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Los juegos extremos que ponen de cabeza toda tu vida, la sensación real de la gravedad al caer de 100 metros de altura y la casa del terror, la cual rememora las películas de miedo, son algunas de las sensaciones que se viven a cualquier edad en el parque Beto Carrero World, que puede regresar a los más adultos a las emociones de la infancia.
Beto Carrero World es un conocido parque que se encuentra en la ciudad de Peña, de Santa Catalina (Brasil), ubicado a 100 km de Florianópolis y solo 26 km de Balneario Camboriú. El sitio temático lleva el nombre de su creador, quien trajo la idea luego de visitar Disney. Beto soñó con hacer un mundo de diversiones en su país y luego de mucho buscar dónde instalarlo consiguió comprar 14.000 millones de m2 en el citado municipio.
Según Fabiano, el encargado de prensa, solo un fragmento del terreno es utilizado, mientras que el resto permanecerá como parque natural. El atractivo turístico abrió sus puertas el 28 de diciembre de 1991. Actualmente, recibe más de 2000 visitas por día y las entradas adelantadas tienen un menor costo que en el lugar. El horario de atención es de 8:00 a 20:00.
João Batista Sergio Murad, conocido popularmente como Beto Carrero, murió el 1 de febrero del 2008 en San Paulo, Brasil, a los 70 años por un fallo cardiaco. Empezó su carrera como locutor de radio y vendedor de publicidad. Luego encarnó un personaje del viejo oeste con el cual ganó bastante fama en presentaciones de tevé y de circo, utilizando el sombrero que ahora es ícono del parque temático.
Como vaquero actuó en una película denominada Xuxa Gemelas (2006) con María da Graça Maneghel, más conocida como Xuxa. También compartió escena con el humorista Renato Aragão, en un filme llamado El misterio de Robin Hood (1990).
En 1985 una editorial publicó historietas llamadas Las aventuras de Beto Carrero, ilustradas por Eugênio Colonesse, en las que el personaje, Beto Carrero, vencía a los malhechores con un látigo poderoso. En el 2006, una empresa del mismo, lanzó otra revista denominada las Aventuras de Betiño Carrero.
En torno a estas historias en que él protagonizaba de héroe vaquero, en su parque temático se realiza un show denominado El sueño de cowboy, que dura aproximadamente una hora, con una escenografía bastante detallada y realista, un gran elenco de bailarines, pero el único inconveniente para los hablantes de castellano es que todo el lenguaje está en un portugués cerrado.
El memorial no solo tiene sus distintos trajes, sino todos los reconocimientos que recibió en vida, fotografías suyas y audiovisuales de cuando asistía y conducía programas de TV.
Fabiano estuvo a cargo del recorrido, que inició con un Extreme Show, como todos los días a partir de las 13:00, al estilo de Rápido y Furioso. En este número autos, motocicletas y un camión hacen arriesgadas piruetas, tras lo cual se desata la ovación del público ante las maniobras extremas de los conductores.
Las graderías principales están en frente al escenario central, pero al costado hay un restaurante donde la gente puede almorzar viendo la función, teniendo en cuenta la hora; claro que en ese caso, es importante saber que el condimento principal son las partículas de las ruedas desgastadas que se dispersan en el aire, ya en que en cada puesta en escena, deben cambiar las ruedas que se gastan en exceso.
Durante el acto, eligen a una persona del público para abordar uno de los vehículos, la cual participa luego de las intrépidas volteretas. A esa puesta en escena asisten turistas de Brasil, Paraguay, Chile y Argentina, que en ese espectáculo respondieron con palmas y gritos cuando el animador mencionaba el nombre de sus países.
Madagascar es un país ubicado en una isla de África, pero su nombre se hizo popular, primordialmente para el público infantil, con el corte cinematográfico que lleva su nombre. En el filme se puede ver a animales que escapan del zoológico y conocen por fin la selva, su ambiente natural.
En el parque Beto Carrero, la gente puede hallar el Área Madagascar, espacio ambientado con esculturas de los personajes de la película, junto a las cuales los chicos van presurosos para tomarse fotos. Hasta los basureros y parlantes con forma de cocoteros se incluyen en la temática del zoo y la selva.
La zona temática cuenta con el Madagascar Circo Show, desarrollado a las 14:00 en una especie de anfiteatro. Cabe resaltar que antes de que se ponga en marcha el espectáculo, en la pantalla gigante muestra un video que indica a los visitantes las salidas de emergencia y los lugares para discapacitados.
El Rey Julien, el león Alex, la hipopótamo Gloria y los pingüinos, además de los cazadores de animales abarcan la atención del público, que aplaude enérgico y se va olvidando de la fantasía para casi asumirla como realidad. Todos contentos y siguiendo la directiva de los animadores, bailan I like to move it, que también mantiene efusivos a los padres, bastantes participativos con las palmas y los pasos.
Los acróbatas en bicicletas, que dan vueltas suspendidos en el aire, y los bailarines, que completan el coordinado musical, llenan el escenario para dar fin al espectáculo con los aplausos de los presentes.
Afuera, avanzando un poco más, uno se topa con todo el merchandising propio de este tipo de películas: los peluches, llaveros y remeras para llevar recuerdos. El atractivo más atrevido de la zona es el Madagascar Crazy River Adventure, un paseo en el agua, en que cuando uno empieza a relajarse viendo a todos los dibujitos del largometraje que saludan inmóviles, las subidas y bajadas hacen que el móvil impacte contra el agua, salpicando a sus tripulantes.
