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No solo la falta de preparación de docentes (lo que abordábamos la semana pasada) o la infraestructura de los colegios son relevantes a la hora de evaluar por qué los niños no tienen un aprendizaje óptimo. Influyen además los factores exógenos al aula, que tienen que ver con aspectos como el entorno social en que viven o estructura de la familia.
Estudios de unos años atrás de la Unesco hablan de que esta incidencia en el aprendizaje incluso es de una relación 70% - 30%, es decir, los factores exógenos tienen una supremacía sobre el 30% que representa lo que ocurre en la instituciones educativas, señaló Celeste Mancuello, directora general de planificación educativa del Ministerio de Educación y Ciencias.
“Estos estudios mencionados hacían mención a variables como el contexto en donde está el hogar, por ejemplo, un contexto de mucha necesidad con índice de pobreza alto, también incide en el aprendizaje. Hay estudios que demuestran que chicos que no se alimentan bien, o que no tuvieron suficiente estímulo en la primera infancia, son chicos que ya entran con cierta desventaja con respecto a otros que sí han tenido cumplidas estas condiciones previamente”, puntualizó.
A través del primer estudio censal llevado a cabo en nuestro país a estudiantes del 3°, 6°, 9° grados y tercer curso denominado Sistema Nacional de Evaluación del Proceso Educativo (Snepe), se determinaron la incidencia de cada uno de estos factores asociados al aprendizaje; sin embargo, los porcentajes serán publicados recién en una segunda presentación durante el mes de marzo, ya que los datos aún están siendo procesados, anunció Mancuello.
En este sentido, admitió que “lo que muestran los resultados es que hay que seguir trabajando en la calidad del aprendizaje y poder poner toda la batería para que considerando la pertinencia, la efectividad, eficacia, equidad, relevancia, que podamos avanzar en esto que hoy nos muestran los resultados que hay todavía mucho por hacer”.
Según Unicef, es fundamental que los padres, maestros y otras personas que cuidan de los niños deben contar con los conocimientos y las aptitudes necesarias para brindarles en la primera infancia los mejores ámbitos de aprendizaje y de interacción.
Evaluaciones mundiales de esta organización -al igual que Snepe- indican que demasiados niños y niñas no están obteniendo los conocimientos y las destrezas que necesitan. Según una estimación de 2013, casi 250 millones de niños en edad de asistir a la escuela primaria –más de un tercio de los 650 millones en este grupo de edad– no dominan las aptitudes básicas de lectura, escritura y aritmética.
Mancuello indicó que desde unos años atrás se han impulsado una serie de acciones que ya dieron resultados. Indicó que este mismo estudio sirvió para corroborar estos avances, ya que comparando con datos de 2010 se aprecia que, por ejemplo, que en el 3.er grado el rendimiento en Comunicación era del 19%, esto es nivel 3 y 4 (niveles alto de desempeño) y lo mismo en Matemáticas. Sin embargo, en el 2015, se evidenció que esto trepó a 34% en una de las áreas y 35 % en otra, respectivamente.
Habló de los proyectos integrales encarados como ser Primera infancia, además de “acciones de formación continua (para docentes). También ahora hay un fuerte componente de dotación de tecnología en aula, el tema infraestructura, son todas esas la suma de varios ítems en donde nosotros ya estamos incluyendo la estrategia pedagógica del docente en aula”, detalló.
Mancuello refirió además que las innovaciones en estrategia pedagógica van siempre acompañadas de una supervisión de lo aplicado. “Es fundamental poder usar estos resultados porque nos permite evaluar estas intervenciones, cómo van dando los resultados y poder implementar definitivamente los planes de mejora, lo que implica una construcción participativa”, dijo.
Agregó que si bien el MEC no puede incidir en lo que es la familia, sin embargo, se van construyendo estrategias en los equipos de decisión institucional, en las cuales algunos representantes son padres de familia.
Finalmente, asegura que la cartera educativa acompaña de forma activa el proceso de transformación. Ejemplificó los casos de educadores que han ido afuera a formarse, como ser en Francia, España, Colombia y por Becal, en el área educativa hay muchos maestros que hacen maestrías y doctorados.
En este sentido, señala que cuando estos se reincorporan a la educación nacional “son los agentes de transformación local y actualmente estamos trabajando en un plan de reinserción que ya está en marcha”, indicó.
Unicef remarca que sin estos conocimientos básicos, los niños no logran una oportunidad justa en la vida. Una educación de calidad abre puertas a trabajos gratificantes, productivos y generadores de ingresos; es decir, la clase de trabajos que pueden sacar a la gente de la pobreza. Datos de todo el mundo muestran que las oportunidades que tienen los niños de obtener una educación de calidad son menores si provienen de familias pobres, viven en zonas rurales apartadas, son niñas, sufren de alguna discapacidad, pertenecen a grupos étnicos o raciales que la sociedad discrimina.
“El aprendizaje marca una verdadera diferencia. Si todos los niños que nacen hoy en países de ingresos medianos bajos adquieren las aptitudes básicas de lectura y matemáticas, el PIB de sus países podría aumentar 13 veces en el transcurso de sus vidas. Lograr que todos los niños y las niñas adquieran estas aptitudes también crearía las condiciones para alcanzar patrones de crecimiento más equitativos, al tiempo que aumentaría el tamaño de la economía y se reduciría la pobreza”, dice la organización.
Si todos los niños y las niñas tienen la oportunidad de llegar a la edad adulta con los conocimientos necesarios para asegurar sus medios de subsistencia y participar plenamente en la sociedad, las economías y las sociedades se transformarían.