Atrápame si puedes

La historia del vendedor de cocaína más importante de ‘Ndrangheta, grupo mafioso italiano considerado de los más poderosos y peligrosos del mundo, y sus conexiones con varios países sudamericanos. Una historia en la que aparece Paraguay.

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Nicola Assisi es uno de los vendedores de droga más importantes del grupo mafioso italiano 'Ndrangheta, un comercio que vale más de € 30 billones. Después de haber heredado el libro de contactos más valioso del comercio, Assisi fue enviando toneladas de cocaína desde América del Sur a Europa. Esta es la historia, con muchos detalles contados aquí por primera vez, de cómo él y sus hijos han estado jugando al gato y al ratón con la policía durante dos décadas.

Atrapado en lo que parecía una trampa perfecta, Rosario Grasso comenzó a entrar en pánico.

“¿Qué demonios me obligás a hacer?”, escribió Grasso en un mensaje desde su teléfono móvil, mientras luchaba para mantener a uno de sus hombres atados a la tierra.

“Están diciendo que son inocentes”.

Grasso, un miembro de la 'Ndrangheta, uno de los grupos criminales más poderosos en el mundo, había llegado a recoger 197 kilos de cocaína ocultos en bolsas blancas en un contenedor enviado a través del puerto Gioia Tauro, en el sur de Italia. Pero en el interior del contenedor no había ni rastro de la droga, que valía 20 millones de euros a precios de calle. Pensamientos corrían por su mente. ¿Sus hombres lo robaron? ¿O los vendedores en Brasil lo traicionaron, haciendo que amenace y atase a sus propios hombres en el suelo, en medio de la noche, sin una buena razón?

Grasso y su grupo habían trabajado duro para un envío sin problemas. Habían sobornado a un funcionario en el puerto, apodado Il Porco, para permitirles el acceso para sacar la cocaína desde el contenedor.

Un cuadro de un pequeño trozo de madera aparece en la pantalla del teléfono móvil de Grasso, transmitido de nuevo por el que lo puso en contacto con los vendedores en Brasil. Un número de contenedor está tallado en la madera: MSC U356 5753. Grasso mira hacia arriba y comprueba el número del contenedor junto al que está: MSC U356 5753. Se ha abierto el contenedor correcto.

Pero no había cocaína.

“Deciles que yo soy el que está enojado, no ellos”, escribió en un mensaje que envió a su contacto en Brasil. “Son las tres de la mañana acá, desperté la mitad del mundo para hacer esto, hace tres días que no veo a mi familia, que no me he duchado”.

Grasso regresó al puerto una vez más al día siguiente para buscar en el contenedor bolsa por bolsa, pero no había rastro de cocaína.


El tráfico de cocaína es la principal fuente del poder de la 'Ndrangheta. El grupo mafioso, instalado en la región italiana de Calabria, controla el 40 por ciento de los envíos de cocaína a nivel mundial y es el principal importador de cocaína en Europa.

El grupo blanquea los procedimientos a través del lavado de dinero, que se estima en 25.000 millones de euros al año, a través de sus empresas en la economía real. Se cree que usan a Alemania y Suiza, dos países en los que las leyes contra el lavado de dinero y contra la mafia son laxas.

Para protegerse de imputaciones, los jefes 'Ndrangheta han establecido una estructura que separa la jerarquía de la mafia del tráfico real. En lugar de exponer a sus integrantes, 'Ndrangheta se basa en decenas de negociadores (brókers) en todo el mundo. Ellos hablan varios idiomas, trabajan en empleos vinculados a las finanzas o viajan a través de la selva amazónica y suben a la cordillera de los Andes a trabajar directamente con los carteles de la droga locales.

Uno de los brókers más poderosos es Nicola Assisi que escapa de las manos de la policía durante más de dos décadas. Después de haber heredado el libro de contactos más valioso del comercio, se cree que él y sus hijos que están operando desde el corazón de la delincuencia en América Latina.

Los centros de investigación periodística CORRECTIV e IRPI han investigado a Assisi y su familia teniendo como base registros corporativos, así como entrevistas con la policía. Este informe revela por primera vez que la familia ha alcanzado grandes acuerdos con los proveedores de América del Sur.


