Cargando...
La llegada a Paraguay del chileno Héctor Armando García Castromán, nacido el 16 de setiembre de 1946, se remonta a 1976, tras acceder al pedido de un directivo de Líneas Aéreas Paraguayas, quien lo reconoció en un vuelo por un show que dio en la televisión brasileña. Ese hecho marcaría la vida de "Tito", quien desde aquel primer show en el mítico club Centenario construiría su "Mundo fantástico", que ya lleva 36 años en nuestro país.
"Tiene en sus manos el prodigio de hacer de un pedazo de esponja una obra de arte, de un pedazo de tela un personaje que te compra, que te vende y te da vueltas la cabeza", así lo describe Juan Carlos Moreno, conocido actor y allegado al artista. Agrega que, en su faceta de actor, García posee un talento increíble para la composición y caracterización de personajes.
Es que, desde un principio, Tito supo a qué vino a este mundo, ya que, pese a la oposición de sus padres, decidió estudiar teatro en la Universidad de Chile, en una época cuando las carreras relacionadas al arte eran poco convencionales o respetadas. Sin embargo, encontró un aliciente en Teresa, su abuela paterna, quien lo consintió junto con su abuelo Armando y lo acompañó ya estando incluso aquí en nuestro país. Se crió en Rancagua, al sur de Chile, mientras que sus padres y sus otros seis hermanos -cinco hombres y una mujer- vivían en Sewell, una ciudad que cuenta con una de las minas más grandes de cobre.
Tito inició su carrera en nuestro país en un programa que llevaba el nombre "El mundo fantástico de Lacta", por el auspicio de la marca a la iniciativa, en el por entonces joven Canal 9. El show luego pasó a llamarse "El mundo fantástico" y, finalmente, "El mundo fantástico de Tito", que duró unos diez años en dicha teledifusora. En paralelo llevaba a cabo shows en cumpleaños infantiles en forma privada para gente con elevado poder adquisitivo. "Luego va a Canal 13 a hacer Tatetito, por unos ocho o diez años en horarios vespertino y matutino", prosigue Moreno.
Agrega que la riqueza de los contenidos de los shows producidos y presentados por el artista era única y nunca antes vista."En Paraguay no existía la tradición de muñecos gigantes; que el conductor estuviera acompañado de un perro y de un gato, por ejemplo".
A su llegada, en su faceta actoral en teatro, se comunicó con Arlequín y otros grupos teatrales de Paraguay. La primera obra que hizo en Paraguay, siempre según declaraciones de Moreno, fue para el teatro de verano del Centro Cultural Juan de Salazar (CCJS): "Cervantes al aire libre", consistente en obras pequeñas y cortas de Miguel de Cervantes escenificadas en el patio de la institución. La primera para Arlequín se denominó "Orquesta de señoritas", en la que compartió escenario con el propio Juan Carlos Moreno.
Aún en Santiago de Chile -según devela Moreno- Tito, conocido mayormente por sus shows infantiles, también incursionó en shows para adultos, debutando en el Teatro Ópera de la capital chilena. Allí puso en escena la obra "Chilenísima", que consistía en el novedoso striptease de una marioneta. "Una muñequita que venía vestida de fiesta se paseaba por el escenario, quitándose toda la ropa hasta quedarse completamente desnuda; el número terminaba con un baile de la marioneta con la ovación general del público, una cuestión que nunca se había visto", indicó.
Tras resultar gravemente herido durante un incendio registrado en su propiedad, Tito deberá soportar un largo proceso de recuperación y, en vistas de que perdió la mayoría de sus pertenencias, ya se han llevado a cabo numerosas actividades artísticas para recaudar fondos.
En este sentido, Moreno asegura que el inigualable trabajo que Tito dio a nuestro país desde su llegada actualmente es sobradamente retribuido a través de la solidaridad de aquellos niños que crecieron y hoy son adultos, respondiendo positivamente ante una colecta, asistiendo a las actividades organizadas o expresando su cariño a través de las redes sociales en vistas a las vicisitudes por las que el artista atraviesa actualmente.