Salud mundial, en peligro

Muchas personas alegan que no se vacunan por diversos mitos e incluso teorías conspirativas. Estos tabúes constituyen actualmente un peligro para la salud mundial, puesto que la vacunación previene cerca de tres millones de muertes por año.

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El rechazo hacia las vacunas es un problema que no solo afecta a pobladores de Paraguay, sino que se extiende ya a varios puntos del globo y, al parecer, en las últimas semanas los internautas cayeron en cuenta de esta dificultad y se produjeron extensos debates en las redes sociales a favor y en contra.

Este tema se encuentra dentro de los 10 principales que abordará con más fuerza este 2019 la Organización Mundial de la Salud (OMS).“La negativa a vacunarse a pesar de la disponibilidad de vacunas amenaza con revertir los progresos realizados en la lucha contra las enfermedades prevenibles mediante vacunación”, manifiesta al respecto la OMS.

“La vacunación es una de las formas más eficaces de evitar enfermedades: actualmente previene de 2 millones a 3 millones de muertes al año, y otros 1,5 millones de muertes podrían evitarse si se mejorara la cobertura mundial de las vacunas”, acota.

Como causa directa de este rechazo se encuentra, por ejemplo, el aumento del sarampión, cuya cifra subió en un 30% a nivel mundial. Lo más alarmante es que muchos países que ya se declaraban libres de esta afección ahora presentan un resurgimiento.

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El infectólogo Hernán Rodríguez, quien estuvo al frente del Programa Ampliado de Inmunización (PAI) hasta diciembre, asevera que la mayoría de los tabúes con respecto a las vacunas se basan en la desinformación y la ignorancia.

“Cuando yo me incorporé al PAI me interioricé en la renuencia de un sector a recibir la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). Había una idea que decía que producía esterilidad en las mujeres. Yo fui a hablar con ese grupo y me dijeron que tenían como fuente una asociación de médicos; también fui a hablar con los doctores, quienes me entregaron un informe por escrito donde decía, en el punto tres, que no producía esterilidad”, relata.

En ese caso, la renuencia se originó en la falta de información, lo cual se puede arreglar con una explicación en base a pruebas, asegura. Cabe destacar que en ese marco la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó este mes de enero una campaña para prevenir con la inmunización el cáncer cervicouterino causado justamente por el VPH.

Esta enfermedad mata a más de 34.000 mujeres por año en las Américas y se ubica entre las principales causas de muerte por cáncer femenino en 23 países de la región, según el Ministerio de Salud. 

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“El mito es ‘me vacuné y me engripé’. Hay que destacar que la vacuna tiene como componente partículas virales pero no el virus; la vacuna no puede producir gripe porque no es virus. Teniendo en cuenta la lógica nomás, uno puede entender, con un poco de información, que lo que se argumenta no puede ser real; es simplemente por falta de información”, manifiesta Rodríguez.

“Hay varios comentarios que se suelen escuchar. Siempre es importante y nosotros sabemos muy bien, los que estamos como referentes de la opinión pública, que los comentarios tienen que ser responsables, o si no uno se expone hasta a demandas judiciales por difamación y calumnia; entonces este tipo de afirmaciones puede ser hasta peligrosa para quien las expone”, enfatiza.

En ese marco, la OMS recuerda que la gripe es una enfermedad grave que mata a entre 300.000 y 500.000 personas al año. Aconseja que las embarazadas, los niños pequeños, mayores con problemas de salud y cualquiera con enfermedades crónicas, como cardiopatías o asma, se inmunicen para evitar padecer una enfermedad grave y morir por complicaciones.

Además, en el caso de las embarazadas la vacunación tiene un doble efecto benéfico porque protege a la madre y también a los recién nacidos, lo cual es todavía más imprescindible al considerar que no hay vacuna para la gripe que se aplique a los menores de seis meses, tiempo en que tienen todavía muy bajas sus defensas.

Caber resaltar que esta inmunización protege de tres cepas que son las más prevalentes cada año.

Entretanto, el doctor descartó que haya indiferencia en la población paraguaya, puesto que -según referencia- siempre hubo reclamos en los momentos en que hubo inconvenientes con la provisión de esta inmunización por parte del Ministerio de Salud.

“En estos meses, la gente va a los vacunatorios porque sabemos que existen brotes de enfermedades prevenibles con vacunas (fiebre amarilla y sarampión); independientemente de esto, yo noté el interés de la gente cuando protestaba porque faltaban vacunas; otra cosa hubiera sido si se notaba una indiferencia”, comenta.

Actualmente, el doctor Hernán Rodríguez se encuentra como encargado de la Dirección de Vigilancia de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud. En ese sentido, indicó que están trabajando muy de cerca con el PAI. El galeno coincide con la información proporcionada por al OMS con respecto al sarampión, una enfermedad infecciosa y contagiosa, capaz de producir encefalitis y ceguera.

Índices de la cobertura de vacunación contra el virus del sarampión desde el 2005 hasta el 2017 en todo el país.
Índices de la cobertura de vacunación contra el virus del sarampión desde el 2005 hasta el 2017 en todo el país.

“Paraguay está libre de sarampión hace 21 años y eso lo logramos gracias a la vacunación. Lo mismo ocurre con la poliomelitis, que hace más de 30 años no tenemos casos de polio; pero quienes tenemos más edad, tenemos amigos o conocemos personas que quedaron con parálisis por causa de polio. Si uno piensa que todo eso se pudo haber evitado con una vacuna puede entender que la vacuna puede prevenir enfermedad y muerte”, testimonia.

“Hay una frase que me se me quedó, que una colega me llegó a decir: ‘La vacuna es víctima de su propio éxito’. La vacuna hace que desaparezca o se elimine la enfermedad de un país, de una región, entonces la gente se olvida y, al no haber enfermedad, la gente empieza a hablar mal de la vacuna y olvida que es la vía a través de la cual se logró eso”, concluye.

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