- Muy bien, aunque no logramos el premio que se lo llevó El telón de azúcar de Camila Guzmán, una realizadora que vivió durante años en Cuba y muestra parte de la realidad de Cuba.
- ¿Cómo recibieron a Tierra roja?
- Espectacular. Se llenaron las funciones. La gente se quedó para el debate al final. Tuvo muy buena recepción.
- ¿Qué te preguntaban?
- Llamó mucho la atención el acercamiento a la ficción y cómo meterse en la vida sin faltar al respeto. Otras generaciones tienen el recuerdo de algo parecido, por el estilo de vida que se llevaba en la granja.
- Se comenta que el público francés es muy frío y exigente.
- Sí. Pero aplaudieron bastante. Es un público muy especial que gusta de un cine. Tiene una tendencia muy particular. Es un público bastante nutrido.
- A nivel de contactos, ¿qué lograste?
- Quedé con contactos para co-producir en alta definición, para enviar el material y distribuirlo y ser una especie de vínculo del cine paraguayo para enviar materiales.
- ¿Vas al Festival de Cine Independiente de Buenos Aires?
- Es la idea. Estoy buscando dónde quedarme. Viajo el 6 (de abril) para estar en la conferencia del 9 con directores latinoamericanos.
Paradójico
Tierra roja se ha visto más en el exterior que aquí, donde el documental tuvo contadas proyecciones. Respecto al tema, su director nos dijo: Queremos ponerlo en los cines. Sería súper bueno que la gente viera Tierra roja, se declarase de interés cultural para que vayan a ver los alumnos. Es un material digno de ser visto en esa edad.
Para Ramiro, Tierra roja representa un cine completamente nuestro que a nivel internacional está siendo reconocido. Con Helvetas estamos viendo la manera de hacer lo mejor posible por el material, buscando posibles fuentes para levantarlo a 35 mm si es posible y poder circular de otra manera, refirió Ramiro, a quien le esperan muchos viajes más para acompañar a Tierra roja representando a nuestro país en el mundo.