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El tratado internacional, presentado por las Naciones Unidas la semana pasada, pretende establecer medidas para proteger la salud humana y el medio ambiente de las emisiones y liberaciones humanas de mercurio y compuestos de mercurio.
“La gestión para reducir las emisiones (de mercurio) y las liberaciones al medio ambiente no será fácil. Pero un viaje ya está en marcha, que promete levantar una amenaza para la salud de las vidas de millones de personas”, comentó Nick Nuttall, portavoz del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), a ABC Color.
La convención, legalmente vinculante, establece medidas para la reducción del uso del elemento altamente tóxico, que actualmente es utilizado en equipamientos médicos como termómetros, bombillas de ahorro de energía, y en industrias como la minería, el cemento y la elaboración del carbón.
El documento prohíbe además a partir de 2020 la producción, exportación e importación de algunos materiales que contienen mercurio. Esto incluye pilas, enchufes y baterías, algunos tipos de lámparas fluorescentes compactas, jabones y cosméticos.
Según recientes estudios del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), las comunidades de los países en desarrollo asumen cada vez más riesgos para la salud y el medio ambiente a causa de la exposición al mercurio.
“Todo el mundo está en riesgo si la comunidad internacional no actúa y especialmente los bebés, niños y mujeres embarazadas”, agregó Nuttall.
El Mercurio (símbolo químico Hg) es un metal pesado que se encuentra naturalmente en varias formas. El elemento y sus compuestos pueden intoxicar a los seres humanos cuando estos se exponen a altas dosis.
El envenenamiento por mercurio puede provocar varias enfermedades, incluyendo acrodinia (conocido como enfermedad rosada), el síndrome de Hunter-Russell, entre otras enfermedades del sistema nervioso.
El caso más conocido es de de la intoxicación ocurrida en un pequeño pueblo costero de Minamata, cercano a Kumamoto, Japón, en 1956 debido a los vertidos de una industria química.
En Paraguay, el mercurio era utilizado en Paso Yobai por unos 1.000 mineros artesanales de oro, informó Guido Pérez, corresponsal de ABC Color. Actualmente, la escasez del material y la presencia de empresas mineras redujeron este número considerablemente.
Sin embargo, el mercurio sigue presente en productos como termómetros, pilas, enchufes y baterías, algunos tipos de lámparas fluorescentes compactas, jabones y cosméticos.
“La cuestión no pasa solamente por controlar lo que se hace con el mercurio como tal sino también la gestión de todos los productos que contienen el elemento”, comentó el doctor en bioquímica Esteban Ferro, a ABC Color. Cuando estos productos no son tratados correctamente a la hora de su desecho, el mercurio puede contaminar el aire y las fuentes de agua.
El científico estuvo a cargo de un estudio realizado en 1989 donde se detectó la presencia del metal pesado en peces depredadores, que acumulan el elemento en la carne a medida que van consumiendo a otros peces. “Hubo una alarma respecto al posible vertido de mercurio, estaba siendo usado para la extracción de oro”, explicó.
La ingeniera Gloria León, de la Dirección de Planificación Estratégica de la Secretaría del Ambiente, comentó que el gobierno paraguayo se comprometió a firmar el convenio de Minamata, “lo antes posible”.
Luego de su firma y posterior ratificación del Congreso, la Seam plantea realizar un plan nacional para evitar la contaminación del mercurio. Como primera medida, se realizarán estudios específicos sobre el tema, para determinar con exactitud dónde se está utilizando el elemento actualmente.