Nicola Assisi fue conocido por la policía italiana primeramente como “el sobrino”. Nacido en la ciudad italiana de Grimaldi en 1958, poco se sabe sobre los inicios de su vida. No hay nada que sugiera que fue alguna vez a la universidad. En la primavera de 1997, los investigadores estaban siguiendo a unos brókers de Calabria en la región de la Costa del Sol, en el sur de España, que traficaban cocaína desde Barcelona a Turín y Rotterdam.

“Los traficantes utilizan cabinas de teléfono en lugar de los celulares en ese entonces”, recuerda Gianni Abbate, un oficial de policía que trabajó en el caso en la década de 1990. “Habíamos logrado identificar dos cabinas de teléfono en Turín, que fueron ampliamente utilizadas por la red de drogas y les pusimos micrófonos”.

Antes del amanecer el 16 de mayo de 1997, la policía siguió un hombre que había hecho una llamada telefónica para concertar una cita con el “sobrino”. El “sobrino” resultó ser Nicola Assisi y la policía los siguió a un punto de encuentro en el campo, al norte de Turín, donde un camión cargado con 200 kg de cocaína les estaba esperando.

“Finalmente pudimos poner poner una cara a Assisi. ¡Fue un gran avance!”, dice Abbate.

Un pequeño número de agentes de policía acorraló a Assisi, que intentó lo imposible. “Él corrió hacia el coche de policía y trató de robarlo derribando un oficial”, dice Abbate. Finalmente, los agentes vencieron a Assisi y lo detuvieron. Fue la mayor incautación de cocaína en la historia de Turín hasta la fecha.

En el puerto de Gioia Tauro, Rosario Grasso no fue traicionado ni por sus hombres ni los vendedores en Brasil. La cocaína que esperó en vano había sido capturada por la policía durante el tránsito, en España. La policía dejó que continúe su recorrido a Italia en un intento por identificar a los contrabandistas.

En la pelea que siguió entre los compradores de 'Ndrangheta y sus vendedores en Brasil, Nicola Asissi regresó para restaurar el orden. Arregló la controversia y señaló que esto podría haber sido un truco de la policía. “Estoy entregando a todo el mundo los teléfonos nuevos, estos están un poco desgastados", dicen los extractos de los pinchazos que se hicieron. De hecho, la policía italiana había logrado interceptar y descifrar el sistema de mensajería de Blackberry de la familia de Assisi y sus socios, acercándose a la detención de un hombre que han querido desde aquellos días en Turín.

Como primera medida, el hijo de Asissi, Patrick, con el que Grasso había estado en contacto a través del teléfono móvil mientras estaba parado al lado del número de contenedores MSC U356 5753 en el puerto de Gioia Tauro, se creó una trampa a sí mismo a fin de verificar si la policía era de hecho la que seguía a los traficantes. Se autoenvió un contenedor vacío con sólo un pequeño cargamento de cocaína a Gioia Tauro. Pero la policía lo dejó pasar el fin de no comprometer su vigilancia.

El punto de inflexión en la carrera de Assisi había llegado en 2002. Cuatro años antes, el ritmo glacial de la justicia italiana le había permitido salir de la cárcel después de un año en espera de un juicio tras su detención en Turín en 1997. Aún no había sido acusado y el juez se negó a renovar su detención.

Luego, en 2002, Pasquale Marando desapareció. En sus días, Marando había sido el bróker de drogas más poderoso de la ‘Ndrangheta. Había sido el primero en tratar directamente con los carteles de la droga colombianos en América Latina, eliminando intermediarios y aumentando sus márgenes. Antes de esto, la Costa del Sol en España fue el punto medio donde los vendedores de los carteles de la droga colombianos vendían a la 'Ndrangheta.

Marando había sido un mentor para Nicola Asissi desde principios de 1990 y su desaparición fue un duro golpe. El cuerpo de Marando nunca fue encontrado. Probablemente murió en una pelea en el 2002. Pero Assisi volvió a su favor la pérdida de su mentor.

Los investigadores creen Asissi heredó de Marando los contactos de los proveedores de drogas más importantes en América del Sur. Documentos judiciales indican que Asissi sucedió a su maestro como un bróker de dos altos jefes 'Ndrangheta en Turín que estaban vinculados a la familia de Marando a través de matrimonios. Ambos fueron detenidos el año pasado después de comprar cocaína de Asissi.

En 2007, diez años después de la detención de Assisi, en Turín, el tribunal finalmente estuvo a punto de emitir su veredicto. Según la ley italiana, una persona no puede ser detenida dos veces por el mismo delito.

