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“¿Quién no se enamoró alguna vez de un boludo?”, se pregunta la actriz, segundos antes de responderse. “Creo que nadie se salva… si hay alguna, que venga a presentarse, por favor”. A pocas horas de su estreno, la conocida presentadora de radio y televisión se muestra ansiosa y orgullosa de su nueva propuesta: “Cómo evitar enamorarse de un boludo”, unipersonal escrito por el escritor uruguayo Marcelo Puglia y adaptado por Hugo Robles, quien dirige la puesta. El texto se basa en el humor para identificar las distintas clases de boludos que hay en la sociedad, entre tips para evitarlos y reconocerlos.
“Para mí lo más divertido que hay es reírse un poco de nuestras realidades”, cuenta Letizia. “Creo que todos tenemos algo de boludos y, simplemente, venimos para medir cuán boludos podemos ser: por amor, por comodidad o por miles de situaciones”, dice.
Después de una serie de obras teatrales y de revista de la mano del productor Domingo Coronel, Medina vuelve al encuentro con lo que considera su verdadera pasión: el teatro. “Definitivamente, es mi verdadera pasión”, cuenta. “Es más, yo creo que todos los que estamos en el medio actuamos un poco. ¡Yo actúo todo el tiempo todo!”, reconoce.
-¿Sentís que es una forma de inmunizarte entre tanto canibalismo?
-Para mí es mi protección. El que cree que todo lo que sucede en los medios es una realidad, está en una locura muy grande. ¡Yo prefiero vivir como una ficción los problemas de las faranduleras! (Risas).
-Detrás de cámaras, ¿no te cuesta separar el personaje de tu persona? -No tengo mayores dramas… creo que cuando uno tiene una familia que te contiene, que te pone en tu realidad, uno difícilmente entra en esos conflictos del personaje. Yo tengo muy claro quién soy y conozco muy bien mi realidad, y es la que yo vivo todos los días con mi familia y con mis afectos.
A la misma velocidad de sus palabras por minuto, así también corre en su cotidiano la actriz y presentadora. Porque su agenda maratónica incluye un matutino en televisión, ya a las 5:30 de la mañana; un programa de radio, hacia el mediodía y un programa de farándula en el primetime local. Además, el reality de parodias, con dos emisiones semanales. “Tengo horarios pocos convencionales, trabajo mucho de madrugada… también para otro programa trabajaba de madrugada. ¡A veces dormía una o dos horas, entre un programa y otro! Me quedaban las tardes, que normalmente uso para descansar”. Fue así como aprovechó las tardes para ensayar la obra que presenta, pese al cansancio de su día interminable. “Una vez que uno empieza a ensayar se olvida de todo el cansancio, porque el teatro tiene eso”, asegura.
-Si tuvieras que priorizar los proyectos en que trabajás, ¿cuál o cuáles dejarías de lado?
-Me gustaría priorizar un poco más el tiempo con mi familia, que creo que es la gran deuda, después de todo esto. Y después uno ve… a veces tenés buenas rachas en los medios, otras en el teatro. Yo siempre me adapto.
Sus días infinitos no terminan entre esos compromisos en alguna cabina de radio, sets de televisión y alguna tarima de teatro. Antes, durante y después, su oficio de esposa y madre está siempre vigente.
Letizia se casó hace dos años, tiene un bebé de un año y seis meses (Paolo José) y una niña de 9 años (Luana). Convive, además, con la hija de su marido, de 15 años.
-¿Cómo toman tus hijos tener una mamá famosa?
-Para mí que mi nena disfruta mucho. Le encanta lo que yo hago. Siempre les hice muy partícipes también: que me vean, que me vengan a ver a mis obras... ven los programas. Entonces ella es muy partícipe de todo. El bebé viene sufriendo, porque me extraña mucho, y esos procesos confusos que no entiende cuando estoy en la tele, si está grabando... ¡No entiende cómo su mama se reproduce en la TV! Hasta ahora más bien él sufre… ¡ojalá que le guste! Hay casos de hijos que les parece una “pelada”. En mi caso, no.
-¿Te acordás de tu primer trabajo en los medios?
-Fue hace 20 años, en Radio Venus. Cuando termino el colegio -a finales del ’94- me llamaron para hacer campaña como imagen de la radio, una campaña “onda joven”, una cosa así… Después me pidieron ser “chica Venus”, algo que me negué. “¿Por qué no probamos que haga móviles?”. La primera vez que hice móviles en radio fue para un programa de verano. Llego a San Bernardino, que fue el punto de parada, y me estaba esperando una cámara de televisión para hacer algunas notas. Así comenzó mi carrera.
-Era conocida tu faceta de rockera y “rebelde”. ¿Qué recordás de esos tiempos?
-Yo me divertí muchísimo. Siempre fui muy curiosa, me gustaba la noche, viajar, todo, todo el tema. Pero estoy en la edad en que es momento de disfrutar lo que uno tiene: de su profesión, menos locura y un poco más de tranquilidad.
-Si un productor te ofreciera la oportunidad de hacer lo que quieras, tanto en radio, como teatro o TV. ¿Qué harías?
-Voy realizando muchos de mis sueños… voy concretando muchas cosas que estaban en mis planes en algún momento. También esos planes van variando según van evolucionando. Si tu sueño siempre fue lo mismo, quiere decir que algo anda mal... entonces, creo que eso va variando según uno va creciendo y las experiencias que va teniendo. Tengo muchos proyectos que me gustaría realizar… pero creo que estoy haciendo una carrera más consciente. Me gustaría hacer un poco más de noticias y esas cosas, eso. Me encanta incursionar en eso y mejorar en eso... soy muy nueva y tengo que concentrarme en rendir.
-De programas de verano a la farándula en TV y el teatro. ¿Alguna vez tuviste miedo al incursionar en esos campos?
-Creo que los temores siempre están, pero si vos le ponés lo mejor de vos, es muy difícil… el factor de error disminuye, entonces, por más que parezca muy alocado, siempre intenté estar a la altura de la situación. Si me meto en un área, por lo menos tener una noción y, si no tengo, prepararme.
-¿A quién/es dedicarías esta obra?
-A todo aquel que sepa reírse de sí mismo. Creo que eso es lo más importante.
“Cómo evitar enamorarse de un boludo” sube a escena este viernes 17 de julio, y tendrá funciones los viernes y sábados a las 21:00; y domingos a las 20:00, hasta el 26 de julio próximo, en la Alianza Francesa de Asunción (Mcal. Estigarribia 1039). Las entradas tienen un costo de G. 85.000, y están a la venta en la Red UTS.
Durante su presentación, el director Hugo Robles había señalado que Medina no solo actúa sino baila y hace playback, ofreciendo así “un producto teatral para que la gente se divierta”. La puesta está producida por Tres Palos Entertainment Group.