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No pudieron haberle dado un nombre más acertado. El 22 de diciembre de 1992 fueron descubiertas en un departamento de la Policía en Lambaré, más de 700.000 piezas documentales que contenían todas las comunicaciones escritas entre autoridades de la región, especialmente de lo que se conoce como “Operativo Cóndor”, que básicamente era un sistema de intercambio de prisioneros, control de civiles y espionaje durante las dictaduras de aquel momento, en Paraguay, Argentina, Chile, Brasil y Uruguay.
En coincidencia con el aniversario 22º del descubrimiento del archivo, activistas de los Derechos Humanos y víctimas de la dictadura recuerdan algunos de los acontecimientos que fueron evidenciados con estos documentos. “Abrimos la puerta de una comisaría y comenzaron a salir inquietantes historias de los países del Cono Sur de América Latina. Abríamos las puertas del pasado y por ello pudimos acceder a esa historia contada por los propios represores”, manifestó Martín Almada, quien integró la comitiva que realizó el descubrimiento hace 22 años. Compartió algunos de los ejemplos más resaltantes dentro de todo lo hallado:
Un informe de la Inteligencia Naval Brasileña del 15 de junio de 1969, indica que el comandante Ernesto “Che” Guevara estuvo en Foz de Iguazú, Brasil. Indica que el mismo se encontró con el doctor y víctima de la dictadura Agustín Goiburú, Manchur Abdala Manfredini, el coronel Nelson Rolón, un periodista francés, y el opositor Juan José Rotela. El mismo documento de 14 páginas dice que en esta ciudad fueron detenidos los dirigentes políticos paraguayos opositores a la dictadura Stroessner: Rodolfo Mongelós, Alejandro Stumps, César Cabral y Rodolfo Sannemann, entre otros.
Se llamó la “Reunión de Trabajo de Inteligencia Nacional”, según los documentos. El director de Inteligencia Nacional de Chile, Manuel Contreras, invitaba al general paraguayo Francisco Brítez Borges, jefe de la Policía de nuestro país, a participar del encuentro el 25 de noviembre en Santiago. Sin embargo, asistió en representación de Paraguay el coronel Benito Guanes Serrano, quien avaló un documento de siete páginas sobre los “fundamentos de la lucha contra la subversión para salvar la civilización cristiana del comunismo apátrida”. Además fueron hallados datos sobre el sistema y la visión general del operativo, el esquema propuesto, los países participantes, las sedes, y las instrucciones para descifrar informaciones.
Según consta en uno de los documentos hallados, Stroessner recibió y protegió en la embajada paraguaya en España al capo mafioso italiano y jefe de la logia masónica P-2, Licio Guelli. Se lo identifica como socio del “Operativo Cóndor” en Europa.
Hay una invitación a Pastor Coronel, director de Investigaciones de la Policía Nacional de aquel entonces, para que asista el 8 de julio de 1976 a una conferencia que pronunció el dictador y general de división brasileño Joao Batista de Oliveira Figueredo, sobre el tema “Principios fundamentales sobre los que se basa un Servicio Nacional de Inteligencia”. Esto muestra cómo las directivas eran las mismas, y el operativo ya estaba en marcha.
Otro llamativo documento hallado entre las miles de piezas, es un informe de diez hojas de Pastor Coronel, jefe de Investigaciones, en el que se describe el “proceso de subversión” que se ha pretendido “desatar” en el país. Tiene fecha de junio de 1976 y se describe de carácter “confidencial”.
Además de estos datos que inclusive pueden resultar hasta curiosos para algunos, hay más de tres toneladas de piezas documentales que comprometen a las autoridades nacionales e internacionales con crímenes de lesa humanidad, como las torturas, muertes, controles a personas, detenciones, datos de cédulas de identidad y descripciones de personas, inclusive sobre preferencia política, orientación sexual o religión. La justicia paraguaya cuenta además con siete volúmenes del Informe Final de la Comisión de Verdad y Justicia. Es decir, 22 años después, podemos decir que hay elementos suficientes para que la Justicia actúe.
“Los gobiernos que sucedieron al dictador Stroessner siguen alimentando el miedo, la rabia y la desesperación. Lo mejor que pueden hacer porque crear las condiciones para que se produzca algún cambio puede resultar muy peligroso. Ellos saben perfectamente que el ‘Archivo del Terror’ tiene acorralado a los genocidas, cómplices y encubridores”, reflexionó Almada.
De hecho, Paraguay es el único país de la región que cuenta con un archivo de este tipo. “Aquí hemos encendida la antorcha de la memoria y nos incumbe velar para que jamás se apague esa llama hasta lograr la verdad, justicia, reparación integral y la dignidad”, manifestó.
Puede ver una síntesis de todos estos documentos haciendo click aquí, en la web de la Mesa de la Memoria Histórica.
La pregunta es: ¿qué se ha hecho hasta ahora con toda esta información?