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Faltan pocas semanas para que arriben al Paraguay, en el último tramo del tour al que llaman Destinológico. Nada en ellos es casual, ni siquiera el nombre: Destinología (2013), su más reciente álbum, los llevó al destino de batir récords en la Argentina con éxitos radiales como Ciudad mágica, La melodía de Dios y Música.
La etapa de masividad los llevó al grado de ubicarlos como intérpretes de la canción de la Copa del Mundo de la marca Coca Cola (El mundo es nuestro). Chano Charpentier, frontman de la banda, le puso la voz a la cortina de la telecomedia más exitosa de 2012 (Graduados) y este año la banda marca presencia con Tus horas mágicas, banda sonora de la tira del primetime de Telefé: Viudas e hijos del rock and roll.
La noche del 27 de setiembre, Tan Biónica pisará el escenario de Arena Circo para un recital que los recibirá en su mejor momento, organizado por Los 40 Principales. Esta será la tercera visita de la agrupación al país: la primera los recibió en 2011 en el Yacht (con un público reducido, cuando apenas empezaban a sonar por estos lares) y en 2012 como parte del Radio Disney Vivo, donde compartieron escenario con figuras como Axel y Jesse & Joy.
Cada paso que dan es seguido con atención por sus millones de fans, mientras publicaciones como la Rolling Stone Argentina los catalogan como el ícono de la cultura pop de estos días. Después de negociar su pase discográfico a la multinacional Universal, en pleno fin de gira y preproducción de nuevo álbum, ¿cómo vive este grupo de amigos la vorágine del éxito?
Para eso llegamos al estudio que la banda alquila en Vicente López, en Buenos Aires: nada menos que en la mítica sala de ensayo de grabación de Gustavo Cerati, alquilada a Tan Biónica por la familia. Es por eso que no debe extrañar que el portón esté repleto de saludos y cariños dirigidos al entrañable vocalista de Soda Stereo.
“Tuvimos que salir a buscar un lugar y ya teníamos una relación con la familia de Gustavo (Cerati) y la sobrina de él. Como él estaba internado, estaba casi en desuso y nos ofrecieron alquilar para tener una base de operaciones para nosotros”, comenta Diego Lichtenstein, el entusiasta baterista de la agrupación.
En un recorrido por sus instalaciones descubrimos –con evidente carga emotiva tras el fallecimiento de Cerati– varios ambientes del lugar: desde una sala de estar (donde los músicos toman litros de Coca ‘light’ y comen su “chocoarroz”), un espacio donde el grupo trabaja la parte técnica y la sala de estudio, donde ensayan, producen y graban. En un segundo piso, el grupo tiene sus oficinas donde Guido, su mánager y amigo, negocia el fin de la gira.
“Lo único que no usamos es… donde están todos los equipos de Gustavo”, acota Sebastián Seoane, guitarrista de la banda.
-Trabajar en el mismo lugar donde Cerati hacía música debe tener una carga emotiva fuerte…
-Diego: Personalmente, no lo conocíamos mucho. Cuando a nosotros nos empezó a ir bien, empezamos a poder vivir de esto y empezar a sonar un poco en las radios… Nosotros empezamos a tocar hace unos 10 años, pero hace unos 5 que empezamos a trabajar de esto fuerte, que fue justo cuando paso lo que pasó (…) Pasaron muchas cosas en este estudio. Ensayó Soda Stereo la vuelta, y la verdad que Soda Stereo, a nivel latinoamericano, es para nosotros un referente. La carrera que ellos hicieron y lo que dejaron en el rock argentino en América es como el camino que nos gustaría seguir.
-Soda Stereo tuvo un espíritu muy pop. ¿Se ven reflejados, de alguna forma, en esa faceta?
-Diego: Sí. Con Soda pasó eso cuando recién salieron, que es un poco lo que sucedió con nosotros. Era algo nuevo, algo distinto, a la gente le costó entender al principio… había bastante críticas, había gente a la que no le gustaba.
El sonido estridente y melódico de Tan Biónica ya es marca registrada. Sus canciones pegadizas son fácilmente reconocibles y no le temen a catalogarse en el pop… Aunque les guste coquetear con el rock, tampoco logran sentirse parte del “rock argentino”.
-¿Cuál es la esencia de Destinología?
-Sebastián: Siempre el último disco es el más logrado para el artista, el que más quiere. Ahora nosotros ya tenemos la cabeza en un disco nuevo, que estamos trabajando, y del cual tendrán novedades a principios del año que viene.
