¿Paraguay sin Ejército?

El planteamiento de reducir fondos destinados a educación para aumentar los recursos de las FF.AA. despertó posturas contrarias y radicales, como la de eliminar el Ejército como institución e imitar así el “modelo de paz” implantado en Costa Rica.

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La propuesta del diputado José López Chávez, de reducir las asignaciones a la salud y educación para destinar a los militares un 15% de los aproximadamente US$ 360 millones que el país recibirá de su excedente en Itaipú, instaló el debate sobre el grado de importancia de los militares en Paraguay.

“Deberíamos ser como Costa Rica, que eliminó las Fuerzas Armadas. Se declaró en paz”, había expresado el senador Miguel Carrizosa, miembro de la Comisión de Defensa de la Cámara Alta, al rechazar la idea de su colega el pasado lunes 3 de setiembre.

El país “tico” eliminó su Ejército en 1948, luego de una guerra civil. Al año siguiente, se decidió incluir en la propia Constitución la “proscripción” de la institución.

De esta manera, la defensa en casos agresión externa o conflicto bélico se organiza por medio acuerdos con terceros.

Como fuerza del orden interno a nivel urbano y rural permanece la institución policíaca, de acuerdo a su Carga Magna.

Igualmente, los recursos que eran destinados a mantener los cuarteles y destacamentos militares fueron redireccionados para inversiones en educación y salud.

Al ser abordado sobre sus declaraciones, Carrizosa aclaró que no pretende impulsar la eliminación de las Fuerzas Armadas, sino que se trató de un comentario ante la propuesta de promover una carrera armamentista en Paraguay.

“Yo no digo que tenemos que eliminar sí o sí las FF.AA., pero si me van a proponer reducir los rubros de educación y salud para rearmar al Paraguay, opto por emular a Costa Rica y apostar por la paz, basada en la educación”, expresó.

El legislador destacó los niveles de progreso alcanzados luego del desarme del país centroamericano.

“Si ya vemos que apostar a la educación fuertemente –no normalmente– da resultados, tenemos que hacer lo mismo. Cómo vamos apuntar al armamentismo como manera de desarrollo. No podemos igualar el armamentismo de Brasil para conservar la paz con Brasil”, refirió.

Al ser abordado sobre los periódicos impasses con los países vecinos, Carrizosa indicó que se trata de situaciones superables y superadas en varias ocasiones.

“Estar o no en el Mercosur no implica declararle la guerra a nadie”, indicó al señalar la necesidad de fortalecer la diplomacia paraguaya.

Al ser abordado sobre un escenario sin Fuerzas Armadas, el coronel Luis González, vocero de la institución castrense, evitó extenderse sobre el tema.

“No estamos en este debate ni queremos generar debate”, manifestó.

Indicó que la postura de las Fuerzas Armadas ya fue manifestada cuando institucionalmente se solicitó al Congreso unos US$ 560 millones para adquirir aviones de combate, fusiles y otros elementos de guerra.

El senador Miguel Abdón Saguier, presidente de la Comisión de Defensa, expresó su disidencia con la postura de Carrizosa y aseguró que ni siquiera se plantearía un escenario sin militares en Paraguay.

“Costa Rica puede porque tiene un tratado de reciprocidad con EE.UU. Acá, el Ejército paraguayo está identificado con el proceso democrático de la comunidad nacional”, apuntó.

Se refirió a la institución castrense como un elemento arraigado en la historia misma del país. “Paraguay tiene una larga tradición guerrera y esto no es una cuestión retórica, sino una realidad histórica y social”, reafirmó.

Aseguró que el Ejército es parte de la tradición local, prácticamente –según el legislador– comparable con el idioma guaraní.

“Creo que los que sostienen esto (eliminar el Ejército) ignoran esos procesos de formación vital que tuvo la comunidad paraguaya”, aseveró.

La diputada Olga Ferreira de López, vicepresidenta de la Comisión de Defensa de la Cámara Baja, se refirió a la opinión de Carrizosa y expresó su total oposición a la eventual implementación en Paraguay de un sistema similar al de Costa Rica.

“No creo que se tenga que tomar una medida tan drástica. Pero sí digo que en este momento, endeudarnos –porque vamos a endeudarnos– con ese dinero para rearmar las FF.AA. me parece muy alocado”, expresó.

La parlamentaria recordó que históricamente el país se enfrentó a guerras y agresiones políticas constantes. “No veo un país sin Fuerzas Armadas”, agregó al señalar que no puede descartarse del todo un eventual nuevo conflicto en el futuro.

Consideró que la actitud más moderada debe ser evitar una compra compulsiva de armas sin una política nacional.

“Si vamos a comprar armas, eso tiene que ir dentro de una política de defensa, que ahora no existe acá. No se trata de comprar para defensar la soberanía y ya. Tenemos que ver cómo se van a entregar esas armas, si hay suficiente soldados”, sostuvo al explicar su postura.

Indicó que dentro del debate sobre el grado de importancia del Ejército en el país debe apuntar a analizar las circunstancias locales, que son diferentes a las de Costa Rica, y ratificar la función de los militares como responsables de la defensa de las fronteras y elemento de soberanía.

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