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Año 2016: aumentan los casos de dengue y, en menor medida, los de chikunguña y zika. Seguro está harto de escuchar que las autoridades le piden que limpie su casa, donde pueden haber criaderos de mosquitos. También seguro está cansado de cumplir con su responsabilidad ciudadana y ver que otros no lo hacen, porque el Aedes aegypti es un mosquito que no entiende, no comprende de clases sociales ni de humores del ser humano, entonces vuela dondequiera se sienta cómodo para cumplir una función de la naturaleza.
La gente muere y muchos solo piensan en remedios caseros y hasta en comprar sapos para terminar con el mosquito. Parece simpático, pero no lo es. La ciencia ofrece respuestas simples y rápidas y, para evitar la expansión del mosquito, lo que hay que hacer es eliminar los sitios en donde puedan expandirse las larvas, evitar que se reproduzcan.
La licenciada Martha Torales, directora técnica del Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa), dijo que el hábitat natural del mosquito no son las zonas urbanas, pero que fueron los humanos quienes con sus acciones le permitieron acercarse más y más. ¿Y cómo pasó eso? Llenando nuestro mundo de basura. Después de todo, el insecto solo cumple una función muy básica dentro de la naturaleza, que es reproducirse.
El primer caso de dengue en el Paraguay se registró, según datos oficiales, en el año 1988. Después hubo epidemias en 1989; 2000-2001; 2005-2006; 2009 y 2013. Los años consecutivos son porque todas ocurrieron en verano. La enfermedad es endémica desde 2009.
Pero, ¿qué es endémica? Es la enfermedad que está latente en nuestro país. Es decir, el virus siempre está en nuestro país pero existen temporadas cuando hay una suerte de explosión de casos, que podrían convertirse en epidemia, y eso depende de qué tan limpios somos.
Le preguntamos a la licenciada Torales por qué en nuestro país es más alto el impacto de la proliferación de este molesto mosquito. Explicó que el Aedes tiene la facilidad de reproducirse más en ciertas zonas desde el sur de los Estados Unidos hasta el norte de Argentina. Hay zonas, como las de Chile y picos altos, en donde el clima no facilita la proliferación del insecto.
¿Y es una utopía pensar que el dengue deje de ser endémico? Torales responde que no, que todo depende de qué tan buena es la ciudadanía a la hora de eliminar los criaderos, de ser más limpios. “No hay una estrategia nueva, ahora se sustenta el control del vector, no la eliminación del vector. Se insiste con la eliminación de criaderos”, manifestó Torales. Hasta ahora no hay otro método para borrar al Aedes, pese a que sí hay pruebas científicas que quieren hacerlo.
¿De dónde vienen el zika y la chikunguña? Como el dengue, de África. Son virus, explica Torales, que se fueron expandiendo a raíz de la globalización de los últimos años. La experta del Senepa pide que estas dos últimas enfermedades no seas endémicas, aunque esto no se puede predecir.
Mucho se habla de la resistencia de los mosquitos a los insecticidas. Y es verdad, porque hay muchos químicos que al pasar el tiempo quedan obsoletos y es el Ministerio de Salud, aquí en Paraguay, el que a través de Senepa elige cuáles productos usar para eliminar los mosquitos. Habrá que ver hasta cuándo dura esta última alerta epidemiológica. En los 42 días del presente año hubo más consultas y muertes por dengue que en todo 2015.