-Diego: Es un disco que nos trajo muchas alegrías. Cada disco nos hace recorrer distintos lugares y llegar a destinos insospechables. Este disco estuvo nominado a un Grammy Latino, por ejemplo. Estuvo nominado a 4 Gardel, de los cuales ganamos uno… (¡ya tenemos tres, con el disco anterior tuvimos otros dos!). Y nos permitió llegar a muchos lugares en Latinoamérica: en México, estamos empezando a viajar. De hecho, en esta segunda etapa de la gira nos va a llevar por Chile, por Paraguay, por Uruguay, por México, Colombia. Son todos lugares en los que estamos casi como empezando…
-En el concierto en Asunción, en 2011, había chicas de 12 a 16 años…
-Sebastián: Eso es lo que tiene Tan Biónica también: se abre a toda la familia. Van chicas de 12 años, los padres también. El público es muy variado. No es para una cierta edad. Obviamente, los que más se manifiestan ahí delante de la valla son chicos entre 15 y 20 años… pero después, más atrás, se abren las otras edades.
-Diego: Es lo que hace que se nos considere una banda popular, ¿no? Como lo es, por ejemplo, el fútbol, que lo puede compartir un nene chiquito con su papá y con su abuelo. Pueden hinchar todos juntos por un mismo equipo. Con Tan Biónica pasa algo parecido, que es lo que nos hace que hagamos música popular, que es lo que nos gusta hacer. A nosotros nos gusta sonar en la radio. ¡No lo hacemos para sonar en la radio! Sino que escuchamos la radio, las canciones que suenan, ¡nos gustan los hits! También nos gustan los Lados B, pero está bueno la diversidad con la que se dan los shows.
-En Tan Biónica las melodías son importantísimas. ¿Cómo trabajan en esos ganchos melódicos?
-Diego: Cada canción nace de una forma distinta, pero generalmente Chano es el que pone las letras a todas las canciones. Hay cosas más compartidas o que parten desde otro lugar, pero fuimos logrando con el tiempo una forma de trabajar. Cada uno ha cumplido su rol, por eso tratamos de no meternos uno en el área del otro, porque funciona así…
-Sebastián: Con respecto a las melodías, nos gustan las melodías pegadizas y cada uno, con respecto al instrumento que toca, trata de poner lo suyo. Yo soy el guitarrista, y porque soy guitarrista me deberían gustar los solos del blues… ¡y me gustan más los arreglos coreables! Que la gente pueda acompañar, ¿no? A cada uno nos gusta y vamos armando un poco así. Así nos dividimos en la producción del tema.
-Diego: Son canciones que, desnudas, se pueden tocar con una guitarra, con un piano. Pueden ser canciones de fogón. Partimos de eso, de lo primario de la canción, y después las vestimos. Pero no trabajamos con un loop y empezamos ahí, si no siempre son canciones que se puede tocar con una guitarra acústica, que se pueden desnudar y van a seguir teniendo el formato, salvando esa esencia.
-¿Dentro de qué género se sienten mejor identificados?
-Diego: Nosotros no sé si somos parte de lo que es rock nacional, si estamos escribiendo una parte dentro de la historia (del rock nacional), pero quizás somos culpables de que cambie algo, que se abran dos brechas… porque hay grupos acá que son muy exitosos en la Argentina y que no logran trascender afuera.
-Sebastián: Aparte, se perdió un poco en Argentina el género: ¿Es pop? ¿Es rock? A nosotros no saben dónde catalogarnos. ¡Pareciera que somos degenerados! Pero es rock/pop. Lo que pasa es que acá o sos rock o sos pop, y con el pop está todo mal, porque te vestís diferente en el escenario…
-¿Les costó, en algún momento, vencer esos prejuicios?
-Sebastián: Al principio sí; ahora ya me río. A mí me gusta la música que tocamos… me levanto todos los días feliz de venir acá y hacer música. Algunas músicas serán un poco más rockeras, otras irán más al costado del pop… En el primer disco tentemos una cumbia. ¡Nosotros hacemos las canciones y las vestimos como queremos!
-¿Tuvieron alguna experiencia de colegas músicos referentes que les hayan declarado su admiración?
-Sebastián: Nos pasó con Fito (Páez) en un festival. Él es de Rosario y armó un recital a beneficio. Entonces nos invita y quería tocar “La melodía de Dios” con nosotros. Fue en Rosario y la verdad que fue increíble. Verlo a él cantar el tema y estar tocando con nosotros… que es una persona que admirábamos. Es, es…
-Diego: Sí, ¡se volvió loco con ese tema! Y justo esa es la canción del año, le encantó. Y después la incluyó en el repertorio del show que él mismo hace solo en el piano, donde toca todos sus éxitos… ¡y toca un tema nuestro! Yo, cuando nací, ¡Fito Páez ya era un genio! (Risas)
-¿Con qué se van a encontrar los fans paraguayos?
