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Consultamos al respecto a la bióloga y docente de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) Andrea Weiler, quien ha estudiado la zona del parque nacional, incluyendo el cerro. Explicó que la primera razón y la más evidente es el valor paisajístico que tiene, único en la región.
Además, el hecho de que tenga características específicas hace que sea un “refugio de la fauna y un corredor biológico”. Es decir, los animales que habitan en el sitio están adaptados exclusivamente a ese lugar, y en el caso de que desaparezca o se modifique, se generará un desequilibrio que los obligará a migrar, readaptarse en el mejor de los casos, ya que siempre existe el peligro de que desaparezcan por no poder reacondicionarse.
No hay que olvidar tampoco al pueblo Ayoreo que vive en el parque nacional, en las cercanías del cerro, indicó la bióloga.
Ellos viven allí y cuidan la zona desde hace tiempo, antes de que fuera declarada “oficialmente” área protegida. “Es un valor cultural”, manifestó.
Además de los ayoreos, son pocas las personas que pueden decir que conocen esta área del Chaco, ya que es territorio inexplorado en gran parte. “Al estar aislado puede ser un refugio de muchas especies endémicas, es decir, especies de animales que se pueden encontrar en un solo sitio”, comentó. Esto quiere decir que el Cerro León es refugio de varios animales que solamente pueden encontrarse en ese lugar.
La bióloga reflexionó luego con respecto al “desarrollo” que se plantea a costa de la explotación de los recursos naturales, incluyendo lo que sería la extracción de rocas del Cerro León. Para ella, el supuesto “progreso” y la generación de fuentes de trabajo que puede significar explotar el lugar no justifica la destrucción o modificación de un patrimonio natural único.
“Nosotros, el pueblo paraguayo ha decido declarar ciertos lugares como áreas de conservación en su estado pristino, como el Parque Nacional Defensores del Chaco. Si ni siquiera respetamos un área de conservación, qué podemos esperar del resto del desarrollo”, dijo.
El Defensores del Chaco es considerada por varias instituciones ambientales como “un área fundamental para la conectividad del ecosistema chaqueño”, ya que se constituye en una franja para que individuos y animales puedan desplazarse.
“Es fundamental para la conectividad de la vida silvestre, por ejemplo, los jaguaretés de diferentes zonas se desplazan por allí para encontrarse en diferentes momentos del año, ejemplificó la experta. Así también lo hacen los jaguares, en peligro de extinción, la tortuga terrestre, el tapir y otras especies que están allí. “Tenemos muchísimas especies amenazadas que están en la zona”, resaltó.
La experta se refirió a la polémica ley firmada por el presidente Horacio Cartes, el 2 de febrero de este mes. Dicha norma cambia el plan de manejo del parque nacional, dejando abierta la posibilidad de explotación de rocas del cerro.
“Ellos dicen que quieren hacer una exploración con fines científicos, estudio del suelo… Sin embargo las técnicas que presentan son técnicas de minería (…) siendo que hay muchas formas no invasivas de hacer un estudio científico, no se puede hacer un daño permanente”, reflexionó al respecto.
Imágenes: Del sitio www.yluux.com, de los fotógrafos Tetsu Espósito y Andrea Ferreira, durante el recorrido del naturalista inglés Nick Baker, que visitó nuestro país el año pasado.