“Exactamente diez días antes de la sentencia que enviaría a Assisi a 14 años de prisión, escapó a la Costa del Sol y desde allí, suponemos, a América Latina", dice Gianni Abbate, el oficial de policía que investigó Assisi en los años 90. La oficina de Abbate en Turín está llena de objetos de recuerdos de la antigua investigación.

Otros seis años tuvieron que pasar antes de que el negocio de Asissi llamara la atención de la policía italiana una vez más.

Los fiscales tratan de detener a los dos brókers y los autores intelectuales de las ofertas de cocaína de 'Ndrangheta. Pero ellos no se consideran mafiosos. “Cuando nos pusimos a interrogarlo a Assisi en 1997 admitió la venta de drogas a la mafia, pero cuando le llamamos mafioso se ofendió mucho”, dijo Abbate.

“Sin embargo tienen que tener en cuenta que las familias de la 'Ndrangheta lo respetaban como un ‘hombre de honor’”, dijo utilizando el término para un miembro de la mafia.

Para los brókers, la capacidad de comprar cocaína directamente de los productores locales es clave para su éxito dijo Nicola Gratteri, uno de los principales fiscales en la lucha contra la mafia en Italia, a CORRECTIV. Contó que los mejores se las arreglan para comprar un kilo de cocaína por tan solo 1.200 euros a los carteles en América del Sur. Ellos pueden ofrecer un kilo a 30.000 euros para a la 'Ndrangheta. Clanes que no tienen acceso a ellos tienen que comprar a clanes rivales a precios más altos.

Eso significa que los brókers que pueden comprar directamente de los proveedores son los más buscados por los clanes 'Ndrangheta, ya que ofrecen los mejores márgenes (de ganancia). Brókers como los de Asissi.

En un día frío de invierno en enero de 2013, Patrick Assisi camina sobre mosaico que retrata a una enorme medusa. Es la entrada a uno de los mejores restaurantes de pescado de Turín, en el lugar donde una corriente alpina helada desemboca en el Po, el río más grande de Italia. Lleva zapatillas deportivas, pantalones vaqueros y una chaqueta, la marca de la juventud de Turín.

Patrick es recibido por representantes de algunos de los clanes más poderosos de la 'Ndrangheta que están buscando comprar a alguien directamente en Brasil. En medio del pescado, pizza y vino los hombres discuten los detalles de la oferta. Después de la comida, los hombres salen abrazándose unos a otros. Los tratos están concretados.

Esta fue la primera señal que la policía italiana tenía de nuevo sobre los Assisi. Patrick y su hermano Pasquale habían entrado en el negocio. Estaba claro para ellos que Patrick, a diferencia de su padre, no era un hombre buscado en Italia. Estaban actuando como el brazo de Nicola en Turín cerrando acuerdos con algunas de las figuras más importantes de la 'Ndrangheta, incluyendo al clan Aquino-Coluccio.

Fue una reunión exitosa.

El negocio de Asissi había crecido más que nunca recibiendo cocaína desde América Latina en grandes cantidades. Los investigadores creen que los Assissi compraban cocaína del cartel brasileño más importante, el Primer Comando de Capital (PCC), y los carteles colombianos que tenían base en Perú.

El PCC está, junto con los carteles colombianos y mexicanos, controlando un sector de la parte sur de Sudamérica, llamada Cono Sur, un área que comprende los países de Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, así como el sur de Brasil, un medio de prensa local llama a la zona como 'Narcosur '. Aquí es donde Nicola y sus hijos, hoy en día, a sus 30 años de edad, están cerrando sus tratos. Documentos judiciales indican cómo están presumiendo de cocaína comprada en Perú, Paraguay y Brasil.

Paraguay se está convirtiendo cada vez más en un importante país de tránsito para la cocaína destinada a Europa. Clanes familiares pequeños están organizando los envíos, controlados por el PCC de Brasil.

“Estoy aquí en Paraguay para los teléfonos, y para el trabajo”, dijo Assisi a uno de sus socios en Turín, en una charla interceptado por la policía. “Estoy preparando cosas nuevas”.

En Brasil, los Assisi son casi invisibles. Las comunicaciones con sus proveedores brasileños se realizan de una manera segura. Los vendedores proporcionan a los Assisi un pedazo de madera en el que están tallados el número del contenedor y el código de la cerradura del recipiente. Los Assisi luego envían esta información a través de teléfonos móviles cifrados a sus contactos en Calabria.