Algunas personas incluso se ponen pilotos para participar de la miniaventura acuática, porque además de los desniveles, no faltan las figuras de monito que lanzan disparos de agua.
La Big Tower o caída de 100 metros es sin duda el juego más intrépido de todo el parque. Este mecanismo de crear adrenalina al límite aterra más a los adultos que a los niños, aunque se puede decir que es el único espacio que ofrece la vista panorámica de todo el complejo.
La velocidad con que uno siente que el cuerpo le tira hacia abajo es la sensación intensa de no tener la capacidad de detenerlo, pero cuando empieza a preocupar la idea de llegar hasta el tope del “abismo”, de golpe, se termina, porque ya estás en el punto final. Muchos han bajado temblando, riendo o caminando desorientados.
El FireWhip, inaugurado el 28 de diciembre de 2008, fue la primera montaña rusa invertida de Brasil -donde el carril se queda sobre su cabeza en las vueltas y tus pies suspendidos- y es realmente de origen holandesa. Tiene una longitud de 700 metros, en los que se recorre a casi 100 km/h.
Después de estos dos extremos que ponen tus pensamientos de cabeza, está el Star Mountain, parecido a la montaña rusa, pero más extenso y menos atrevido, aunque también tiene sus vaivenes bruscos y divertidos.
El Tchibum es una excelente opción para las personas que quieran mojarse debido al calor de la jornada, pues los tripulantes que abordan estos vehículos se deslizan desde ciertas alturas a través del agua y terminan empapados.
Al final de cada juego hay un puestito en el que uno puede ver sus fotografías en los momentos más agitados en que la gente grita o sonríe, pero las fotos no son gratuitas; si uno quiere llevarse ese recuerdo impreso debe pagar 20, 25 o 30 reales. A los juegos extremos no pueden subirse zapatillas, lentes, quepis, cámaras ni ningún otro bulto, no solo por el peligro de que caigan, sino por el riesgo de lastimarse con ellos.
El Portal de la oscuridad es un recorrido que hace realidad tus peores pesadillas de las conocidas películas de terror. El lugar está ornamentado con gárgolas en la parte superior y cruzando la entrada el visitante se encuentra con un área llena de velas y calaveras, lo que ya propicia el escenario sombrío. Aquí se paga un costo adicional de 20 reales; las funciones duran 10 minutos y están habilitadas desde las 12:00 hasta las 18:30.
Desde el ingreso al sitio, al que tampoco se puede introducir cámaras, empieza el suspenso de los filmes, ese en el que uno va por la oscuridad pendiente de que algo aparezca bruscamente. Algunos -conscientes de que todo es mentira, de que no va a pasar nada malo- entran con una pizca de incertidumbre, pero ya avanzando por los pasillos tenebrosos de la casa, es casi imposible no creer en lo real que se presenta aquello y uno que otro sale corriendo del lugar.
Hay un paseo en trencito bastante tranquilo, que empieza en la estación João A. de Queiroz. Aquí relatan la historia del parque, enseñan a los niños a cuidar la naturaleza, mientras se atraviesa por el Centro de Primatología, en el cual se observa libres a los simios conviviendo con pájaros; también se hallan en el camino El túnel de la serpiente, La tierra de los gigantes, Dino Magic, La Villa Árabe, se observa La casa de Beto Carrero y se participa de una escena denominada Asalto en el tren. Se podría decir que uno de los atractivos más importantes de este sendero es la Caverna de los Dinosaurios.
También hay un zoológico con leones blancos, monos, jirafas, cebras, cocodrilos y distintos tipos de aves, en un paseo de frescura rodeado de árboles para el cual necesariamente hay que atravesar un puente movedizo.
Raskapuska es un paseo ideal para los más pequeñitos de la casa, porque se trata de un túnel en que se atraviesa en balsas pequeñas a través del agua. Allí están ubicados personajes de los cuentos clásicos, muñecas y todo un mundo de juguetes en tamaño real.
Los boletos que se compran de manera anticipada rondan el precio de 115 reales y en la boletería de la entrada a 155 reales. Sin embargo, estos costos van cambiando de acuerdo a las temporadas, por lo que necesariamente hay que consultar en su página web, mismo lugar donde se puede comprar el ticket. La mayoría de los juegos y show están incluidos en este costo, excepto los que ofrecen servicios externos, como aquellos que son para ganar regalos y el Portal de la Oscuridad.
Existe una manera de acceder con preferencia a todos los sitios, es decir, sin formar las largas filas, que es pagando unos 94 reales adicionales.
Los precios de las comidas están desde los 19, 25 y 35 reales, el agua a 5 reales, las bebidas como chopp de cervezas a 13 reales y las gaseosa a 8 reales. Los helados también se pueden adquirir a entre 8 y 20 reales.
En esta temporada, el espectáculo para cerrar el parque es el de la película “Shrek ogrorisa la Navidad”, con un enorme musical en la plaza central de Beto Carrero, donde todos los visitantes se congregan para bailar con todo el espíritu navideño. Este espectáculo es el cierre del parque y empieza a las 19:00.
Probablemente, un solo día no alcance para visitar todos los lugares del parque. Según Fabiano, se requiere de dos días para conocer bien el complejo y disfrutar de todo lo que puede ofrecer el predio; sin embargo, una jornada en este lugar ha de ser suficiente para que los niños aprovechen lo mejor de esa etapa y los adultos regresen a la infancia.