prolongó su alegría. Fue cuando recalcó: "Me encantó la gente y la atmósfera del concierto".
EL RECUERDO
Un celular sirvió para registrar el momento. Un Rose de buen humor aprovechó para contar a los presentes una anécdota de sus días de gira con la conformación clásica de los Guns N' Roses: la misma que incluía al icónico guitarrista Slash.
Según contó Rose, Slash siempre bebía tanto luego de los conciertos que se desmayaba a la hora de ir a la cama, por lo que el vocalista siempre terminaba con la compañía que el intoxicado guitarrista llevaba consigo. De acuerdo al emblemático cantante, esa escena se repetía luego de cada concierto que daban.
Después de varios minutos de charla y total distención, Rose se dejó fotografiar, sin problemas, con todos sus fans presentes.
EL DESCANSO
Después del energético show en Asunción, y de su espontánea aparición en el lobby del hotel, Axl Rose decidió tener una jornada de descanso. El músico llegó hasta la terraza, en el décimo piso del Sheraton.
Pudo ver la ciudad y hasta quiso disfrutar de la piscina y el sol, hasta que observó a un grupo de turistas uruguayos, momento en que prefirió volver a su habitación.
Durante el resto del domingo, el músico permaneció instalado en su suite, perfectamente escoltada por dos guardias de seguridad.
LA DESPEDIDA
El músico de rock aprovechó la madrugada del lunes para dejar el país. A las 5:30, Rose arribó a su jet, para dirigirse hasta México, país donde tendrá dos presentaciones el martes 18 y miércoles 19 en el Palacio de los Deportes, de México DF.
Axl Rose llegó al Paraguay desde Buenos Aires a las 22:55 del sábado 15. Luego se trasladó en un helicóptero, hasta el Jockey Club Paraguayo. Alrededor de las 23:15, el músico llegaba al lugar, dispuesto a empezar el show. A las 0:05, Guns N Roses arrancaba el concierto para todos los paraguayos.
En varias oportunidades tanto Rose, como su manager y equipo no se cansaron de destacar la energía de los paraguayos y la buena atmósfera del show.
Todo buen viaje de rock, nunca culmina. Seguirá en la memoria de los 60.000 testigos congregados en la primera y eufórica fiesta del Personal Asunción Rock Festival.