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El hecho es el siguiente: el pasado martes, agentes de Antinarcóticos de la Policía Nacional hallaron, destruyeron e incineraron unas tres hectáreas de marihuana en la localidad de Ypehû, departamento de Canindeyú. La “hierba maldita” fue catalogada como “transgénica” por los intervinientes, ya que esta variedad es conocida con este mote.
Al denominar “transgénico” a un rubro agrícola, inmediatamente se interpreta que la variedad fue genéticamente modificada para lograr un mayor rendimiento por hectárea, o bien, soportar el ataque de alguna plaga específica.
En cuanto a biotecnología, Paraguay es uno de los países más rezagados en la región por la escasa aprobación de eventos transgénicos. Esta circunstancia podría tener su origen en un desinterés gubernamental o en la falta de superación de un debate ideológico-pseudocientífico sin fundamento sostenido.
Para salir de dudas, conversamos con el jefe de Antinarcóticos de la Policía Nacional, Rufino Gil, quien dijo que en nuestro país existen unas siete variedades de marihuana. La hierba que se halló en el departamento de Canindeyú tenía características diferentes a las que normalmente se cultivan en la zona.
Esta variedad contiene una resina más pura y los arbustos pueden alcanzar una altura de entre 1,50 y 1,70 metros de altura. Además, esta marihuana goza de una inmensa cantidad de tetrahidrocannabinol, un metabolito secundario que conforma el constituyente psicoactivo que actúa directamente sobre el sistema nervioso central, mitigando el dolor de quien lo utiliza con un efecto analgésico.
Las características especiales de esta variedad hacen creer que en realidad podría tratarse de una variedad transgénica. Los efectos son mucho mayores que la marihuana “tradicional”, lo que motivaría a los traficantes a comercializarla, teniendo en cuenta su aceptación.
Paraguay cuenta con una organización civil denominada Instituto Nacional de Biotecnología (Inbio), un organismo dedicado a la investigación, específicamente en el rubro agrícola.
Consultamos al respecto con el titular del Instituto, Ricardo Wollmeister, quien sostuvo que Paraguay siempre ha tenido una política muy clara, que es la de incentivar al Gobierno en el campo de la investigación científica.
Explicó que el Inbio desconoce cualquier producto que pueda tener relación con la marihuana. Es más, expresó su sorpresa ante el hallazgo de marihuana “transgénica”, ya que nunca leyó ni escuchó algo sobre esta variedad.
Ahora bien, Wollmeister reconoció que la misma puede ser producto de experimentos realizados en la clandestinidad, ya que, para desarrollar una variedad diferente, se necesita de condiciones económicas favorables, una de las principales características del sector dedicado a la producción, tráfico y comercialización de drogas.
La aprobación de un evento biotecnológico es un proceso que lleva años, aproximadamente 10, ya que el desarrollo va desde las investigaciones -pasando por las pruebas- hasta finalmente llegar a los análisis finales. Desde ese momento, ya queda en el campo gubernamental la aprobación -o rechazo- del transgénico.
Hasta el momento, no hay tesis que niegue o confirme la existencia de marihuana “transgénica” en Paraguay. Pese a la duda, nuestro país sigue siendo uno de los más grandes productores de esta hierba, puesto que, dependiendo del suelo, se puede alcanzar desde los 2.500 hasta los 3.000 kilos por hectárea.
A priori, parece poco probable. No obstante, la pregunta está planteada y el debate al respecto podría marcar pautas a nivel mundial: ¿Existe marihuana transgénica en Paraguay?