-Diego: Tenemos ganas de volver. Hace mucho tiempo desde que tocamos esa vez… fue un show que, como todo lo que nos viene pasando, superó nuestras expectativas, al menos en la primera vez. Casi que vamos a reconfirmar eso que hicimos esa vez y hacer música. Vamos dejar algo, no es simplemente tocar unas canciones, sino que queremos que el show sea inolvidable para un montón de gente. Que llegue al corazón, que con el nivel de espectáculo puedan decir: ‘Mirá lo que hacen en Argentina’ o ‘lo que están haciendo estos pibes’… Creemos que no vamos a desilusionar.
-Sebastián: Y va a ser casi el mismo concierto que vamos a dar acá, en nuestra casa, porque a veces acá es mucho más fácil montar la puesta. Igual, va a ser el mismo concierto, exactamente el mismo. Va a estar a la altura de lo que se merecen.
-Acaban de firmar con una multinacional y el fenómeno popular no se discute. ¿No temen convertirse en un producto de la industria? ¿Es un tema de debate interno?
-Diego: Charlamos bastante. Pensamos mucho en cada movimiento. Obviamente, el que hace se equivoca y habremos hecho alguna cosa de la que quizás nos arrepentimos o no nos salió tan bien. Pero sí, pensamos mucho a futuro cada decisión que tomamos. No es fácil tampoco, porque con la exposición que tenemos hoy, un paso en falso puede ser muy grave, entonces cada cosa la pensamos mucho.
-Sebastián: También capaz somos cuatro integrantes, una cara visible, pero hay mucha gente atrás y muchas familias que viven de esto, entonces también por ellos hay que cuidar. Es algo que hay que cuidarlo y no dar un paso en falso, y más porque para nosotros cuatro es lo que más nos gusta hacer.
-Se los ve muy perfeccionistas, muy metidos en cada detalle…
-Sebastián: Yo no tanto, pero él y Bambi se meten ahí en el estudio…
-Diego: Es un trabajo que es de 24 horas y la verdad que pocas veces son las que nos desconectamos. Sabemos que tampoco es tan sano, pero bueno… también es lo que nos gusta y esto es nuestra vida. Nosotros desde que terminamos el colegio que hacemos esto y nos pusimos mucho. Nos han pasado muchas cosas estando juntos, de viaje. ¡Yo estoy con él más tiempo que con mis hermanos, que con mi mamá, que con mi novia! Ninguno tiene hijos todavía…
-Sebastián: No, pero siempre se extraña. Y siempre, por algún motivo o algún problema, se necesita estar acá y estás allá… en la habitación de un hotel, teniendo que subir a un escenario y, a veces, conectado acá. No siempre es todo feliz… pero bueno, es aprender a vivir con eso.
Chano siempre me decía: ‘Estamos todo el tiempo en ninguna parte’, porque viajamos mucho. Y es así. Tenía razón. Porque cuando estamos de gira estamos siempre, a veces semanas o a veces un mes, y uno extraña también. Pero después pasa todo lo contrario. Nosotros ahora hace cinco meses que no salimos de gira y ya tipo queremos salir a tocar. Ya salimos el sábado pasado a tocar a Paraná. ¡Fue increíble!
-Si hay algo que se nota es que tratan de mantener los pies sobre la tierra. ¿Cómo lo trabajan?
-Diego: Esto de que somos un grupo de amigos ayuda mucho también, porque hay cosas que nos pasan que no son normales para cualquier ser humano. De repente venís de Río de Janeiro de un Mundial, que esté lleno; subir a un avión, bajar… que Fito Páez te llame y te diga: ‘Me encanta su canción’. Son cosas que, cuando estás en la vorágine, cuesta procesarla. Entonces está bueno que siempre esté alguien…
-Sebastián: Que cuando te desestabilizás te apoyás en otro, no solo un grupo de amigos, también familia, porque el Bambi y Chano son hermanos; entonces estamos muy unidos, encerados siempre con los pies en la tierra, y si vemos a alguien mal, está siempre alguien para darle un abrazo.
-Diego: Es difícil, cuando tenés 60.000 personas que están gritando. Es raro. Es difícil no pensar: ¿soy grosso realmente? Pero no, es juntos, es lo que hacemos que transmite algo que, individualmente, ni siquiera uno… ¡ni siquiera lo intentamos! No sabemos cómo funcionaríamos. Funciona así; hay algo que es químico. Hay mística, hay cosas que no se pueden explicar. Musicalmente, por ejemplo, instrumentalmente o técnicamente, ninguno es tan virtuoso. Ni Chano es el mejor cantante, ni yo el mejor baterista ni nada, pero juntos somos Tan Biónica y logramos que se propague una energía con la que la gente se identifique, que se emocione y lo más importante es eso: lograr emocionar con las canciones.
-Sebastián: Justo me acordé de una letra de Sex Pistols que decía: “Juntos somos dinamita”.