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G. 4.600.000 es lo que pagará la Policía Nacional por una silla giratoria para personal administrativo. En total, la institución gastará G. 46 millones para la compra de un lote de diez de estos muebles, de acuerdo a documentos que constan en la página web de Contrataciones Públicas.
Estas sillas forman parte de un gigantesco lote de mobiliario y electrodomésticos que adquirirá la Policía Nacional y cuya adjudicación fue anunciada la semana pasada. Para este fin, la institución destinará unos G. 3.800 millones.
La empresa adjudicada para la provisión de las “sillas de oro” es la M y F Industrial y Comercial Representaciones SA, cuya representante legal es María Digna Méndez Escobar. Dentro del mismo paquete fueron adjudicados además Constructora Eco SA, Data Lab SA y Data Systems Emisora de Capital Abierto.
Las firmas fueron adjudicadas a través del llamado con ID 303.496 y las actas de adjudicaciones fueron firmadas el pasado 16 de diciembre. El encargado de firmar por la Policía fue el mismísimo comandante, comisario Críspulo Sotelo.
Lo llamativo de la compra de estas sillas es que los precios que pagará la Policía superan por lejos a lo que se pagaría en el mercado por productos de similar característica. De acuerdo a catálogos consultados por ABC Color, una silla giratoria con reposabrazos y confortables pueden ser adquiridas a partir de G. 450.000.
Renombradas mueblerías locales ofrecer alternativas de alta gama que cuanto mucho alcanzan unos G. 2.045.000 por unidad, es decir, menos de la mitad de los G. 4.600.000 que pagará la Policía para comprar el mobiliario.
De hecho, dentro de la misma adjudicación, la firma MyF proveerá sillas giratorias y ejecutivas que costarán apenas G. 460.000, mientras que por otras se pagarán G. 1.430.000, por lo que resulta incomprensible el excesivo gasto para la adquisición de sillas para personal administrativo.
Además, siempre de acuerdo a datos existentes en la página web de Contrataciones Públicas, la Policía utilizará casi G. 4.000 millones de fondos provenientes del Fonacide para la adquisición de muebles y electrodomésticos.
De acuerdo a lo establecido por la ley 4758/2012, estos fondos deberían ser destinados a la infraestructura. Sin embargo, no es la primera vez que son utilizados para fines que nada tienen que ver con el espíritu para el cual se decidió crear estos fondos. En 2015, por ejemplo, se había detectado que los Ministerios de Defensa y del Interior habían utilizado el dinero para la compra de armas. En 2013, el Ministerio de Salud dejó de utilizar los fondos para construir salas de terapia intensiva o de hemodiálisis para destinar parte de ellos a la adquisición de combustibles.
Mientras la Policía piensa destinar millonarias sumas para la compra de mobiliario a precios a toda vista excesivos, comisarías del interior del país deben soportar condiciones en extremo pésimas.
Numerosas han sido las publicaciones sobre cómo dependencias policiales que se encuentran incluso en zonas de influencia de narcotraficantes y grupos criminales como el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) no cuentan siquiera con la infraestructura básica para garantizar la seguridad de los miembros de la fuerza de seguridad.
En la zona roja de influencia del EPP, por ejemplo, varias de la comisarías que fueron atacadas ya en reiteradas ocasiones siguen funcionando en casitas de madera y deben reforzar su seguridad con lo que encuentren a mano como bolsas de arena o hasta restos de cubiertas.
En setiembre pasado, un comisario fue removido luego de que promoviera una rifa a través de la cual pensaba recaudar fondos para la reparación de una de las patrulleras de la comisaría de Horqueta, distrito del departamento de Concepción y también aquejado por la presencia del grupo criminal EPP.
Sin embargo, las altas autoridades de la Policía piensan gastar G. 3.800 millones del Fonacide, fondos que deberían ser utilizados para dotar de mejor infraestructura a la Policía, para comprar muebles y electrodomésticos que terminarán beneficiando principalmente al personal administrativo, mientras que los que se encuentran expuestos al peligro, están todavía más expuestos por las carencias de la institución.
juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano