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Proveniente de las selvas amazónicas, la etnia de los Kario-guaraní se mantenía en constante movimiento, en busca de tierras fértiles, siguiendo siempre los cauces hídricos. Ante la llegada de los españoles, a partir de 1534, el grupo fue abandonando su tradición migratoria para asentarse en la actual zona de Carapeguá, en el departamento de Paraguarí.
Por esa razón, el hallazgo de las cuatro antiguas urnas funerarias en un predio de la Secretaría Nacional de la Vivienda y el Hábitat (Senavitat), en Carapeguá, no fue casual, comentó la historiadora Margarita Miró, actual directora del Instituto de Bellas Artes.
“Por las características de movilidad del grupo, es muy difícil encontrar muchas urnas en un solo lugar”, destacó, explicando que por esta razón la zona es propicia para este tipo de descubrimientos, ya que fue el sitio en el que los indígenas se vieron obligados a asentarse.
Décadas después, en un intento por defender su libertad y la preservación de las costumbres tradicionales, los Kario-guaraní del país se amotinaron en la zona de Carapeguá.
El conflicto culminó el 3 de febrero de 1560, cuando los españoles se aliaron con los guaykurúes (nombre genérico que le daban los Kario-guaraníes) y se produjo un sangriento enfrentamiento que culminó con la vida de unos 3.000 indígenas.
Las cuatro urnas rescatadas podrían representar los vestigios de esta matanza, reflejando parte de un cementerio indígena. El hallazgo podría representar apenas una fracción de los artefactos que estarían dispersos en la zona, por lo que sería importante declararla de interés cultural, donde se podría realizar excavaciones arqueológicas, aseguró Miró.
Además, el sitio es propicio para la construcción de un museo, donde se podrán exhibir las piezas y educar a la población sobre los vestigios culturales que hoy de los pueblos originarios de nuestro país.
Miró es también fundadora y directora de la Fundación Oñondivepa, organización que se dedica a promover el rescate cultural. Para la fundación, el hallazgo de las urnas representa una oportunidad única para intentar revalorizar la cultura guaraní.
Las urnas funerarias de los indígenas fueron encontradas en una zona conocida como Ka'a Yvate, del barrio San Vicente, a unos kilómetros de la ciudad de Carapeguá del departamento de Paraguarí.
Al realizar excavaciones para una obra de la Senavitat, unos albañiles se percataron de los objetos. Los trabajadores informaron que el día siguiente, se percataron que algunas urnas fueron rotas y otras posiblemente robadas.
Miró explicó que al examinar los objetos más de cerca, se percataron de que las tapas fueron violentadas. Además, los contenidos de las urnas, que posiblemente incluyen huesos y artefactos, fueron robados. La denuncia fue hecha ante la Fiscalía.
Las vasijas miden 80 centímetros de diámetro y estaban enterradas a 80 centímetros de profundidad. Cada uno de los hallazgos ayudará a los investigadores a conocer más sobre la cultura indígena de la época.