Tras la reunión de Patrick en Turín, la policía italiana se encontraba de nuevo pisando los talones de los Assisi. La familia no declaró ingresos y sin embargo vivía una vida de lujos, conducían un BMW X3 y el alquilaban una villa en Portugal por 10.000 euros al mes.

De hecho, la forma de utilizar el dinero de la droga ilícita es una preocupación constante para los traficantes de drogas. La red de narcotráfico dirigida por los Asissi utilizó correo convencional para enviar el dinero a una estación de servicio cerca de Turín donde los courriers que manejan dinero los recogen y los llevan a Brasil; cientos de miles de euros de una vez.

Aun así, la esposa de Assisi – que según los investigadores está actuando como la cajera del grupo - una vez se quejó frente a su hijo Patrick en su casa de Turín porque no tenía más espacio para ir acumulando más dinero. Cuando la policía allanó la casa, encontraron cuatro millones de euros.

Gran parte del trabajo policial se centra en irrumpir en el sistema de comunicaciones de los traficantes. La policía italiana finalmente tuvo éxito en la primavera de 2014. Por las escuchas telefónicas del teléfono de un confidente cercano de los Assisi en Italia, fueron capaces de identificar los teléfonos del grupo y los pasadores de seguridad de los dispositivos.

A partir de entonces la policía dio varios golpes a los traficantes: la incautación de media tonelada de cocaína enviada por Assisi a través de cuatro meses de ese año . El 27 de agosto de 2014, Nicola Assisi es detenido por segunda vez en su vida. Al llegar de Brasil y usando la falsa identidad argentina “Javier Varela”, los funcionarios de aduanas en el aeropuerto de Lisboa lo estaban esperando.

Es posible que Assisi hubiera tomado el riesgo de viajar a Europa para sentar las bases de una nueva forma de transportar la cocaína. Los registros policiales muestran que el grupo planeaba utilizar un jet privado Falcon 50 de largo rango para transportar las drogas a Europa usando la pista de aterrizaje de una escuela de vuelo en Alemania. Las drogas luego iban a ser transportadas en camiones a Italia. No se sabe si este plan se llegó a implementar.

Mientras que los traficantes no conocen fronteras, la cooperación judicial en la Unión Europea es irregular. Después de la detención de Assisi en el aeropuerto, un tribunal de Lisboa lo puso bajo arresto domiciliario. Mientras que las autoridades italianas se revolvían por conseguir la extradición a través de un tribunal local, Assisi convenció a la Corte para liberarlo de la prisión con un monitor de tobillo electrónico y desapareció de nuevo.

Y al final, la trampa tendida por la policía italiana en el puerto de Gioia Tauro salió por la culata. Convenció a los Assissi para cambiar a la codificación de datos a otra más fiable. Patrick compró los teléfonos inteligentes de Sony con un sistema cifrado de chat en Android que hasta hoy ha hecho imposible que las autoridades italianas puedan interceptar las comunicaciones de los traficantes.

CORRECTIV intentó llegar a los Assisi, así como a Rosario Grasso a través de sus abogados. Ninguno de ellos respondió a las preguntas.

Grasso está en la cárcel sin condena. Il Porco, el funcionario de aduanas corrupto o el policía en el puerto de Gioia Tauro, aún no ha sido identificado por la policía italiana. Nicola y sus hijos están activos en Brasil, donde se cree que también se esconde la esposa de Nicola. No se sabe cómo luce Nicola hoy en día. Fotos de pasaporte que usó muestran una cara normal pero regordeta.

La Policía también busca a Patrick. El año pasado registró una pequeña empresa comercial denominada Poli Pat 9 en un bufete de abogados en Ferraz de Vasconcelos, una zona pobre de Sao Paulo, dice el registro corporativo obtenido por los autores de esta investigación. Se cree que el área es un centro de lavado de dinero de los narcotraficantes del PCC.

Este es el último rastro que los Assisi han dejado.

Esta investigación es una cooperación entre CORRECTIV y IRPI con el apoyo de la Flanders Connect Continent Grant. Reporte adicional de Giuseppe Legato en Turín, Juan Carlos Lezcano de ABC Color en Asunción, Micael Pereira de Expresso en Lisboa, Aramis Castro de Convoca en Lima y Alana Rizzo en Sao Paulo.

Editor: Frederik Richter

Traducción al español: Juan Cálcena Ramírez, ABC Color

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